Eventos como estos deben replicarse, pues son instancias que además de colaborar con el aprendizaje adolescencial, permiten un acercamiento de los estudiantes a ámbitos que distan de ser cercanos para ellos: el caso del teatro y de la ciencia. Porque la dramaturgia no se encuentra solo en los grandes montajes de enorme solemnidad, sino que también en las vivencias simples y cotidianas de cada día, y lo científico tampoco se haya recluido en laboratorios de investigación, y asimismo respira en cada pregunta que nos hacemos en torno al mundo y su funcionamiento.
Por Jessenia Chamorro Salas
Publicado el 5.12.2018
Entre el 21 y el 23 de noviembre recién pasados se realizó en el GAM la final del Festival de Teatro y Ciencia, FETyC, organizado conjuntamente entre el Programa Explora de CONICYT de la Región Metropolitana, y el Centro Gabriela Mistral, GAM, el cual reunió a un sinnúmero de colegios y de liceos en torno a proyectos que buscaban articular dos áreas fundamentales para la enseñanza escolar: el teatro y la ciencia. Fueron 10 colegios los seleccionados para el proceso de preparación y posterior exhibición de obras de teatro inspiradas en la ciencia y enmarcadas en la temática 2018 “El año de los ¿por qué?”. Pregunta que articuló el quehacer científico-teatral de cada uno de los proyectos escolares, los cuales fueron mediados por los equipo GAM y Explora, tanto en su elaboración como en su realización escénica.
El objetivo de esta iniciativa que ya cuenta con su quinta versión consecutiva –y que el próximo año tomará un respiro– es potenciar el aprendizaje en torno a las ciencias a través de la expresión teatral, articulando dos áreas del desarrollo humano que si bien a simple vista pueden parecer tan disímiles, guardan un vínculo intrínseco, promover que el ser – humano se haga preguntas en torno a sí mismo y el mundo que lo rodea.
Los colegios seleccionados fueron parte de un proyecto en conjunto que no solo implicó la elaboración y presentación de obras, sino que generó un proceso de trabajo extenso e intenso, en el cual los estudiantes y sus profesores participaron de talleres teatrales y científicos que tuvieron el objetivo de perfeccionar tanto sus habilidades como sus conocimientos en ambas áreas de estudio. Una labor exigente con miras a la elaboración de piezas dramáticas de alta calidad, resultados de un trabajo conjunto en donde cada uno de los integrantes: alumnos, profesores, equipo GAM y equipo Explora, aunaron fuerzas para lograr obras no solo interesantes en cuanto a la temática abordada, sino que innovadoras escénicamente.
Entre los diez colegios que fueron parte del proceso, tres fueron seleccionados como finalistas: Raimapu de La Florida con su obra El día sin ayer, Terraustral Oeste de Maipú con la pieza Retrovirus, y el colegio Santa María de Santiago con el montaje La paradoja de los gemelos, los cuales destacaron por sus puestas en escena innovadoras, didácticas y modernas, así como también por tener como eje argumental preguntas en torno a aspectos y teorías científicas; además de alcanzar actuaciones de enorme valor escénico.
La pieza El día sin ayer logró el premio a Mejor Obra, por reunir de manera coherente y cohesionada tanto un texto dramático con un relato bien articulado y en función del “año de los ¿por qué?», como un montaje rupturista y moderno, en tanto que un despliegue actoral preciso. La obra, enmarcada en la ciencia ficción, proyectó el futuro distópico en donde una gran fábrica del conocimiento manejaba las vidas de las personas, una especie de panóptico foucaultiano todopoderoso y oscuro que coartaba la libertad de pensamiento, expresión y acción de sus trabajadores. Salvo del protagonista, quién tras comenzar a cuestionarse el sistema en donde estaba inserto, se rebela. Finalmente sus compañeros también comienzan a cuestionar a la máquina y a rebelarse ante ella, hasta destruirla.
El título La paradoja de los gemelos obtuvo el premio “Mejor química escénica”, galardón logrado por el despliegue actoral de los alumnos participantes, los cuales evidenciaron la afinidad y la complicidad en su desempeño actoral, el cual fluyó naturalmente, como si se tratara de actores profesionales que llevaban toda una vida sobre las tablas. La obra, de un carácter marcadamente político, combinó dos realidades, por una parte el análisis de la teoría científica “la paradoja de los gemelos” por parte de dos estudiantes insertos en una sala de clases; y finalmente, las protestas estudiantiles. Un relato contingente, dinámico y vivaz que involucró el tema político, amoroso y científico, en una obra muy bien lograda escénicamente.
Por último, la obra Retrovirus ganó el premio a Mejor Dramaturgia, por la elaboración de un relato estructurado en torno al viaje del héroe y la bildungsroman (relato de formación), bajo la temática de las ciencias biológicas, específicamente el viaje que realiza un virus en el cuerpo humano y cómo va transitando por distintas zonas de la anatomía celular. Tal virus tenía el objetivo de reivindicar a su pueblo e inocular el cuerpo y destruir a sus supuestos “enemigos”, sin embargo, finalmente, el retrovirus se da cuenta de que puede cambiar, evolucionar e inocular positivamente todo a su alrededor.
Así, la premiación de cada una de estas categorías se realizó en el contexto del cierre de la actividad, en donde fueron galardonadas también las demás categorías: Mejor Actor y Actriz, y Mejor Contenido Científico. La premiación fue conducida por dos animadores, quienes deslumbraron por su manejo vocal, escénico, simpatía y la cuota de humor que permitió hacer de la jornada una experiencia lúdica y gratificante.
Actividades como FETYC deben replicarse, pues son instancias que además de colaborar con el aprendizaje escolar, permiten un acercamiento de los estudiantes a ámbitos que muchas veces no son tan cercanos para ellos: el teatro y la ciencia. Porque el teatro no se encuentra solo en grandes montajes de enorme solemnidad, sino que también en las experiencias cotidianas. Porque la ciencia no se haya recluida en laboratorios de investigación, vive en cada pregunta que nos hacemos respecto de cómo funciona el mundo. GAM y Explora se dieron cuenta que el teatro y la ciencia no son disímiles, sino que están vinculados por esos contingentes y trascendentes ¿por qué?
Jessenia Chamorro Salas es licenciada en lengua y literatura hispánica de la Universidad de Chile, profesora de lenguaje y comunicación de la Pontificia Universidad Católica de Chile, magíster en literatura latinoamericana de la Universidad de Santiago de Chile, y doctora (c) en literatura de la Universidad de Chile.
Crédito de las fotografías utilizadas: Centro Cultural Gabriela Mistral.