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Los 90 años de Clint Eastwood: «Million Dollar Baby», el sueño americano con rostro de mujer

A lo largo de su exitosa carrera artística, el actor y realizador estadounidense se ha transformado en un redentor de oscuros caracteres dramáticos en búsqueda de una redención, como en este filme de 2004, que protagonizado por Hilary Swank, se quedó con los premios Oscar más importantes (mejor película y director) correspondientes a la fecha de su estreno.

Por Aníbal Ricci Anduaga

Publicado el 2.6.2020

Una sombra emerge desde la luz y se interna por un pasadizo oscuro. «Ella no está pidiendo la ayuda de Dios… está pidiendo la mía», le confiesa Frank Dunn al padre Horvak. Ha acudido a Misa por veinte años en busca de redención (al parecer su hija jamás lo perdonará) y este acto definitivo terminará de vaciar su corazón.

Frankie es un viejo entrenador que con la ayuda de Scrap (antiguo discípulo) mantienen a duras penas un gimnasio. En su vida irrumpe Maggie, una chica empeñosa que quiere triunfar en el boxeo. Ambos son seres maltratados por la vida, sin afectos familiares, luchando por derrotar a sus aciagos destinos.

Frank se culpa por no haber tirado la toalla, por haberle fallado a su pupilo, producto de lo cual Scrap perdió uno de sus ojos.

Scrap alienta a Maggie y logra que Frankie la acepte, será no sólo su entrenador sino el padre que tanta falta le hace. Logra convertirla en boxeadora de primer nivel, sale de gira y conoce el mundo mientras oye a los aficionados gritar «Mo Cuishle», nombre con que Frankie ha bautizado a su protegida.

Un suceso trágico interrumpe su ascenso y ahí donde la película podría haberse empantanado en los conflictos morales de la eutanasia, ahí surge Clint Eastwood (31 de mayo de 1930), con lenguaje conciso que rehúye alargar escenas, dejando de lado cualquier atisbo de melodrama y dotando a la cinta de un implacable determinismo digno de las mejores películas de John Ford.

Las imágenes son sombrías, tampoco la música intenta exaltar las emociones del espectador. Prima el silencio y el respeto, la lealtad que todo ser humano merece, donde Frank no dudará en contrariar preceptos religiosos.

Mantenerla con vida sería cometer pecado, es lo que piensa Frank mientras Maggie no quiere olvidar sus momentos de gloria, a lo que Scrap agrega: «Le diste una oportunidad y lograste que disputara el título mundial».

El trío protagónico son las patas de una mesa de cimientos fuertes, profundamente comprometidos, que se desenvuelven al interior de un sólido guion escrito por Paul Haggis (ganador del Oscar por Crash) provisto de escenas y diálogos memorables.

Mo Cuishle significa «mi sangre», son las últimas palabras que susurra este padre a su hija. Frank no volverá al gimnasio, y sólo la voz en off de Scrap puede terminar de relatar esta triste historia.

 

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Aníbal Ricci Anduaga (Santiago, 1968) ha publicado las novelas FearEl rincón más lejano, Tan lejos. Tan cerca, El pasado nunca termina de ocurrir, y las nouvelles Siempre me roban el reloj, El martirio de los días y las noches, además de los volúmenes de cuentos Sin besos en la bocaMeditaciones de los jueves (relatos y ensayos) y Reflexiones de la imagen (cine).

 

 

 

Tráiler:

 

 

Aníbal Ricci Anduaga

 

 

Imagen destacada: Hilary Swank en Million Dollar Baby (2004), de Clint Eastwood.

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