Este filme de entretenimiento con trasfondo se basa en el mítico Peter Pan creado por el escocés James Matthew Barrie en los inicios del siglo pasado. A partir de un guión de Nick Castle y Malia Scotch Marlo, Steven Spielberg compuso en 1991 una obra “marca de la casa” destinada al gran público de todas las edades. Aunque suele ser considerada como fallida y ciertas formas son excesivamente “cursis” incluso para los que no somos alérgicos a la expresion de los sentimientos, la película está bien construida y ambientada, y el reparto es excelente: Robin Williams interpreta a Peter, Maggie Smith es Wendy, Dustin Hoffman está genial como Garfio, Julia Roberts encarna a Campanilla y Bob Hoskins es Smee. El director, así, nos transmite la necesidad de afrontar los retos de la vida personal, y lo hace a través de la aventura heroica de Peter quien no se reconoce como tal. Además nos habla del niño que siempre somos pero que a menudo olvidamos, de la importancia de la imaginación en un mundo excesivamente racional y del valor del tiempo como factor de entendimiento.

Por Jordi Mat Amorós i Navarro

Publicado el 13.7.2018

Referentes

En el equipo de esta película figuran tres personas que para mí son referencia “en” y “más allá de” lo artístico:

Robin Williams, quien ha interpretado muchísimos personajes con valores, desde el profesor comprometido en El club de los poetas muertos al estudiante de medicina que alegra a los niños enfermos en Patch Adams. Nadie como él para encarnar el papel del adulto niño Peter, nadie como él para transmitir confianza en la vida a pesar de la dificultad. Es precisamente por eso que a muchos nos impactó su decisión de suicidarse. Empero la mala reputación social de este acto y su aparente contradiccion con la trayectoria artística tan personal de Williams, yo lo entiendo respetable. Este excelente actor fue un hombre torturado pese a la felicidad que transmitía a los que le conocían y a todos nosotros mediante sus interpretaciones. Williams tuvo una infancia infeliz que quería ocultar y que probablemente no supo solucionar en él. Sufría una fuerte depresion surgida tras diagnosticársele párkinson; se despidió con notas tipo: “es hora de irse, he terminado con todo”, su decisión fue meditada tal y como ocurre con tantos yoguis pero en su caso desde la desesperación.

Julia Roberts también ha encarnado personajes que destilan valores. Pero lo suyo suele ser menos épico, más callado, más humilde, más cercano; quizás como reflejo de lo que ha sido desafortunadamente tan común en las historias de tantas mujeres relegadas durante demasiado tiempo por el patriarcado. Julia es prostituta vital en Pretty Woman, es madre abnegada en Wonder y es casi ella misma en Notting Hill. Roberts es una mujer auténtica, que se entega y ama a los suyos, a la gente en general. Nos explica en una entrevista reciente: “puedo pasar días seguidos sin mirarme al espejo, observando a las personas sentadas a la mesa de mi cocina; ellas son parte de la imagen que proyecto”, bella manera de mostrarse con total autenticidad. Está comprometida en distintas causas humanitarias como la de The Comic Relief Fundraiser dedicada a los chicos que viven en extrema pobreza. Por eso es muy querida por prácticamente todas y todos.

Steven Spielberg, además de ser un excelente director que ya demostró su talento en sus inicios con películas como El diablo sobre ruedas, es un hombre con un niño interior siempre vivo que sabe conectar con los niños de todas las edades. Spielberg nos ofrece en muchas de sus películas la esperanza de que si vencemos nuestras limitaciones podremos alcanzar la ansiada paz tanto en lo personal como en lo común.

Simbología

La película está llena de simbologías, la obra original de Barrie ya las contiene y los guionistas junto con el director las enriquecen.

El nombre Peter Pan alude a la primera piedra y al semidios/pastor mitológico Pan. En español pan es el alimento básico asociado a la bondad. Spielberg nos ofrece uno de sus guiños al hacer volar a toda la familia en un avión de la Pan Am rumbo al hogar de origen por navidad, compañía que quebró precisamente al llegar las navidades del año en que se realizó el film. Peter Pan es el ser humano poderoso guía de sus/los niños perdidos, es faro/luz que proyecta sombras, es muy solar.

Garfio, este nombre está asociado al gancho que pesca y tiene forma de interrogante. Este es plateado y el capitán lo lleva en su mano izquierda vinculada a la intuición. Sus bigotes también tienen forma de garfio y le dan un aire daliniano surrealista, el capitán tiene un ánimo cambiante muy teatral. Smee lo presenta como El Rey Pescador, y lo es al atrapar con sus redes a los que se saben niños, redes físicas y redes psíquicas mediante su “encanto”. Garfio es el necesario complementario de Peter, encarna el interrogante y la bruma a resolver/dispersar; por todas estas características el capitán es más lunar.

Jack, juega a béisbol (pelota base) en los Blue Jays que es el nombre de un pájaro (el arrendajo) que se caracteriza por imitar voces y gritos de otras aves e incluso de otros grupos animales. Muy relacionado con el doble niño olvidado por su padre: el niño Peter que podía alullar o volar y que tiene en Jack su proyección no reconocida; y el propio niño Jack que desea a un padre así de libre como modelo. Lo vemos jugar con el número 4 en la vida “real” y con el 11 en “neverland”. El cuatro se vincula a la Tierra, a la estructura espacial estable; y el once a la igualdad primigenia entre los opuestos (ademas en inglés once es el inicio de todo cuento o leyenda, y son once los jugadores del fútbol o deporte rey).

Campanilla, la hada, se hace tan grande como Peter cuando este la reconoce y deja de temer que su amor por él sea rechazado. Pero al besarlo despierta en Peter el recuerdo de su familia, así ella vuelve a su protección en la pequeñez y en la sencillez de aspecto. El tamaño y la vestimenta reflejan el estado de ánimo de la hada, y por ende del mundo mágico sensible.

El reloj. Cuando se van a la cena de homenaje a Wendy, Peter le da a Jack su reloj antiguo diciéndole que le deja al cargo de todo (el reloj como instrumento de control del tiempo y como símbolo de afán de control de la vida mediante el contar/razonar) La casa de Campanilla es un reloj que la cobija cuando es pequeña. Y ella misma lo destruye cuando siente que puede mostrase grande. La hada rompe/acaba con el tiempo, con el contar/medir para así volver a contar/crear/creer historias infinitas y eternas.

La vivienda de Wendy, el hogar del niño Peter y de tantos otros niños huérfanos, ostenta el número 14 que en el cristianismo suele vincularse con la natividad del niño Jesús. Está en Londres, con vistas al río Támesis y al Big Ben. Y cada vez que alguien sale volando por la ventana (la puerta al cielo) atraviesa a la simbólica otra orilla sobre el mítico reloj con nombre similar al de la teoría sobre el orígen de todo.

El barco/casa de los piratas tiene a la calavera y los huesos como símbolos omnipresentes de lo que queda tras la muerte física. Entiendo que expresan la voluntad humana de permanencia, de vencer a la muerte y su “aliado” el tiempo (lo que más teme el capitán Garfio).

El cocodrilo que tanto aterroriza también a Garfio y que será su final, es un animal mitológico. Está vinculado al tiempo (es de los más antiguos que aún existen, remite a los orígenes), a los elementos vitales (vive en el agua y en el aire/tierra), y al miedo/peligro en los humanos (es un animal depredador).

Neverland es el país mágico de los niños perdidos donde Pan fue líder. Su traducción es “nunca aterrizar”, muy vinculada al mensaje de la obra (a mi entender, más adecuada que “nunca jamás” que es la comunmente adoptada y que se presta a confusión) Es una isla de clima templado donde la nieve se mantiene y el volcán está extinguido; simboliza el paraíso perdido/dormido/olvidado donde radica la tranquilidad, la suavidad, la placidez, el deleite…

El teléfono móvil aparece como símbolo del garfio al falso mundo de la ocupación/distracción, la priorización del trabajo/dinero/negocio en decrimento del tiempo para ocio/vivir/compartir/descansar/disfrutar.

El dedal de plata se asocia a la proteccion femenina/lunar para quien cose y repara. Cuando Peter lo ve en Neverland le recuerda a Wendy, al hogar. Y en la escena que Peter besa a Moira dormida en su habitación el dedal cae de su dedo y vemos un póster del film de The Beatles A Hard Day’s Night o Qué noche la de aquel día un guiño más de Spielberg, esta vez a la celebración musical como una de las expresiones de la felicidad vital. El dedal queda en el suelo volteando a modo del juego “a quién toca/quiero”, como a la espera de saber cuál mujer/vida escoger según este señale al pararse.

Las canicas aparecen como depositarias de los pensamientos felices. Estas son una sencilla y minimalista expression simbólica del poder de recordar siempre la infancia; la infancia asociada al juego, a la aventura y a la diversión.

La espiral está en el pavimento del parque donde el bebé Peter es recogido por Campanilla, y en la entrada del árbol/hogar del niño Peter y sus amigos. La espiral como símbolo de interiorización y de retroceso/viaje en el espacio-tiempo.

El renacimiento. Peter cae al agua atado, allí tres sirenas de melenas coloreadas azul (volar/navegar), roja (luchar/pasión vital) y verde (aullar/lograr-amar) le besan y salvan. Le devuelven a tierra en una gran concha/oreja (renace en la mar gracias a lo femenino, la intuición, la vida plena) Ve una paloma blanca (la libertad, la paz), cae en una trampa-hiedra que le ata la pierna derecha (vinculada a la razón) y lo voltea cabeza abajo hasta el reloj donde vive encerrada la hada (la magia, la imaginación creadora). Bella secuencia del proceso que supone el renacer psicológico humano.

Volar libre. Spielberg nos muestra a Pan volando otra vez por fin, y lo hace con el brazo derecho extendido cual estatua de la libertad y el izquierdo triangulado como una vela. Toda una expresion simbólica.

Los colores también son protagonistas. Los piratas, en especial Garfio y también el niño líder Rufio tienen al negro y el rojo como matices dominantes; el negro asociado a la protección en la sombra/oscuridad, al valor de romper con lo establecido (la oveja negra) y al duelo por la muerte física (la pérdida); el rojo vinculado a las pasiones comunmente reprimidas. Jack es azul de los Blue Jays, el color del cielo (el medio donde vuela Pan) al que el chico lanza sus bolas y es precisamente una de ellas la que libera al Peter olvidado relegado a la sombra. Campanilla viste tono piel siendo pequeña y es de un plata transparente luminoso cuando se hace grande; se camufla en sí como protección y cuando se muestra lo hace como lo que es: una estrella brillante. Peter Pan es verde, el color de la vitalidad, de la fuerza renovada/renovadora, de la naturaleza salvaje que ama con pasión; también es verde el viento que penetra en el hogar de Wendy y simultánemente en su cena homenaje. Y los niños perdidos son multicolores primarios, símbolo de la diversion lúdica en la diversidad sin discriminaciones.

Los actores Dante Basco y Robin Williams en un fotograma de «Hook» (1991), de Steven Spielberg

Ser adulto siendo niño (nunca más cortar alas, nunca más olvidar)

Todo lo que me ha llegado tiene su origen en un crío. Yo soy ese crío, y ni quiero ni voy a prescindir de él. Ese niño me remite permanentemente a un tiempo y un lugar, y yo encantado de la vida de ir y volver.
José Sacristán

Peter es abogado y vive absorbido por su trabajo. Casi no tiene tiempo para estar con su familia y cuando supuestamente participa de la vida de los suyos está más pendiente de las constantes llamadas de su móvil relativas a sus negocios que a lo que ocurre. Su hijo Jack es el que más sufre la ausencia del padre, lo reclama constantemente; cuando Peter incumple su promesa y no llega a tiempo al partido de béisbol en el que juega Jack, este se decepciona profundamente. Su mujer Moira y su hija Maggie lo vivencian apenadas, la primera intenta hacérselo ver a Peter pero no consigue que cambie su actitud.

Él es un adulto que ha olvidado el niño que fue y es, su hijo es su propia imagen en el espejo familiar que no sabe, no puede o no quiere contemplar. Peter le dice a su hijo que ya es hora que crezca cuando viajan a su hogar de infancia en Londres. Ese regreso a casa con toda su familia actual le abre la posibilidad de recordar y reconocerse. Es síntoma de sus resistencias el que se confunda de puerta y tenga que ser Moira quien se la indique.

Allí vive Wendy, mujer entregada a la causa de dar cobijo a los niños huérfanos. Peter fue uno de ellos. La atmósfera que se respira en su hogar es de pura libertad y amor. Las ventanas siempre están abiertas sin rejas ni protecciones, como símbolo de confianza e integración en la vida incluso más allá de lo conocido. La abuela Wendy les dice a todos que respeten su regla: mientras esten allí ninguno puede crecer.

En la cena homenaje a Wendy, Peter le agradece todo lo que ha hecho por tantos niños huérfanos, la facilidad (allí se atasca) que tiene para amarlos. En ese atasco, como en los “lapsus linguae” habla la verdad de lo que hay tras la máscara que adoptamos. Peter no sabe amarlos plenamente porque no sabe amar a su niño, hacerlo feliz. Ha optado por olvidarlo, lo ha desterrado y tendrá que recuperarlo.

Jack le explica a la abuela que su padre entra en acción cuando una compañía está en apuros y si opone resistencia, él la hace picadillo; y Wendy le dice con asombro a Peter que se ha convertido en un pirata. En otra escena Rufio, el nuevo líder de los niños perdidos, comenta que “todos los adultos son piratas y que ellos se dedican a matar piratas”. Se sabe que los piratas siempre roban, así los adultos piratas despojan la inocencia e imaginación propia y la de muchos con los que se relacionan. Los niños perdidos lo están por el olvido y la dejadez de demasiados adultos que priorizan la razón, de este modo cortan las alas a las personas.

Garfio se apodera de los hijos de Peter para forzarle a regresar y ser Pan. Mientras los niños perdidos enseñan a Peter a recordar/volar/imaginar/crear como niño, Garfio educa a sus hijos para que odien a su progenitor. El capitán les explica que sus/los padres no quieren a los niños a causa de que siempre estan pidiendo (dicen yo, mío, ahora), así les explican cuentos para callarlos, engañarlos, dormirlos… Y que antes de que nacieran, sus padres eran más felices porque eran libres. Hay gente que parece creer que cuando se comparte la vida con otros se pierde libertad, como si la libertad (o el amor, o la felicidad) se empequeñecieran al repartirse; así se pierden lo mejor que es la expansion vital que acompaña al dar y darse a los que se aman.

Jack duda sobre su progenitor y Garfio le recuerda que Peter no fue a su partido de beísbol comentándole que es un padre ausente que no tiene valor para salvarle. Le dice que ahora podrá hacer todo lo que quiera, y le organiza un partido en su honor. Durante el partido, Peter ve como Garfio le está robando el amor de Jack pretendiendo sustituirle. Cuando los piratas corean erróneamente “corre a casa Jack” al confundir el orden de las palabras de su pancarta, el chico para y se acuerda de su familia; y al invertir run home por home run que significa “carrera” Jack sigue jugando (muy simbólico y significativo, un nuevo “toque” Spielberg) Y le dá un golpe ganador a lo que Garfio grita “mi Jack, hijo”, Peter se marcha dispuesto a cambiar para poder liberar a sus hijos y aunque no sea consciente también liberarse a sí mismo.

Peter recuerda a su olvidada mama y la ve proyectando su futuro académico como abogado y padre de famillia siendo él solo un bebé, al oírla decide escaparse. Tenía miedo porque no quería crecer ya que la gente al crecer llega a creerse que algún día tiene que morir. Peter se da cuenta al recuperar su osito de bebé de porque regresó al mundo “real”, decidió crecer a pesar de todo porque quería ser padre. Este es su pensamiento feliz que le permite al fin poder volver a volar, pelear y alular (los tres lemas de los niños perdidos).

Garfio atrapa a Peter en una red y este llama a sus niños perdidos dicíendoles que se preparen para mostrar la luz que tienen dentro a lo que Garfio replica a los suyos que recuerden los fuegos del infierno que los forjaron. A mi parecer, dos formas de entender la luz necesaria para comprender que son igualmente válidas y a la vez complementarias; el infierno como las vivencias duras en la vida que si se entienden nos iluminan y si sabemos cuidar esa luz en nosotros obtendremos beneficios para todos.

Vemos lucha entre los piratas y los niños, estos juegan divirtiéndose y logran vencerlos. Peter recupera a sus asombrados hijos, Jack le dice que quiere volver a casa. Pero Garfio inmobiliza a Peter y le dice que ser Pan es solo un sueño y despertará pronto como el ejecutivo egoísta que es en realidad. Peter se zafa con el apoyo moral de todos y vence al capitán diciéndole que merece morir, pero Maggie le pide ir a casa y que lo deje estar porque es “un viejo malo que no tiene mamá” Peter se gira con sus hijos momento en el que Garfio le ataca a traición clavándosele su garfio en el totem cocodrilo-reloj que le cae encima engulléndolo, sus últimas palabras son precisamente “quiero a mi mami”. Peter ha recuperado a su niño y así a sus hijos, en el fondo ha sido un juego como entiendo que es la vida, un juego a menudo extraño que se comprende mejor con la mirada de niño sin edad.

La sinrazón de la razón (libertad gracias a la imaginación)

Lo que es mágico para la razón finita es la lógica del infinito.
Sri Aurobindo

La película nos transmite el mensaje de que la razón actua como un corsé que limita la expansion del libre pensamiento imaginativo. Cuando queremos razonar, definir, medir, etiquetar una flor la reducimos; cuando viéndola nos dejamos llevar nos convertimos en artistas creativos músicos, poetas, cantantes, cómicos, actores, novelistas, pintores, escultores, bailaores, fotógrafos, cineastas, deportistas, etnólogos, perfumistas, cocineros… La imaginación nos libera y nos hace únicos e irepetibles, no hay métodos ni formulas porque a cada cual le sale de dentro en aquel instante sin más. Y esa imaginación sin límites es la del niño que no tiene ni quiere saber de supuestas realidades comprobadas. Un niño vivencia y ya está. Así cuando Maggie le muestra a Peter con ilusión su flor de juguete diciéndole que huele bien y este le contesta que es de papel, el padre está cortando las alas a su hija. Como tantos adultos, Peter al ser incapaz de abandonar la razón y entrar con su hija en el campo infinito de la imaginación donde no hay reglas, corta sus alas y este tipo de actos repetidos a lo largo de la infancia de demasiadas niñas y niños son los que crean niños perdidos, niños olvidados, felicidades truncadas en pos a lo razonable, establecido o “correcto”. Felicidades truncadas en muchas personas de todas las edades que repercuten en la vision del mundo de buena parte de nuestra sociedad.

Algunas “pinceladas” sobre el poder expansivo de la imaginación que aparecen en la película.

Wendy le cuenta a la pequeña Maggie que el comienzo de las hadas fue cuando el primer bebé humano rió por vez primera, su risa se rompió en mil pedazos y todos salieron volando. El poder de la inocencia en la risa espontánea, el más grande poder capaz de romper casi todo tipo de barreras de la razón adulta. El trobador, el cómico puede hablar y cuestionar más cosas que la mujer o el hombre serios/razonables. Esto hoy en día aún parece ser así excepto en algunos casos de extrema intolerancia bien conocidos por todos.

Smee le explica a su capitán perplejo al no reconocer al Peter ejecutivo como Pan, que este estuvo tanto tiempo lejos de Neverland (el país de la imaginación) que se le ha estropeado la mente y lo ha olvidado todo. Genial descripción, a mí entender, lo de la mente estropeada.

En la escena de la cena de Peter con los niños, comen y beben lo que se imaginan en un juego que el Peter ejecutivo no entiende ni acepta. Este se enfada y a través del insulto surge un poco del niño Pan. Y así consigue materializar su primer deseo. Los niños lo ven, le dicen a un sorprendido Peter que ha conseguido utilizar su imaginación y se alegran de que juegue con ellos. A veces los caminos para llegar a la liberación se nos abren a través del enfado que nos permite soltar lo retenido u olvidado en nuestra cárcel, el lugar escondido donde guardamos a nuestro niño con todo lo que creemos incorrecto.

Trueno (uno de los niños) le dice a Pan que Tootles (su compañero de infancia que aún vive con Wendy) también estaba perdido y le da sus canicas. Al final del film, Peter se las entrega y este se alegra al comprobar que no había perdido sus pensamientos felices; lo vemos volar saliendo por la ventana diciéndoles a todos que aprovechen cada día (vivir el presente, lo que hace un niño).

Los actores Dustin Hoffman y Bob Hoskins en una escena de «Hook» (1991), de Steven Spielberg

El tiempo, ese aliado

El hilo del tiempo teje permanentemente en su rueca la urdimbre y la trama que son los soportes para conocer lo atemporal, lo eterno.
Federico González Frías

Peter y su familia viajan a Londres a casa de la abuela Wendy. La primera imagen al llegar muestra el big ben por la noche y nevando a la vez que oímos a Moira diciéndole “ha pasado mucho tiempo”. El big ben como símbolo del tiempo y la nieve asociada al recogimiento en el hogar.

El capitán Garfio le teme al tiempo, por eso rompe todos los relojes. Le dice a Jack que así todo está bien. Mucha gente teme o no acepta el paso del tiempo, y como el pirata luchan en su contra quizás esperando dominarlo o eliminarlo. La obsesión por los tratamientos estéticos o la propensión a poner fotografías de bastantes años atrás en los perfiles de las redes sociales son algunas evidencias de ello. A menudo tras esa lucha está el miedo a la muerte en su versión más aceptada: la muerte física. Hay otras personas que aunque no siempre estemos de acuerdo o no la comprendamos en toda su significación, procuramos adaptarnos a ella. Pero antes de la muerte física está la psicológica. Por experiencia, entiendo la necesidad de la muerte o las muertes psicológicas en uno mismo dentro de esto que denominamos vida.

El tiempo es el factor principal que permite estas muertes en la vida, es el que ayuda a entender lo que nos ocurre, es el que nos puede ofrecer distancia y perspectiva para ver lo que hay. Y así se nos brinda la posibilidad de regeneración necesaria para vivir más de acuerdo con uno mismo, para mejorar nuestra vida y de paso la de nuestro entorno.

Garfio envejece psicológicamente porque no ha cuidado ni cuida a su niño, todos tenemos un niño que quiere y necesita expresarse. El capitán muere desapareciendo sin dejar rastro, tragado por el tiempo al que tanto teme y que está simbolizado en la película mediante el totem-cocodrilo.

A modo de conclusión

Cuando Peter asume que fue, es y será Pan vence al tiempo al mantener su mirada y su corazón siempre de niño. No importa la edad física que se tenga, el tiempo puede notarse en nuestras arrugas y/o achaques que tal vez limiten la movilidad; pero si sabemos mimar a nuestra niña o niño el alma no se arrugará. Es una actitud en donde la luz de la esperanza por pequeña que sea permanece siempre viva a pesar de las circunstancias, una actitud que permite encarar mejor las adversidades, una actitud que nos posibilita la comprension desapegada para poder empatizar con todos (como hace Maggie con Garfio).

Vivimos en una tierra extraña y a menudo grotesca donde se tiende a cortar las alas a casi todo lo diferente, rompedor, libre… en pos del control, la planificación, la adecuación a las normas… Afortunadamente nuestra niña o niño sigue siempre vivo, en ocasiones ahogado o asfixiado pero se va dejando oír y sentir. Y cada vez somos más los que nos damos cuenta y hacemos todo lo posible para darle aire, y al hacerlo gozamos de los beneficios que nos aporta. Gracias a esa acción de amor a uno mismo, podemos vivenciar nuestra vida y las de los nuestros y así lograr que vivir sea una aventura increíblemente inmensa tal y como dice Peter al final de la película.

Bibliografía: Diccionario de símbolos y temas misteriosos de Federico González Frías, Editorial Libros del Innombrable en versión web

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