El amor tratado desde su ángulo enfermizo, siempre trae filmes interesantes. Y este lo es. En su estructura bebe mucho de otras películas como «Dead Rings» de David Cronenberg, «Solo te tengo a ti», de Laetitia Colombani y de la clásica relación entre paciente y psicólogo que ya hemos visto en comedias o series reconocidas como «Los Soprano». Se estrena hoy en Chile.
Por Rodrigo Torres Quezada
Publicado el 30.8.2018
La película El amante doble, del director galo François Ozon, es una película francesa que nos narra la historia de una joven mujer con trastornos mentales que decide hacerse una terapia con un psicólogo del cual se enamora. Sin embargo, este tiene un gemelo el cual buscará seducir a la mujer llevándola a una escalada de un erotismo desenfrenado.
El amor tratado desde su ángulo enfermizo, siempre trae filmes interesantes. Y este lo es. En su estructura bebe mucho de otras películas como Dead Rings de Cronenberg, Solo te tengo a ti de Laetitia Colombani y de la clásica relación entre paciente y psicólogo que ya hemos visto en comedias o series reconocidas como Los Soprano.
Por otra parte, en las últimas décadas el cine francés ha experimentado mucho con respecto a un cine que mezcla lo grotesco con lo psicológico, creando grandes obras como Martyrs, Frontiers o À l’intérieur, cuyo visionado siempre logra crear todo tipo de reacciones que van desde el asco hasta la tristeza más amarga. En el caso de El amante doble hay un juego interesante relacionado al uso de los elementos del thriller psicológico mezclado con escenas grotescas a las que a la vez se les ha insertado mucho erotismo.
Sin embargo, es aquí donde la película presenta un fallo: al querer unir todos estos elementos, provoca una caída en el guión en cuanto a cuál de todos estos factores darle más prioridad. Asi, el clímax final resulta un poco “tramposo”. Con este último término nos referimos a películas que desean dejar en el espectador la duda de a qué se refería tal o cual acto, ¿de esto se trataba la película, o no?, ¿estuvimos engañados todo este tiempo?, etcétera. Este recurso es muy trabajado en otros filmes, por ejemplo en Identity de James Mangold. Pero en El amante doble resulta forzado, e incluso podría “adivinarse” lo que va a ocurrir.
Lo mejor de El amante doble, radica en la actuación de Marine Vacth, quien de verdad se nos presenta como un personaje lleno de problemas mentales que necesita ayuda. Sus escenas eróticas son violentas y reflejan una animalidad que quiere hacer hincapié en lo primitivo del ser humano. De ahí que la película juegue con la dicotomía clásica que todos llevamos dentro: orden y caos. Así, estos gemelos amantes de la protagonista, al igual que los gemelos de Dead Rings, se presentan como el juego de los contrarios que sumirá a la protagonista en el abismo de su propia mente, atacada por los fantasmas del pasado. ¿Quién vencerá? ¿La lógica y la cordura a través del cariño y el amor? ¿O el animal salvaje que seduce mediante el sexo y la violencia?
Tráiler:
Rodrigo Torres Quezada (Santiago, 1984) es egresado del Instituto Nacional “General José Miguel Carrera” y licenciado en historia de la Universidad de Chile. Ha publicado los libros de cuentos Antecesor (2014) y Filosofía Disney (2018) bajo el sello Librosdementira. También ha dado a conocer distintos relatos de su autoría en La Maceta Ediciones (2017) y la novela titulada El sello del pudú (Aguja Literaria, 2016). Lanzó, asimismo, el volumen de ficción Nueva narrativa nueva (Santiago-Ander, 2018), y obtuvo el primer lugar en el concurso V versión Cuéntate algo de Biblioteca Viva (2012). El año 2016, en tanto, se quedó con el primer lugar en el I Concurso Literario del Cementerio Metropolitano.