En 1561 el rey Felipe II decidió establecer en esta ciudad la Corte de forma permanente y convertirla así en la capital de España. El centro político del país había estado antes en Toledo (Toletum, en latín) o donde se encontrara la residencia del monarca de entonces.
Por Sergio Inestrosa
Publicado el 10.2.2019
Ayer por la tarde he recorrido Madrid desde una perspectiva “arqueológica”, es decir tratando de descubrir en la ciudad actual las distintas capas de los diversas épocas por las que la urbe ha pasado y que la han ido conformando para volverla la capital actual. Si el guía no ha mentido o yo no lo he mal entendido todo empezó con los árabes en el siglo IX, los moros se dieron cuenta de que se podía sacar provecho del río cobrando un peaje por pasar a través de ese lugar, de esta forma se estableció un pequeño fuerte, en donde está hoy el Palacio Real, y el líder que se emplazó en ese lugar cobraba los impuestos por pasar el puente hacia el otro lado del Río Manzanares.
El guía nos ha llevado a observar los restos de la muralla de esa primera etapa de lo que es hoy la ciudad de Madrid, nombre que por cierto proviene del árabe mağrīt y que más o menos se puede entender como “arroyo matriz”, refiriéndose al río, junto al cual se fundó esta primera fortificación. Esta muralla si usted visita la ciudad está justo detrás de la catedral de la Almudena (otro nombre que vine del árabe al-mudayna, y que puede ser traducido como “la ciudadela”) y por ese camino se terminó dando nombre a la Virgen que se supone se encontró Alfonso VI de León en la muralla; así Almudena es la virgen patrona de la ciudad. (El lector seguramente recordará que la mayoría de las palabras que en castellano comienzan con “al” son de origen árabe).
La segunda etapa en el desarrollo de la ciudad ocurrió posiblemente en 1083, a manos del mismo rey Alfonso VI, quien tomó definitivamente la villa, probablemente un par de años antes de ser reconquistada la ciudad de Toledo. Los cristianos expanden la urbe desde lo que es hoy la catedral de la Almudena (antigua villa árabe) con dirección a lo que en la actualidad es la Puerta del Sol, es decir hacia arriba y alejándose del río. Con el guía hemos visto los restos de la mezquita que después fue convertida en la iglesia de Santa María y hemos visitado otras iglesias en especial la de San Juan Bautista (de la que quedan pocos restos y que acogió los restos mortales del famoso pintor Velázquez). Después hemos avanzado siempre hacia arriba y hemos visto la plaza De la Villa, donde estuvo el cabildo hasta muy recientemente, antes de ser movido a un edificio ubicado en la Puerta del Sol. Hemos pasado sin prestar mayor atención a la casa de Calderón de la Barca.
Para este entonces (1561) el rey Felipe II decidió hacer establecer en Madrid la Corte de forma permanente y convertirla así en la capital de España. El centro político del país había estado antes en la ciudad de Toledo (Toletum, en latín) o donde se encontrara el rey. Siempre avanzando hacia arriba por la calle Mayor, hemos visitado también la Plaza Mayor, que fue un mercado en aquellos años (1617), y la cual estaba ubicada anteriormente en las afueras de la ciudad y donde se celebraban, además, los famosos juicios de la inquisición. Hoy la plaza Mayor está en pleno centro de Madrid. Así, hemos visto cómo la plaza fue modificada con los años y también hemos visitado el restaurante más antiguo del mundo “El Botín”, que se ubica calle abajo.
Después visitamos la plaza ubicada en la Puerta del Sol. En 1766 se construyó la Casa de Correos (actualmente el edificio de la Municipalidad de Madrid). Se afirma que la plaza como la vemos hoy fue configurada en esos años. Por último hemos visitado la puerta de Alcalá (1778, y que fue construida por el rey Carlos III en sustitución de una puerta del siglo XVI) y que se encuentra en la plaza Independencia, justo afuera del parque de El Retiro.
Lo interesante de esta visita “arqueológica” es que escapa al recorrido normal de un turista que llega a la ciudad: este tipo de trayecto guiado intenta descubrir las distintas etapas históricas por las que ha pasado Madrid y cómo ha ido cambiando con el paso del tiempo. Esta forma de conocerla, además, nos muestra la vitalidad de la ciudad y las luchas por el poder que en su desarrollo ha experimentado y cómo los vencedores han ido legitimando e imponiendo su estilo arquitectónico por sobre las opciones estéticas de los vencidos.
Claro está que antes de los árabes otros pueblos pasaron por Madrid sin que se decidieran a habitarla; hay evidencias de que la calle Mayor -que después se convierte en la calle de Alcalá- fue previamente un antiguo camino romano.
Sergio Inestrosa (San Salvador, 1957) es profesor de español y de asuntos latinoamericanos en el Endicott College, Beverly, de Massachusetts, Estados Unidos, además de redactor permanente del Diario Cine y Literatura.
Crédito de las imágenes utilizadas: Mirador Madrid (https://www.miradormadrid.com/).