«Brian, el nombre de mi país en llamas», de Diego Ramírez: El Chile que nadie nombra

Probablemente este libro sea la mejor crónica de un tiempo donde el fascismo arremete como nunca contra la diversidad sexual, y el riesgo literario y la profundidad que implican su lectura del mundo, lo transforman en un volumen insoslayable a fin de configurar la sociedad nacional que aspiramos a construir de cara al siglo XXI.

Por Héctor Hernández Montecinos

Publicado el 5.4.2019

Diego Ramírez Gajardo (1982) es uno de los poetas actuales más vitales e ineludibles en Chile. Su poesía está reunida en, hasta ahora, dos volúmenes. El baile de los niños (2005) que fue un libro previsor de lo que vendría con el movimiento estudiantil, donde pudo sintetizar desde la diferencia y lo minoritario de esa lucha que es vida y obra a la vez que darle voz a una sensibilidad que emergía en las zonas menos transitadas del campo cultural.

Las nuevas estéticas, comunidades y socializaciones son sus materiales, pero sobre todo los materiales de un Chile que hasta hoy no se ha podido leer ni entender en su cabalidad salvo por las fisuras que su obra propone. La fiesta es el espacio que se ofrece como el fracaso de la luz, de lo iluminado, de la ilustración de clase.

Por su parte, Brian, el nombre de mi país en llamas (2015) profundiza y personaliza ese triunfo invertido, pero a la vez le da un nombre a esa derrota que es ese país en llamas. Brian es antes que todo una persona, un muchacho parte de una historia de amor, pero a la vez es el signo de un presente. Su origen, sus gustos, su vida es la imagen de una batalla entre el capital y el deseo. Probablemente este libro sea la mejor crónica de un tiempo donde el fascismo arremete como nunca contra la diversidad sexual.

La poesía de Diego Ramírez en un momento le habló al futuro, a la utopía por un presente, ese momento somos todos nosotros. Además su «Carnicería Punk» es el centro cultural alternativo donde se forjan las más radicales y nuevas escrituras de la actualidad mientras que «Moda y pueblo», el proyecto editorial que publica un corpus negado por la historia oficial. Actualmente sus poemas están en varias antologías fuera de Chile, hay tesis sobre su obra y de hecho, hasta se montó una obra de teatro con su libro.

Diego ha hecho tanto por el presente donde conviven transexuales, travestis, chicos y chicas con VIH, personas excluidas de la sociedad por la que lucha y es un ejemplo y referente para una parte del medio literario que siempre ha quedado fuera. Su obra llega donde otras no llegan y nombra lo que para muchos es mejor no decir. El riesgo literario y la profundidad de su lectura del mundo lo hacen un poeta insoslayable en lo que estamos construyendo como siglo XXI.

 

 

 

El poeta Diego Ramírez

 

 

Héctor Hernández Montecinos

 

Diego Ramírez es escritor y periodista, magíster en estudio de género y cultura en América Latina de la Universidad de Chile, gracias a una Beca de Perfeccionamiento de escritores otorgada por el Ministerio de las Artes, las Culturas y el Patrimonio (2012). En 2009 cursa el diplomado de periodismo cultural y crítica literaria en la misma universidad.

A los 17 años es ganador del Primer Premio en los “Juegos Literarios Gabriela Mistral” de la Ilustre Municipalidad de Santiago (1999). Obtiene cuatro veces la Beca de Creación Literaria del Fondo del Libro del Ministerio de las Culturas (2003-2005-2007-2012), y también las becas de la Fundación Pablo Neruda, la Fundación Mustakis y de la Biblioteca Nacional.

Ha publicado Corazoncito noche (2002), El baile de los niños (2005), Mi delito (2009) y Ayer conocí a Freddie Mercury (2014) y participado en Encuentros Literarios en Sao Paulo, Ciudad de México y Buenos Aires. Junto a su obra escrita, Diego Ramírez se interesa por desarrollar nuevas modalidades de formación, edición y gestión, es director del Taller y Editorial Moda y Pueblo en La Carnicería Punk, y en talleres de Literatura en Balmaceda Arte Joven. Coautor de la dramaturgia de Coraje corazón y Rita, junto a Priscilla Guerra, obra de teatro montada por la compañía de teatro Carniceras. Brian, el nombre de mi país en llamas, fue adaptada al teatro, con el mismo nombre y la dirección de Sebastián Ayala. Brian, el nombre de mi país en llamas fue publicado por Ceibo Ediciones el año 2015.

 

 

Crédito de la fotografía a Diego Ramírez: Camila Ramírez.

Crédito de la fotografía de Héctor Hernández Montecinos: Sigo Pablo Pineda García.

Crédito de la imagen destacada: Afiche del montaje Brian, el nombre de mi país en llamas en la Sala Antonio Varas del Teatro Nacional Chileno.