El montaje -que se exhibe hasta el próximo domingo 28 de julio en el Teatro del Puente- es una extraña combinación entre teleserie melodramática, noticiero y serie de ciencia ficción, en donde ovnis, personajes bizarros, una detective underground, recortes de diarios, escenas que se repiten cíclicamente, e incluso un discurso del Ex Presidente Aylwin, son puestos en una juguera teatral, cuyo gran acierto es la capacidad de reflexión y análisis que genera.
Por Jessenia Chamorro Salas
Publicado el 24.7.2019
El montaje Lucecitas en el cielo en cartelera desde el 28 de junio hasta el 28 de julio en el Teatro del Puente, es una obra escrita por Cristián Cristino (La niña monstruo, 2016), dirigida por Mario Monge (Patrici[d]io, 2017), y cuyo elenco de actores está compuesto por la multifacética María Paz Grandjean, junto a Juanjo Acuña, Andrea Giadach, y Rocío Canales.
Lucecitas en el cielo es una metáfora que condensa, desde mi perspectiva –a lo menos– tres significados, por un lado, las posibles abducciones extraterrestres; por otro, las referencias a estrellas de la pantalla chica, memorabilia de los 80´; y por último, esa ilusión de que el retorno de la democracia traería luz y esperanza a la oscuridad de los crímenes del pasado dictatorial, a modo del “arcoíris” que simbolizó la campaña del Plebiscito de 1988.
El hilo conductor que entreteje la trama dramática del montaje son las desapariciones. En el contexto de fines de la década de los 80´, la TV transmite una teleserie que captura la atención de los espectadores, quienes detienen su rutina cada tarde con el propósito de saber quién mató a Patricia, personaje de La madrasta (Arturo Moya Grau), sobre la cual todos hablan. Paralelamente, en el Chile real acontecen una serie de desapariciones, menos misteriosas, más trágicas, pero sobre las cuales nadie se atreve a hablar a viva voz, por el peligro inminente que aquello conlleva.
Mientras, aparecen en la prensa noticias de ciertos enigmáticos sucesos de carácter ufológico que han ocurrido en el norte del país, y que han dado rienda suelta a una serie de especulaciones pseudo científicas y elucubraciones propias de la ciencia ficción. Todas desapariciones en un mismo período, pero atravesadas por distintas causalidades, algunas ficcionales, otras crudamente reales, y muchas que, hasta el día de hoy, no tienen explicación. Desapariciones que titilan como lucecitas en el cielo, tratando de guiar el posible descubrimiento de la verdad, de investigaciones que revelen finalmente: ¿quién mató a Patricia?, ¿existen las abducciones extraterrestres?, ¿dónde están todos aquellos DD.DD.?
Lucecitas en el cielo es una propuesta escénica en que destaca la aplicación de técnicas y estrategias dramático–teatrales, a modo de ejercicio teórico-práctico, entre las que se encuentran, el trabajo documental, a través de la proyección de noticias y videos que sirven de material que contextualiza la obra y la sustenta con archivos reales; la incorporación de referencias a la cultura popular, mediatizada durante la Dictadura por la relevancia que adquirió la TV, la cual jugó el rol de ocultamiento de la información por medio de una programación importada de EE.UU., el show estival del “Festival de Viña”, y las teleseries que capturaban la atención del público, quien olvidaba o se mantenía ajeno, gracias a la “pantalla chica”, todo lo que ocurría en las calles y centros de detención. Además, otra de las estrategias que conjuga el montaje es la estética del melodrama, guiño hacia las teleseries chilenas y a un género que permite el humor y la caricaturización en sus personajes.
De este modo, el montaje aborda el pasado reciente de la Historia de Chile, conjugando estrategias y géneros en su formato, así como también, ahondando en la (im) posibilidad de decir el trauma, en la dificultad de enhebrar un discurso articulado sobre los hechos traumáticos sobre los que fuimos testigos o protagonistas. En otras palabras, Lucecitas en el cielo problematiza el testimonio, la capacidad que tienen las víctimas de contar lo que vivieron, a la vez que cuestiona la capacidad de los investigadores que escarban en la verdad, dado que la presión a la cual, en ocasiones, pueden someter a las víctimas –como Marcia lo hace– asemeja en parte a los métodos de tortura ejercidos de los interrogatorios, y dificulta el esclarecimiento de la verdad.
El dramaturgo Cristián Cristino, busca ahondar en esta pieza en: “la memoria histórica, la reflexión y la narración de dicho pasado, junto con la incorporación de nuevas perspectivas para estos relatos” [1], posibilitando no solo el poder hablar sobre aquellas desapariciones que se cruzaron durante la década de los ochenta, sino que también, la reflexión y el análisis de aquello, considerando la distancia temporal y el bagaje informativo–documental del que se dispone actualmente, contribuyendo a la re–construcción de la memoria reciente de Chile, y colaborando con una narrativa sobre el período de Transición que aun no acaba por completarse.
En este sentido, Lucecitas…, a través de la articulación de distintas estéticas y estrategias, cruza también las formas de la memoria (histórica, colectiva y personal), sus pliegues (encubrimiento, ocultamiento) y reversos (olvido y desaparición). En relación con este aspecto, su director, Mario Monge, explica: “Lucecitas es una obra que, al poner en cuestión nuestra memoria como individuos y como sociedad, pone a distintas generaciones a reflexionar sobre sus propios recuerdos o vivencias sobre un proceso histórico determinado”.
Lucecitas… es una extraña combinación entre teleserie melodramática, noticiero y serie de ciencia ficción. En donde ovnis, personajes bizarros, una detective underground, recortes de diarios, escenas que se repiten cíclicamente, e incluso un discurso del Ex Presidente Aylwin, son puestos en una juguera teatral, cuyo resultado es un pastiche que, a ratos cansa por el exceso de aplicación teórica, pero que envuelve en una propuesta escénica cuyo gran acierto es la capacidad de reflexión y análisis que genera, y su talón de Aquiles, un desenlace poco logrado en términos escénicos (personajes extrañamente enmascarados y la aparición de una “doble”), que no aportan a la apuesta general de la pieza.
Citas:
[1] En: https://www.teatrodelpuente.cl/espectaculos/lucecitas-en-el-cielo/
Jessenia Chamorro Salas es licenciada en lengua y literatura hispánica de la Universidad de Chile, profesora de lenguaje y comunicación de la Pontificia Universidad Católica de Chile, magíster en literatura latinoamericana de la Universidad de Santiago de Chile, y doctora (c) en literatura de la Universidad de Chile. Igualmente es redactora estable del Diario Cine y Literatura.
Ficha técnica:
Dirección: Mario Monge.
Elenco: María Paz Grandjean, Juanjo Acuña, Andrea Giadach y Rocío Canales.
Dramaturgia: Cristián Cristino.
Producción: Mónica Drouilly Hurtado.
Asistencia de dirección: Sebastián Cárez-Lorca.
Diseño integral: Laura Zavala.
Diseño sonoro: Daniel Marabolí.
Comunicaciones, prensa y redes sociales: Ricardo Higuera.
Desde el 28 de junio hasta el 28 de julio 2019.
Sala: Teatro del Puente, Parque Forestal sin número, entre puentes Pio Nono y Purísima, metro estación Baquedano.
Viernes y sábado a las 21 horas, domingo a las 20 horas.
Duración: 1 hora y 10 minutos aproximadamente.
Mayores de 12 años.
Valores: $6.000 entrada general, $4.000 tercera edad y $3.000 estudiantes. La boletería del teatro abierta 1 hora antes de cada función.
Crédito de las fotografías utilizadas: María Laura Barrios.