En una presentación dividida en dos partes temáticas y musicales claramente diferenciadas: la Sinfonía Nº5, del alemán Franz Schubert, y la partitura de idéntica numeración y opus del compositor ruso Sergei Prokófiev, la agrupación perteneciente a los cuerpos estables del Ceac de la Universidad de Chile y dirigida por el maestro estadounidense Leonid Grin, regresó a su primer escenario histórico con un sonido limpio, estructurado, voluminoso y en adecuada relación a la estética de las piezas ejecutadas por el programa, en una cartelera que abarcó desde el siglo XIX hasta la primera mitad de la centuria pasada.
Por Jorge Sabaj Véliz
Publicado el 4.12.2017
Franz Schubert (Viena, 1797 – Viena, 1828). En solo 31 años este prolífico músico compuso nueve sinfonías (incluida una inconclusa). En esta oportunidad se presentó la Quinta Sinfonía en Si bemol mayor, D 485, terminada en 1816 y estrenada trece temporadas después de su muerte.
1) Sinfonía Nº 5 en Si bemol mayor, D 485
Primer movimiento, Allegro: Los violines primeros toman el protagonismo con el tema de apertura. Los vientos permanecen en segundo plano. Los contrabajos presentaron un sonido más opaco que en otras oportunidades. El juego con el oboe no lució detrás de la masa de cuerdas.
Segundo Movimiento, Andante con moto: Nuevamente los violines presentan el tema en mezzopiano junto a los bajos acompañando con un buen sonido. Los cornos con su presencia dan el color requerido por el andante. En general la orquesta suena más equilibrada. Muy bien logrado el segundo tema de oboe y flauta con un tenue acompañamiento de bajos y violas dándole un carácter de vals bucólico. También lucieron los cambios dinámicos sugeridos por la dirección del maestro Leonid Grin.
Tercer Movimiento, Menuetto: Allegro molt, El tema es expresado en un unísono de cuerdas con variaciones. A los chelos les faltó presencia en sus líneas solistas. El segundo tema es un vals donde destacó el sonido uniforme de los vientos. En general el tempo del movimiento estuvo preciso y bien logrado.
Cuarto movimiento, Allegro vivace, En el inicio el tema es enérgicamente expuesto por los violines. Las cuerdas graves adquieren más protagonismo. La fuga en forte sacó lo mejor de la orquesta. Cambios dinámicos repentinos bien ejecutados y elegante final.
En el escenario del Teatro Municipal de Santiago, la Sinfónica Nacional de Chile se escuchaba como una auténtica orquesta clásica.
Serguéi Prokófiev (Sóntsovka, 1891 – Moscú, 1953)
2) Sinfonía Nº 5 en Si bemol mayor, Op. 100: La obra fue estrenada el 13 de enero de 1945 en el Gran Hall del Conservatorio de Moscú por la Orquesta Sinfónica Estatal de la URSS dirigida por el mismo Prokófiev.
Primer movimiento, Andante: El tema es desarrollado por violines primeros, contrabajos y bronces. Luego se adueñan de él las distintas secciones instrumentales incorporándole diversos recursos expresivos. A medida que avanza el movimiento se va desintegrando el tema principal para ser finalmente bombardeado por la percusión en un tutti fortísimo y un crescendo súbito.
Segundo movimiento, Allegro marcato: Comienza con el tema expuesto directamente en una fuga por violines primeros y maderas con acompañamiento de percusión. Ritmo frenético y juego con los distintos timbres instrumentales. El segundo tema es presentado por el oboe y luego desarrollado por violas y cornos para derivar en un vals frenético. Vuelven sobre él las trompetas con pizzicato de cuerdas. Movimiento lleno de matices, acelerandos y variaciones sobre el tema. Final abrupto.
Tercer movimiento, Adagio: Se inicia con tema dramático llevado por las cuerdas agudas acompañada por las graves. Constantes diálogos entre cuerdas y bronces. Uso de elementos rítmicos expresivos. Se sucedían marchas patéticas con entradas disonantes y expresivas con frases líricas de violines. Cada color orquestal tenía su espacio y su momento. Termina plácidamente.
Cuarto movimiento, Finale, Allegro giocoso: Esta vez el tema lo desarrollan, en un comienzo, cornos y violines para posteriormente pasárselo a los chelos. Cambios rítmicos que se combinan con las variaciones al tema principal. El ritmo es el elemento unificador del movimiento. El tema y contratema se desarrolla progresivamente por las distintas secciones de instrumentos. La percusión no hace sino subrayar la presencia del elemento rítmico. La orquesta responde bien a las indicaciones de su director titular, quien nos presenta un Prokofiev revisitado por la Sinfónica con toda la particularidad de su orquestación.
El próximo concierto de la temporada 2017 del recinto de calle Agustinas será en la fecha doble del lunes 11 y martes 12 de diciembre, a las 20:00 horas, cuando la Orquesta Filarmónica de Santiago, bajo la conducción del maestro ruso Konstantin Chudovsky, abordará con el título temático de «Amor brujo», piezas del chileno Luis Advis, del compositor español Manuel de Falla y del músico francés Maurice Ravel.
Crédito de las fotografías: Sergio López Isla, del Municipal de Santiago, Ópera Nacional de Chile