En la tradición de la mayor lírica hispanoamericana, tenemos el honor de dar a conocer en las páginas virtuales de «Cine y Literatura», la obra de un creador argentino, que pese a su corta edad, ya se instala entre los grandes de nuestra lengua, con versos como estos, dedicados a quienes vivimos insertos en la violencia moral y económica de los países situados al sur del Río Grande: “Una vida sin poesía me asusta mucho mas”. Luego de la reseña crítica se acompaña una selección de esas bellas estrofas, cedidos especialmente por su autor para este Diario.
Por Tamym Maulén
Publicado el 26.11.2019
Erotomanía (2018) es el segundo libro del poeta cordobés Darío Carlos Dassie (DCD, 1986). Ya antes había sorprendido con La rabia es mi mejor poesía (2012), ambos publicados por el sello editorial PorNos. En esta segunda entrega tuve la suerte de participar, desde la distancia, en el proceso de edición del libro y aquí expondré algunas ideas que surgieron de la lectura de estos poemas, a modo de una prescindible guía de ruta para quien desee entrar en este nuevo proyecto que nos propone su autor.
La definición de la RAE nos dice: “Erotomanía: Med. Enajenación mental causada por el amor y caracterizada por delirio erótico”. La abreviatura Med. alude a un término médico. Nos enfrentamos entonces a una obra que, en apariencia, intenta unir dos mundos: el de la literatura y la medicina.
Erotomanía es el diario poético de un erotómano. Su personaje principal, anónimo e intemporal, nos cuenta su historia de enajenación desde la soledad de sus cavernas. El hablante se expresa desde la pérdida, su objeto amado se ha ido para siempre y la vida ha devenido en una muerte continua. “La vida terminó”, dice, y ahora “me convertí en un taxidermista de recuerdos”. DCD manifiesta, de entrada, un ejercicio de despersonalización del habla en una “otra voz”, lo que produce un giro interesante respecto a la escritura más evidentemente autorreferencial de La rabia es mi mejor poesía. Leer Erotomanía con este código de despersonalización, permite sumergirse en los textos con más precisión e ingresar al dramático y exagerado tono que DCD nos manifiesta intencionalmente.
El libro se inicia con una cita de Raúl Gómez Jattin, el poeta más desconocido y quizás el más importante de los poetas colombianos contemporáneos. Invocar a Jattin no es casual: él representa al poeta maldito par excellance, una criatura que escandalizó a la provincia colombiana encarnando todos los tópicos de la impudicia y la autodestrucción y cuya condición de marginal fue la materia prima de toda su poesía. Raúl Gómez Jattin vive en su cuerpo como un condenado y del estudio de sí mismo nace su propia poética: “Despreciable y peligroso / eso ha hecho de mí la poesía y el amor”. En arranques de completa lucidez y sentando a la belleza en las rodillas, proclama: “la poesía es la única compañera / acostúmbrate a sus cuchillos / que es la única”. Así, en Erotomanía la figura del maldito emerge también como un autoflagelante, con la diferencia que esta propia megalomanía es el objeto mismo de sus lamentos: “Penumbra / en silencio dame tu piedad / Redime el atisbo soberbio / en mis ojos / Arranca el falo del egoísmo / que se aquieta en la caverna”. DCD admira a Jattin y su eterómano personaje lo encarna a su modo.
Al buscar referentes en esta poesía, a ratos críptica y dramática, la figura de Juan Luis Panero (hermano de Leopoldo María) aparece manifiesta en su cadencia musical y melancolía, en su fraseo verbal y su distancia estética respecto de sus objetos amados. También hallamos semejanzas en Mayakovski al meditar sobre esta angustia y urgencia existencial que el personaje sostiene a lo largo de los poemas, aunque no en el tono, que es sin duda menos arrojadizo y vehemente que en el poeta ruso. Incluso Jorge Teillier, con su nostalgia sempiterna puede ser un buen aliado a la hora de buscar conexiones en fondo y forma de este libro, que incluso nos recuerda por pasajes el universo musical de Nick Cave. Atmósferas que va formando la lectura, uno de los logros de esta obra.
Difícil aventurar una proyección en la poética de DCD. Erotomanía es muy distinto de su trabajo anterior. Sin embargo, el germen de este libro se haya en el tema central de La rabia es mi mejor poesía, donde el autor-personaje tiene un evidente conflicto con la poesía: le grita, la insulta, la quiere y la odia, es el reflejo de su mundo interior. En Erotomanía este tópico se replica, esta vez, en el objeto de deseo: una “ella” desaparecida pero que continúa presente pese a todo, dando comienzo al drama: “una plegaria como un susurro de sangre / se filtra por las persianas de la razón / el pecado nunca muere: / Te necesito”.
No hay medicina ni enfermedad en Erotomanía. Hay un personaje que busca salida. Un poeta cuyo destino es la poesía. “Qué suerte tuvimos los dos / de que yo me creyera poeta”. Este tópico literario aparece en otro de los referentes generacionales para DCD, el escritor Augusto Orta Córdoba. Uno de sus libros —Sin poesía no merecen vivir— manifiesta, en su título, su propia estética. Porque no asusta la vida con sus innumerables asesinatos cotidianos, lo que no es aceptable es vivir sin la poesía. Incluso, una vida dolorosa es tolerable. No asusta la vida, insisto, se le encara, se le da pelea, pero una cosa es peligrosa, una cosa sí da verdadero miedo. Y no es la muerte en sus múltiples formas. No asusta que pase el tiempo, que desaparezcan los amores, que no halla empleo ni que nuestros países corruptos sigan impunemente violentándonos. No asusta esta muerte en vida, poeta: “Una vida sin poesía me asusta mucho mas”.
Erotomanía (2018)
I
Es invierno
caen las mudanzas negras
del atardecer
Pájaros sofocan su agonía
contra los vestidos del aire
El cielo desmonta su corona
El frío como una muerte de huesos
dibuja arabescos
blindando el bloqueo
de la ausencia
Carnaval
temblores secos
un hombre solo parado sobre la nada
Es invierno
y cae
el atardecer.
II
Ruido
un aire nos transfigura el rostro
Silencio
alguien, algo, muere
No hemos sido nosotros
aún no nos ha tocado
solo sentimos el ruido
y temblamos.
VII
La neblina alcanza a dar
un débil forcejeo
al escalofrío del futuro en la ventana
te observo intentando sin fortuna
contactar con los muertos
en algún mundo paralelo
me pregunto el por qué
de una vulgaridad que asesina
¿qué dejaste que te hiciera este vacío
a vos, la inexpugnable?
mientras como un caracol de ausencia
el aire inválido se arroja
con impaciencia mórbida
a los pies de la cobardía
No es que suplique
un amor que no me tienes
Es que sin tu tinta
se me acaban los poemas
Y una vida sin Poesía
me asusta mucho más
que el escarnio
de una muerte sin mentiras.
XIII
La confirmación del cuerpo
espera en la noche otro atentado.
XXV
Ahora que la carne es precipicio
dan ganas de caer
aunque el suelo no nos reconozca.
VI
Es mi enfermedad
mi ser corrupto
mi desangelada imprecisión
Las esculturas de la realidad
indican que nunca supiste de mí
ningún ornamento de tu mirada
tocó el espacio que yo intentaba
Pero sin la certeza de una esperanza
que nunca me dio cobijo
el infierno de esta pesadilla
no hubiese perdonado grito
en el amanecer de mi garganta
Gracias dulce supernova
diosa de las galaxias
Tu indiferencia
me dio la carne de un amor
para que en el suicidio
de una boca de aire
mis labios respiraran.
Es mi enfermedad
mi ser corrupto
mi desangelada imprecisión
Las esculturas de la realidad
indican que nunca supiste de mí
ningún ornamento de tu mirada
tocó el espacio que yo intentaba
Pero sin la certeza de una esperanza
que nunca me dio cobijo
el infierno de esta pesadilla
no hubiese perdonado grito
en el amanecer de mi garganta
Gracias dulce supernova
diosa de las galaxias
Tu indiferencia
me dio la carne de un amor
para que en el suicidio
de una boca de aire
mis labios respiraran.
Darío Dassie (Córdoba, 1986) ha publicado los libros La rabia es mi mejor poesía (Ediciones PorNos, 2012) y Erotomanía (Ediciones PorNos, 2018). En 2011, recibe el Primer Premio del Concurso Nacional “Fundación Pablo Neruda” organizado por la Universidad Nacional de Córdoba y La Fundación Pablo Neruda (Chile), representando al país por primera vez para Argentina en el Taller Latinoamericano de la Fundación Pablo Neruda.
Desde 2012, es parte del Proyecto «Lea Pornos» (Laboratorio de Escritura de las Américas), iniciativa a nivel continental de difusión de la lectura y la escritura destinado a toda la sociedad que consiste en talleres de escritura creativa con la publicación de un libro bajo una metodología distinta y única, el libro colectivo que es de todos y es nadie, ya que se configura como un solo autor. El proyecto ha sido declarado de interés y apoyado por diversas entidades de renombre en ocho países de Latinoamérica, llegando también a realizarse en Alemania y China (www.leapornos.com). En 2019, ingresa al proyecto cultural «Casa Taller» ubicado en barrio Ducasse donde se producen y gestan actividades culturales diversas, artes plásticas, música, escritura, teatro, performance, etcétera.
Crédito de la imagen destacada: Daríos Carlos Dassie (DCD).