Un asalto ocurrido en 1965 en Buenos Aires conecta a cuatro personajes. La obra del novelista argentino Ricardo Piglia es llevada al teatro por la compañía «Teatrocinema» con una cuidada y multidisciplinaria propuesta que atraviesa el cine noir y el cómic.
Por Sofía Miranda Valdebenito
Publicado el 17.1.2020
«Los que huyeron son sujetos peligrosos, antisociales, homosexuales y drogadictos».
Ricardo Piglia en Plata quemada
«Nosotros, pequeños artesanos burgueses, nosotros que abrimos con nuestras honradas ganzúas las niqueladas cajas registradoras de los pequeños negocios, somos devorados por los grandes empresarios, detrás de los cuales están las grandes instituciones bancarias. ¿Qué es una llave maestra comparada con un título accionario? ¿Qué es el asalto a un banco comparado con la fundación de un banco…?».
Bertolt Brecht, en La ópera en tres centavos
La trama se expone someramente así: un asalto a un camión transportador de valores reúne a cuatro sujetos en la provincia de Buenos Aires, en 1965. Para cometer el delito hubo negociaciones y pactos que convocaron a políticos, policías y los mismos asaltantes, pero la cadena del pacto mayor se corta y los maleantes deben huir, lo que origina una fuga hacia Montevideo, Uruguay. El asedio policial es brutal y, finalmente, logran la captura de la banda, pero antes de ser apresados los ladrones deciden quemar el botín.
Esta es una historia de suspenso: su ritmo es voraz, vertiginoso y desquiciado. Sus protagonistas se articulan con una heroicidad sobrehumana que conmueve y enternece a los espectadores, e incluso esa misma cualidad es la que augura la catástrofe final. Por medio de los asaltantes se revela la actividad del crimen desde una perspectiva en que esta casi sirve como propaganda de la propiedad privada, esto dado que desde Marx los criminales: “rompen la monotonía y la seguridad cotidiana de la vida burguesa” (en Historia crítica de la teoría de la plusvalía, de Karl Marx) produciendo organización policial, justicia penal, profesores en derecho, abogados, cárceles, etcétera. Mas el asunto es: ¿qué ocurre si ese dinero robado es quemado por los mismos ladrones?
El acto final ejecutado por el Gaucho Dorda abre la fisura y desafía las bases de la sociedad burguesa que se sustenta en los cimientos del valor de la propiedad privada y el poder económico. Al quemar todo el botín que habían conseguido se rompe la cadena de vida del dinero y, con ello, se desestructura el sistema completo.
«Y después de todos esos interminables minutos en los que vieron arder los billetes como pájaros de fuego quedó una pila de ceniza, una pila funeraria de los valores de la sociedad».
Ricardo Piglia, en Plata quemada
La compañía Teatrocinema despliega la historia con una estética marcada fuertemente por el cine noir y el cómic, en donde la experimentación multimedia arremete comprometiendo no solo la visualidad del relato, sino que también como encuadre vocal de los hechos. Primeros planos, planos secuencia, desenfoques, viñetas… son parte de los recursos con que el equipo técnico —compuesto por áreas de creación multimedia, storyboard, iluminación, modelado 3D, animación 2D y 3D y dibujo— arma el espacio del montaje; y esta es una obra donde el espacio reina. No olvidemos que antes de ser llevada al teatro Plata quemada es una novela del escritor argentino Ricardo Piglia que fue publicada por primera vez en 1997; consideremos que desde la última mitad del siglo XIX se acrecentó notablemente la espacialización en la narrativa, y con ello la descripción prolija de los lugares como manifestaciones materiales del espacio en su diégesis. Por lo tanto, que Teatrocinema escoja adaptar esta novela para realizar una poderosa muestra del dominio escénico que tienen, no es azarosa ni casual; y si hablamos del resultado de esta apuesta, podemos afirmar que se logró con creces: nadie en el público pudo quedarse sentado al aplaudir a los actores al final.
Plata quemada se exhibe hasta el domingo 26 de enero a las 19:30 horas en la Aldea del Encuentro ubicada en Avenida Alcalde Fernando Castillo Velasco Nº 9750, La Reina. Los valores de las entradas van desde los $5 mil 600 y hay descuento para estudiantes, jóvenes y adultos mayores.
Sofía Miranda Valdebenito (1983) es escritora, editora y traductora. Cursó licenciatura en literatura hispanoamericana (Universidad de Chile) y traducción inglés-español (Instituto Chileno Británico). Su primera obra literaria —El orden de la tierra— es parte del catálogo 2020 de Ediciones Filacteria.
Ficha técnica:
Autor de la novela: Ricardo Piglia.
Guion: Teatrocinema, Zagal y Sofía Zagal en colaboración con Montserrat Quezada.
Dirección general: Zagal.
Asistencia de dirección: Laura Pizarro y Sofía Zagal.
Elenco: Christian Aguilera, Daniel Gallo, Esteban Cerda y Julián Marras.
Dirección de arte: Vittorio Meschi y Max Rosenthal.
Dirección técnica: Luis Alcaide.
Diseño integral: Teatrocinema.
Música original: Zagal.
Diseño de iluminación: Luis Alcaide.
Diseño banda de sonido: Teatrocinema.
Storyboard: Vittorio Meschi.
Diseño multimedia: Mirko Petrovich.
Modelado 3D y animación 2D-3D: Max Rosenthal.
Dibujo y animación 2D: Vittorio Meschi.
Posproducción: Vittorio Meschi y Max Rosenthal.
Operador multimedia: Lucio González.
Operador iluminación: Luis Alcaide.
Sonidista: Juan Ignacio Morales.
Diseño de vestuario: José Luis Plaza.
Producción: Sally Silva y Teatrocinema.
Crédito de las imágenes utilizada: Antonio Zagal.