El último crédito audiovisual de Alejandro Fernández Almendras —en la cartelera local desde este jueves 23 de enero— representa un cambio en relación al resto de su filmografía: esta cinta se rodó en la República Checa, su fotografía se encuentra íntegramente en blanco y negro, y su historia dramática se centra en la atormentada emocionalidad de su personaje principal (un director de teatro).
Por Alejandra Boero Serra
Publicado el 24.1.2020
«Las personas amadas son bocetos de cuadros posibles».
Hugo von Hofmannsthal
«Renacer nunca ha estado más allá de mis fuerzas».
Colette
El estreno (2019), como se traduce al castellano (The Play, en inglés y HRA, en checo cuyo significado es «el juego») es la última película del director chileno Alejandro Fernández Almendras, rodada en la República Checa (entre Praga y Kladno), en tiempo récord (sólo dos semanas), hablada íntegramente en checo —idioma que el director no domina—, en blanco y negro y con un modesto presupuesto. Una co-producción entre Chile, Francia y República Checa, este filme es un precioso homenaje al cine de autor de los 60 en ese país mitteleuropeo.
La cinta cuenta la historia de un joven director de teatro, padre y esposo (Jirí Mádl) que decide, en un pueblo dominado por un poco sensible establishment cultural, adaptar Fedra de Eurípides mientras trata de coordinar su sueño artístico con su vida conyugal. Durante los ensayos los actores principales se van bajando del cartel hasta que aparece la actriz «perfecta» —Karolina (Elizaveta Masimová)— con quien mantendrá una historia de amor de una complejidad y ambigüedad que pone en entredicho la vieja y ya perimida masculinidad en pos de una llena de matices y de contradicciones, que en definitiva es uno de los objetivos del cineasta: «La cinta reflexiona sobre la nueva masculinidad… Quizás es su tema más importante, la compleja relación en su rol como padre, pareja y trabajador. El mundo de hoy no es como el que era hace 30 o 40 años, donde el padre proveedor no tenía como parte de sus tareas hacerse cargo de la crianza de los hijos, donde el novio no tenía por qué preocuparse de cómo expresar sus propios sentimientos y respetar y atender a los de su pareja. Hoy en día no es sólo la mujer la que tiene un doble rol como madre y trabajadora, el padre también ha pasado a cumplir una doble función, y esto es para muchos de nosotros algo muy complejo» , Fernández Almendras dixit.
Esto está muy bien retratado en el personaje de la pareja (Marika Soposká) que sabe que su proyecto personal es tan importante como el de ser madre y esposa. Es por eso que los personajes femeninos en esta obra están muy lejos del amor romántico en que la mujer languidece en la espera y desespera en las demandas siempre insatisfechas. Y lo que se pone en escena dista mucho de la moda políticamente correcta, no hay lugar para la impostación sino para una genuina empatía de la psicología de las protagonistas y los retos de la femineidad del siglo XXI. Las disidencias entre la política y la gestión cultural es otro tema que se esboza confirmando un tópico universal: el arte es una espina en los flancos del poder y por eso cuando no logra someterlo lo censuran o lo destruyen. Tampoco aquí las idealizaciones del artista que resiste, sí la certeza que vale la pena apostar por los sueños y ser leal al deseo. Y es éste, el deseo, el que tiñe esta película donde se aúnan temas que traspasan fronteras en donde la autenticidad y los tonos bajos no hacen más que resaltar el clima íntimo, anacrónico —un valor extra de este cine de artesano que abreva en una tradición que no se agota y siempre trae a lo esencial—, teatral y vital.
Alejandro Fernández Almendras en El estreno da un giro en su cinematografía (Huacho, Sentados frente al fuego, Matar a un hombre, Aquí no ha pasado nada, Mi amigo Alexis) apostando a una producción europea con un equipo de colaboradores —chilenos y checos— que acompañan el tema y el desarrollo del filme como Inti Briones en la fotografía y Hynek Drizhal en la dirección de arte. Mención especial las sensibles y precisas actuaciones protagónicas y la banda sonora con temas de Shostakovich, Ravel, Brahms, Mozart entre otros genios para puntuar un melodrama que seguirá reverberando cuando los cortos 93 minutos finalicen.
El estreno es una muestra acabada de lo que el cine chileno está dando a la filmografía no sólo del país, sino que también del continente. Así como Fernández Almendras fue reconocido en festivales como el Sundance con Huacho y Matar a un hombre, y ha sido un representante en los Oscar los Goya no dudo que este último trabajo le reditúe nominaciones y premios además del acompañamiento del público que busca en el cine actual historias que conmueven en lo emocional e intelectual. Chile cuenta con una tradición poética que está dignamente representada en películas como esta.
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Alejandra M. Boero Serra (1968). De Rafaela, Provincia de Santa Fe, Argentina, por causalidad. Peregrina y extranjera, por opción. Lectora hedónica por pasión y reflexión. De profesión comerciante, por mandato y comodidad. Profesora de lengua y de literatura por tozudez y masoquismo. Escribidora, de a ratos, por diversión (también por esa inimputabilidad en la que los argentinos nos posicionamos, tan infantiles a veces, tan y sin tanto, siempre).
Tráiler:
Imagen destacada: El estreno (2019), de Alejandro Fernández Almendras.