Vivimos al parecer más preocupados del ¿cómo?, en vez de entender realmente el ¿para qué? Volvemos a repetir ciertos sucesos, o desaciertos realizados en otras épocas, producto de nuestra escasa información. Construimos inconscientemente agujeros negros para escapar de aquellos aspectos del pasado que nos son incómodos o poco afortunados.
Por Carlos Ravest Letelier
Publicado el 20.1.2018
Durante el primer fin de semana de enero se realizó la inauguración de la trigésimo sexta versión de la Feria Internacional del Libro de Viña del Mar. Instancia que organiza la Cámara Chilena del Libro, y que patrocina la Ilustre Municipalidad de Viña del Mar, en conjunto con la Corporación Cultural de la Ciudad Jardín, colaboran El Mercurio de Valparaíso y el Consejo Nacional de la Cultura y de las Artes.
El domingo 7 de enero, en la tarde noche, le correspondió a la escritora chilena Nona Fernández presentar sus reflexiones relativas a sus trabajos literarios, y del momento actual que vive el Chile contemporáneo. En base a su texto “La dimensión desconocida”, Fernández efectuó un interesante análisis sobre la relación existente entre pasado, presente, y futuro: “No es posible construir un futuro cercano, si no se parte conociendo quiénes somos, de dónde es que venimos, cuál es la carga cultural que arrastramos”, aseguró.
Fernández se pregunta por el fundamento de los “agujeros negros”, en la vida de las personas. ¿Cómo es que surgen ciertos agujeros negros, que marcan generaciones completas de compatriotas? A veces dichos agujeros, entendidos básicamente como puntos de entrada desde un lugar x, y salida desde un lugar z, pueden ser síntomas de procesos de descomposición, producto de la falta de organización y resolución de las demandas político y sociales. Otras veces, pueden ser el reflejo de algo más profundo a nivel macro: de campos magnéticos, y de tipos de corrientes.
El inventor de origen serbio Nikola Tesla en una de sus confesiones, reconocía abiertamente que gran parte de sus hipótesis y deducciones, provenían del contacto directo con ondas cerebrales de otros planetas. La comunicación inalámbrica, tuvo su génesis en el contacto con otras civilizaciones. ¿Es posible que las personas actualmente, padezcan una serie de eventos, producto del contacto con dimensiones que nos son desconocidas?
¿Poseerán aquellas dimensiones desconocidas, herramientas que nos sean útiles para enfrentar nuestra vida cotidiana de manera más eficiencia y creativa? Karl Jaspers reflexionando sobre la vuelta hacia al origen, señalaba que este retorno se podía distinguir mediante una serie de sensaciones: vértigo, desconcierto, ansiedad. El exceso de velocidad del Chile contemporáneo, tiende a relacionarse con la pérdida de información a nivel genealógico. Vivimos al parecer más preocupados del ¿cómo?, en vez de entender realmente el ¿para qué? Volvemos a repetir ciertos sucesos, o desaciertos realizados en otras épocas, producto de nuestra escasa información. Construimos inconscientemente agujeros negros para escapar de aquellos aspectos del pasado que nos son incómodos o poco afortunados.
El inconsciente colectivo, pendiente de todo lo que sucede en la denominada modernidad líquida (Zygmunt Bauman), apunta con el dedo a una serie de sensaciones ajenas al individuo, que se mezclan en su cotidianidad: asco, náusea, irritación, ansiedad, insaciabilidad. Parecido a la peste cristal de los niños, los chilenos lentamente se han ido contagiando de una sensación de molestia profunda, sin lograr distinguir con claridad la parte y el todo. Cae el dólar, las bolsas rebotan, el cobre alcanza precios históricos, y los chilenos no logran estabilizar sus estados de ánimos, y el consumo y el endeudamiento se disparan por su parte.
La pregunta de Nona Fernández por el sentido de la vida, es vital para entender el significado subyacente detrás de la variabilidad de los estados de ánimos en el Chile contemporáneo. Detrás de la anestesia del carrete juvenil, el lujo tecnológico de las universidades privadas, el parque automotriz y la especulación inmobiliaria -que logran maquillar a ratos la ausencia de dimensiones fundamentales para el desarrollo humano integral- se encuentran: la sencillez, la lealtad, el criterio, la sutileza, la multifuncionalidad.
Imagen destacada: La escritora y actriz nacional Nona Fernández mientras camina por la Plaza de Armas de Santiago