El título del escritor estadounidense recientemente fallecido es una novela breve pero contundente, un libro triste y hermoso que nos muestra la desolación desde una perspectiva en la cual el amor parece ser la única vía de escape, por más esquivo y lejano que se encuentre.
Por Cristián Brito Villalobos
Publicado el 2.4.2020
Todo comienza con la muerte. Michael Reed, un joven profesor universitario, está completamente solo en el mundo luego del fallecimiento de su esposa e hija en un accidente automovilístico. Han pasado años, y si bien las cosas han seguido un rumbo relativamente normal, Reed continúa su vida con el dolor a cuestas. Ese desgarro pocas veces lo evidencia, mostrándose como un personaje retraído, cuyos pensamientos divagan en un torbellino de cuestionamientos sobre el sentido de la vida, la muerte y la figura de Dios.
En El nombre del mundo (publicada originalmente en 2000), Denis Johnson, escritor de culto estadounidense, narra la historia de un duelo, de un hombre que ha sido amputado y que a tientas intenta sobrellevar el dolor. El trabajo en algo lo ayuda a evadirse, pero la evocación constante del pasado en familia lo carcome. Reed parece caminar por el mundo sin una ruta definida. Esta rutina errante lo lleva a conocer a Flower Cannon, una joven estudiante y artista de performances a la que ve en un obra teatral generando en él un sentimiento que parecía sepultado y que finalmente se convierte en la combinación perfecta entre conquista sexual y el recuerdo de su hija muerta.
Cannon le abre una puerta de escape al tormento. Reed vuelve a ser feliz al contar con alguien, pues la amistad es su principal vínculo, pero la relación estrecha que se genera deriva en un encuentro de almas en constante búsqueda de algo que desconocen pero que parecen finalmente hallar.
Uno de los puntos altos de esta novela es la manera en que Johnson articula la trama, con una prosa pulcra que comienza relatando el asunto desde un equilibro emocional del personaje principal para luego descender lentamente al infierno del sufrimiento. Se trata de un texto intenso, emotivo, doloroso, pero al mismo tiempo hermoso, donde un hombre se ve obligado a enfrentar sus fantasmas e intentar continuar viviendo en un mundo que para él ya no es el mismo.
Una novela breve pero contundente. Un libro triste pero hermoso que nos muestra la desolación desde una perspectiva en que el amor parece ser la única vía de escape, por más esquivo y lejano que se encuentre. Un libro muy recomendable.
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Cristián Brito Villalobos (Antofagasta, Chile, 1977), además de poeta y escritor es periodista titulado por la Universidad Católica del Norte y magíster en literatura de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Imagen destacada: El escritor Denis Hale Johnson (1949 – 2017).