Premiada en la última edición del Festival de Cine Fantástico de Sitges, este filme es una potente fábula en torno a dos adolescentes que se encuentran y huyen juntos, ella padece alucinaciones y él se enamora de esa chica con ataques de violencia. Personajes brillantemente interpretados por Fantine Harduin (Gloria) y Thomas Giori (Paul), sus caracterizaciones y la extraordinaria fotografía de Manuel Dacosse encumbran el trabajo del realizador belga. La película forma parte del catálogo del Atlántida Film Fest 2020, exhibición online muy recomendable del audiovisual europeo que se ofrece hasta el 27 de agosto en la plataforma Filmin.
Por Jordi Mat Amorós i Navarro
Publicado el 12.8.2020
«El amor es una maravillosa flor, pero es necesario tener el valor de ir a buscarla al borde de un precipicio».
William Shakespeare
Un chico que es todo amor, ese es Paul. Lo vemos cuidando pájaros y a su agotada madre que es enfermera de un pequeño sanatorio ubicado en un bello entorno natural. Allí Paul —a pesar de estar solo y sin amigos— parece feliz en ese mimar a los pájaros y en ese contacto con la naturaleza.
Hasta que un día choca —nunca mejor dicho— con una muchacha que le impresiona, una interna de ese sanatorio que huye desesperada de sus cuidadores. Ya nada será igual, se ha encendido en él la llama del amor carnal. El amor humano en Paul estaba reservado a su madre, en su entregado ser él le leía en la cama a esa mujer también solitaria, él era su hombre. Era, porque ahora otra ha ocupado el lugar preferente en su corazón, esa otra es Gloria la joven con trastorno mental que se ha cruzado en su tranquila vida.
A pesar de que será advertido del riesgo de relacionarse con esa bella chica, Paul seguirá encontrándose con su amada y acabaran huyendo juntos. Un bello e inquietante viaje de dos adolescentes en el que Paul irá descubriendo las brumas de esa joven atormentada, las brumas que bellamente plasma Dacosse en el simbólico paisaje fluvial por el que viajan.
Son una pareja antagónica, encarnan los opuestos que se atraen y se necesitan: él un chico todo amor incapaz de matar a una mosca y ella una chica que tiene alucinaciones que la convierten en joven violenta. Paul en su bondad jamás se ha revelado, ha asumido el cuidar de una madre casi como si fuera su pareja, queda en evidencia esa dependencia en ella, en sus celos al percibir el interés del hijo por Gloria. La bella joven lamentablemente es vista como indeseada competencia, un inquietante ver que —dicho sea de paso— es demasiado común en las relaciones paterno y filiares.
Así que esa huida es para ambos la búsqueda de la anhelada libertad. Paul —de forma inconsciente— desea ser el pájaro emancipado de esa relación demasiado estrecha que es su dulce jaula. Y Gloria intenta zafarse de lo que entiende como enemigos externos y que en realidad anidan en ella misma: no son los sanitarios ni su familia, es su mente la que le persigue y le traiciona. Paul irá descubriendo y vivenciando esa peligrosa verdad, y a pesar de todo en su inmenso amor seguirá al lado de esa joven atormentada, seguirá —como bien expresa la cita shakesperiana— al borde del precipicio…
Gran película esta, increíbles interpretaciones las de sus jóvenes actores que llenan la pantalla cual estrellas consagradas con su expresivo ser y estar. Y gran belleza de imágenes en las que se vivencia la naturaleza salvaje con sus luces y sus sombras. Estamos en ese río de vida, estamos en esa barca de tránsito de la niñez a lo adulto, estamos en el incierto balanceo entre la cordura y la locura en el que navegan. Un balanceo en el que todos —en mayor o menor medida— nos movemos en esta extraña experiencia que es el vivir.
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Jordi Mat Amorós i Navarro es pedagogo terapeuta por la Universitat de Barcelona, España, además de zahorí, poeta, y redactor permanente del Diario Cine y Literatura.
Tráiler:
Imagen destacada: Barbara Hellemans en Adoration (2019)