El ya desaparecido saxofonista alto norteamericano logra en este disco —que acaba de relanzar Blue Note Records dentro de su serie Tone Poet Series— un sonido que resulta inconfundible, pues parte de su sello característico tiene que ver con una entonación que bordea lo agudo, percusiones atrevidas y una energía artística que invitan a moverse al ritmo de las notas.
Por Carlos Arriagada Zubieta
Publicado el 22.9.2020
En 2019, Blue Note Records, probablemente el sello con el mejor y más contundente catálogo de Jazz en el mundo, decidió contratar al productor Joe Harley y al ingeniero Kevin Gray para desarrollar uno de sus proyectos más ambiciosos a la fecha: lanzar una partida de vinilos de 180 gramos, masterizados desde sus cintas originales y en calidad audiofila. ¿El resultado? Sencillamente espectacular y lleva por nombre Tone Poet Series.
A la fecha han visto la luz más de 30 títulos, que incluyen a Chick Corea, Joe Henderson, Lee Morgan, Herbie Hancock, Duke Ellington, Grant Green, Wayne Shorter y Chet Baker, entre otros. Pero me interesa detenerme en el reciente lanzamiento de Jackie McLean y su disco It’s Time.
El arte de este álbum, realizado por Reid Miles en 1964, es probablemente uno de los más icónicos y memorables de Blue Note Records, los signos de exclamación que se dispersan por la carátula son un llamado de atención a lo que experimentamos durante los casi 43 minutos que dura el disco.
Jackie Mclean (1932 – 2006), saxofonista alto, logra un sonido que resulta inconfundible, pues parte de su sello característico tiene que ver con una entonación que bordea lo agudo, percusiones atrevidas y energía que invitan a moverse al ritmo de las notas.
Para este trabajo el neoyorkino juntó a una banda soñada: Herbie Hancock en el piano, el gran Cecil McBee en el bajo, Roy Haynes en la batería y Charles Tolliver en trompetas, produciéndose un resultado que se exhibe con autoridad: las secciones rítmicas tocan notas entrecortadas, los solos demuestran la calidad y la extroversión de los músicos para improvisar a sus anchas y donde principalmente se enfatiza la interacción entre ellos y la química que entre ellos se generó.
Mención aparte es la referida a la calidad del vinilo, una chaqueta gatefold muy bien cuidada, con fotografías en papel brillante y un prensado tranquilo en que no se aprecian ruidos de fondo, mientras que la separación y aire de los instrumentos otorgan la impresión de atestiguar a la banda tocando en vivo en el living de nuestro propio hogar; ¿No es eso lo que buscamos a la hora de hacer girar un disco en la aguja? Bueno, Jackie Mclean otorga ese regalo.
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Carlos Arriagada Zubieta (Viña del Mar, Chile, 1980) es periodista de profesión y melómano por naturaleza.
Imagen destacada: Blue Note Records.