Una de las voces herederas, de la mejor tradición lírica hispanoamericana, hace llegar al diario «Cine y Literatura», interrumpiendo su auto exilio en la localidad de Isla Negra, un conjunto de versos suyos desconocidos, y otros, los menos, apenas divulgados. ¿Requiere presentación la autora?: Nacida en la ciudad de La Habana, Cuba, en 1967, es poeta, narradora, pintora y ensayista. Ha publicado más de doce libros, entre los que se cuentan «Sílabas. Ecce Homo», «El remoto país imposible», «Duro de roer», «Los amores del mal», «Parloteo de sombra» y «Las pulsaciones de la derrota». Parte de su bibliografía ha sido traducida a los principales idiomas, e incluida en numerosas antologías de poesía en castellano, a nivel intercontinental. En 2011 obtuvo la beca Guggenheim, y en 2014 le fueron otorgados -doblemente en Chile- el premio Altazor de las Artes, y el galardón a la mejor obra publicada por el Consejo Nacional del Libro y la Lectura. Desde esta tribuna, saludamos a quien consideramos una verdadera «hermana de sangre».
Por Damaris Calderón Campos
Publicado el 2.09.2017
MI CORAZÓN ES UNA TRAMPA PARA OSOS
Mi corazón es sordomudo
Mi corazón es una trampa para osos
De mi corazón la gente entra y sale
Como la sangre por una arteria
Mi corazón es borracho
( bebe el día y lo transforma en alcohol)
( bebe la noche y la transforma en destilado)
Mi corazón es un incendio
Es el viento
Mi corazón es una ola
se repliega y arrasa.
es un pirómano
Es una flecha
(se atraviesa a sí mismo).
Es un minutero
una bomba
un cuentamillas.
Es hereje
Es zurdo
Es una víscera
Amorosa.
Mi corazón es un niño
Al que le falta la respiración.
CASA DE DEMOLICIONES
Esta ventana estas macetas
Cierran la calle
Estas flores se pudrieron
Se quedaron flotando ahogadas
Esta hierba
Se convirtió en maleza
Esta silla se hizo leña
Esta cama dejó de respirar
Este cuchillo se oxidó
En esta mesa se juegan solitarios
Estos ceniceros
Se estrellaron contra la pared
Estos libros se usaron
Para encender la estufa
Este diario
Para envolver la comida del perro
Aquí la luz entra
Cabizbaja
Pidiendo perdón.
TROPA
No sigo a Buda
No sigo a Kant
No sigo a Cioran
No sigo a Kierkegaard
No sigo a Mahoma
No sigo a Cristo
No sigo a Marx
No sigo a Mao
No sigo a Lenin
No sigo a Hitler
No sigo a Mussolini
No sigo a Roosevelt
No sigo a Trump
No sigo a Putin
No sigo a Rousseau
No sigo a Breton
No sigo a Rimbaud
No sigo a Pound
No sigo a nadie
Y mi sombra me sigue
OSCURO
Es la entrada en la noche
su vientre oscuro redondo
su boca que todo lo traga lo succiona
lo escupe
sus ubres flacas de perra
de mujer que ha perdido a sus hijos
es la noche ojos de caballo
la noche de las fogatas de los vagabundos
la noche cicatriz
brebaje alcohol costurones
frazadas hediondas
hombres que duermen y respiran y mueren de frío
con un hilo de saliva corriéndoles por los labios
hombres solos mujeres solas
que se voltean hacia el otro lado
como si hubiera otro lado una tibieza
y no la noche su garganta su gangrena
su pierna amputada
sus pisadas cojas vacilantes
y no la noche su resaca su orilla
sus alcantarillas sus falsos puentes
su tendido eléctrico mentiroso
la noche desbocada
que nadie puede amansar
ojos de caballo la loca
OSCURO
Un bar es también un acuario una pecera
la orilla donde el pez peleador y el pez gordo
pierden kilos y branquias y bronquios
y el silencio y la charlatanería alternan
como dos púgiles
un bar es tan misterioso tan inexplorado
como el fondo del mar
su fauna marina
sus especies en extinción
en el bar se sueñan los horrendos los hermosos crímenes
y los asesinos se duermen y despiertan y el coraje es más corto
que la vida de una estrella de mar.
En las mesas del bar
hechas de la madera que botó la ola
los hombres huelen a las algas marinas que se pudren.
Y se aferran a la noche con sus ventosas
y al aguardiente apiadado.
OSCURO
Yo no veo el día.
El día viene y se hace.
Canta el gallo se hace el día.
Hay quien hace el día
quien hace la noche.
Pasa el día saludando jovial en piernas de vecino.
Yo no lo veo.
Yo sólo veo el día en lo oscuro.
Cuando se pone negro maldito.
Cuando pasa morado dando tumbos
como un transeùnte como un hombre hinchado de vino
que no respeta que no distingue
el deseo y la violencia de su deseo
cuando se desploma como un cuerpo muerto
sobre las líneas del tren
y alguien dice aliviado:- “ ya pasó”.
(De «Las pulsaciones de la derrota», Santiago de Chile, Ediciones Lom, 2013).
KINTSUGI
Todos los días muere el día
algo se quiebra desaparece.
De leve, no se nota la pequeña muerte
las alas lastimadas del pájaro.
Kintsugi,
¿quién me mira partida al centro
espolvoreada de oro?
Aquí donde la herida lo frágil
el arte de estar roto.
Y esa palabra
sicomoro
donde recostar la cabeza y morir.
(De un libro en preparación).