El reciente libro del escritor uruguayo —una novedad de Literatura Random House— es una obra dramática en la cual su fluidez y las variadas estrategias narrativas de su prosa facilitan una lectura sin contratiempos ni mayores dificultades, a fin de disfrutar de un afiebrado y torrencial relato experimental.

Por Martín Parra Olave

Publicado el 4.11.2020

Hoy en día es poco frecuente encontrar novelas lúdicas que quieran asumir un riesgo con una narración fragmentada y con cierto carácter experimental. Los tiempos que corren prácticamente no dan espacios para grandes riesgos estéticos y dramáticos.

Sin embargo, el autor uruguayo, Juan Andrés Ferreira (Montevideo, 1978), ha construido una novela extensa y llena de peligros artísticos. El manuscrito original tenía más de 900 páginas, por lo que ante los permanentes rechazos editoriales tuvo que achicarla.

“Corté la novela en tres partes y empecé a trabajar sobre los dos personajes de la novela”, cuenta Ferreira. Es así como finalmente llega a nosotros las aventuras de Werner, un escritor con un aire enigmático y Luis Bruno, un periodista deportivo con trastornos de conducta.

En el proceso mismo de construcción debió crear mapas y tener a la mano guías que lo mantuvieran orientado para no extraviarse en la tremenda aventura que estaba llevando adelante.

Dividida en tres partes, las que a su vez contienen innumerables pequeños capítulos, la novela es una suerte de torrente que no para de fluir, “una especie de caballo salvaje” ha dicho el crítico Elvio Gandolfo, aludiendo un poco a este descontrol narrativo que se encuentra presente en la obra.

Un permanente desvarío de sus personajes conducen al lector a un enfrentamiento de posturas y cuestionamientos acerca de la vida y las cosas que se hacen. Quizás, su búsqueda apunte a revelar el absurdo en el cual vivimos permanentemente, esa idea que tan bien plasmara el escritor norteamericano David Foster Wallace.

El trabajo del escritor y periodista uruguayo, Juan Andrés Ferreira, reúne en un mismo libro dos historias salteñas, que si bien es cierto no se mezclan, comparten el mismo universo, el mismo mundo absurdo en el que nada pareciera ser lo que dice ser.

En este sentido, tanto Werner como Luis Bruno, parecen estar permanentemente enfrascados en una búsqueda, en una aventura que les otorgue otra orientación a sus propias vidas.

El escritor Werner se la está jugando por escribir la gran novela “Salteña”, que también podría ser considerada el gran proyecto de su propia existencia, aquello que le daría fuerzas y energía para continuar vivo y haciendo algo en este planeta.

Por otro lado, el periodista Luis Bruno, luego de perder su trabajo y ser abandonado por su esposa, también se embarca en un nuevo trabajo periodístico, que le otorga a su vida una luz en su trastornado deambular.

En definitiva, un libro interesante, donde las variadas estrategias narrativas no perturban, cuya fluidez de la prosa facilita una lectura sin contratiempos ni mayores dificultades permitiendo de esta forma, disfrutar de una afiebrada y torrencial narración.

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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

«Mil de fiebre», de Juan Andrés Ferreira (Literatura Random House, 2020)

Martín Parra Olave

Imagen destacada: Juan Andrés Ferreira.