El crédito del director mexicano Michel Franco —que tiene al popular actor Diego Boneta (en la imagen destacada) dentro de su elenco— es una obra audiovisual que se adjudicó el Gran Premio del Jurado del Festival de Venecia 2020, y la cual acaba de estrenarse en Chile, a través de la plataforma de streaming de Cinemark y de Cining.cl.

Por Enrique Morales Lastra

Publicado el 14.12.2020

«Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre. /Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, /Y no conocieron la muerte hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del hombre».
Libro de Mateo, capítulo 24, versículos 37, 38 y 39

El mexicano Michel Franco (1979) es uno de los realizadores más importantes del cine latinoamericano actual, y su última entrega, Nuevo orden (2020) es una prueba de esa resolutiva afirmación.

Resistido por cierta crítica especializada, su audacia artística (y dramática) acaba de ser justamente premiada y doblemente, en el importante Festival de Venecia de esta temporada, con el León de Plata y el Gran Premio del Jurado.

Con reducidos espacios exteriores y de tramoya, el director azteca construye un filme de profundas resonancias interpretativas y distópicas en torno a la realidad de nuestro continente, ese que se extiende desde el sur del Río Grande hasta la Tierra del Fuego: un cruento estallido social, la revuelta asesina, vengativa y saqueadora que se apodera de las clases sociales menos favorecidas, y el posterior restablecimiento (que también busca saldar cuentas pendientes) de la dañada autoridad financiera y militar.

A fin de recrear y de relatar estas situaciones, la cámara del autor sigue una estrategia pulcra, sencilla, de manual, y en ocasiones hasta distante, y si se quiere, indiferente a los sangrientos e inhumanos acontecimientos que expone. Pero totalizadora y omnipresente.

La tensión anímica y psicológica se trasluce en las ambientaciones de escena y en las interpretaciones de los actores —correctas y bastante creíbles— en una personificación que puede expresar a cualquier dicotomía y enfrentamiento existente, entre potentados y grupos sociales postergados, en las distintas sociedades y repúblicas aéreas latinoamericanas, en esa expresión acuñada por Simón Bolívar, y la cual nunca envejece en su constatación empírica.

En esa obtención de una cualidad artística y dramática destacan los roles abordados por los actores Diego Boneta (Daniel) y Naian González Norvind (Marian).

Asimismo, la música incidental, una partitura original del compositor Cormac Roth, estimula en los espectadores, con su minimalismo, la sensación de presenciar un thriller político representativo de un tercer mundo que pugna con las crisis institucionales recurrentes y con sus Estados de Derecho muchas veces fallidos, asediados por la corrupción y el narcotráfico, el nepotismo y la desigualdad, por el crimen organizado, en suma.

Nuevo orden simboliza la reverberancia de un cine político de excepción, una radiografía audiovisual que quita el aliento, cercana, lamentablemente demasiado próxima, y que en México no alcanzaba tales dosis de hipérbole creativa y de ambición artística, desde que el surrealista español Luis Buñuel revolucionó la forma de pensar y de filmar, en la Centroamérica de mediados del siglo XX.

Porque como en los días apocalípticos del arca de Noé y del diluvio universal, el nuevo orden sobreviene de manera imprevista, mientras de desarrolla un fastuoso matrimonio.

El sexto largometraje de ficción de Michel Franco reafirma a su director como el heredero directo de la genial generación de artistas audiovisuales que le precede, y liderada por ese trío fantástico que componen Alejandro González Iñárritu, Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro.

Nuevo orden puede visionarse en Chile, a través de la plataforma de streaming de Cine Online de Cinemark y de Cining.

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Tráiler:

Imagen destacada: Nuevo orden (2020).