La última novela de la talentosa escritora mexicana (Editorial Anagrama, 2020), nos planta en medio del sufrimiento y de la fragilidad humana, no sin antes cuestionar las estructuras de poder que implementan severos castigos y violencia hacia las mujeres, especialmente en Latinoamérica.
Por Martín Parra Olave
Publicado el 31.3.2021
En el último trabajo de la escritora mexicana Guadalupe Nettel (Ciudad de México, 1973), hay una intensa escenificación del dolor a través de una serie de personajes que están atravesados por una situación especial: la maternidad.
De manera muy sutil, pero no menos intensa, hay un cuestionamiento y hasta una rebeldía del acto de ser madre. Sin embargo, este hecho está permanentemente cruzado por el dolor y la fragilidad de la vida.
Primero, por una madre que después de mucho batallar logra tener una hija que nace con un grave problema para sobrevivir.
Segundo, la narradora sufre una fuerte interpelación a su principio de no ser madre, al conocer a un niño que está pasando por una compleja relación con su progenitora, y quien luego de perder a su marido en un accidente automovilístico, cae en una crisis nerviosa que la lleva a una depresión.
Dudas en ambos sentidos, a favor y en contra, dolores e incertidumbres que rodean y acosan a las mujeres, y que en la novela La hija única (Anagrama, 2021) se evidencian de manera clara y estremecedora.
El dolor y la fragilidad
Una primera apuesta narrativa, parece estar enfocada en escapar al papel histórico que se le ha asignado al cuerpo de la mujer, un espacio manejado no por su propia voluntad, sino por una serie de preceptos socio-culturales, que la obligan a constituirse como “sujeto” a partir del acto de la procreación.
Sin la necesidad de caer en el panfleto o en los espacios comunes, la narración permite acercarnos a las formas sutiles de dominación y violencia que se ejerce sobre el cuerpo femenino, el que en la gran mayoría de las ocasiones no tiene la posibilidad de negarse a la maternidad, pues de inmediato se ejercen sobre ella desprecios evidentes y algunos más sutiles:
“Cuando uno es joven resulta fácil tener ideales y vivir conforme a ellos. Lo complicado es mantener la coherencia a lo largo del tiempo y a pesar de los retos que nos impone la vida”.
En este sentido, los desafíos provienen del sistema que nos va exigiendo ser de tal o cual forma a cierta edad, dejando atrás aquellos sueños o ideales que pensamos no íbamos a abandonar nunca para así no subordinarnos al poder.
Alina es la amiga de Laura la narradora, quien luego de mucho batallar logra quedar embarazada y tener a Inés, cuya expectativa de vida, a causa de una enfermedad poco común que no le permitió desarrollar el cerebro correctamente, era prácticamente nula.
La batalla que ella inicia para mantenerla con vida es sobrecogedora, pues por sus sentimientos se están cruzando permanentemente las contradicciones de si la ayuda a seguir viviendo o mejor la ayuda a morir.
Esta historia se cruza con la de la narradora, quien conoce a Nicolás, un niño que es vecino suyo y que se encuentra pasando por un conflictivo momento con su propia madre.
El acompañamiento que Laura hace del pequeño, la lleva a mirar la vida de otra manera, a darse cuenta de ciertas situaciones de las que antes no se había percatado, pues en su afán de mantener su alejamiento de la maternidad, no se había acercado a los niños.
Sin embargo: “A veces los hijos llegan sin que lo planeemos —siguió diciendo Mónica— como si alguien depositara un huevo en nuestro nido”.
La hija única (Anagrama, 2020) de Guadalupe Nettel, no hace sino confirmar el talento narrativo de la escritora mexicana, que través de una narración sencilla, pero ingresando por laberintos muy dolorosos, nos planta en medio del sufrimiento y de la fragilidad humana, no sin antes cuestionar las estructuras de poder que implementan severos castigos y violencia sobre las mujeres.
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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Imagen destacada: Guadalupe Nettel.