[Columna] «Los miserables»: La fascinante novela de Víctor Hugo

Hago votos para que usted lector vaya a la biblioteca de mayor cercanía y comience a gozar de esta obra, uno de los trabajos literarios más exquisitos que se han producido en la historia del genio humano sobre planeta, y en el cual alguna vez, ya no existirá más la vida.

Por Sergio Inestrosa

Publicado el 12.5.2021

¿Cómo hacer una reseña de un libro con tantos temas?

Se puede escribir sobre la pobreza que genera cada país, cada ciudad y sistema económico, pero, ¿cómo hace la gente para sobrevivir en condiciones tan precarias?

En el caso de Los miserables, la novela ocurre en su mayor parte en París, en este caso un intento de salir de la pobreza es a través de la revuelta, de luchar contra el gobierno con las pocas armas que se tienen.

Y este es otro de los temas de la obra, el intento de organizar una revolución a partir de la rebeldía de la gente frente, no solo a los gobiernos insensibles y a sus aparatos represivos, sino sobre todo frente a un orden que genera pobreza y donde no existe un mecanismo de redistribución de la riqueza, salvo la caridad que los individuos ejercen.

Otro de los temas, por supuesto es el amor, en varias de sus formas, el amor filial, y el amor pasional, representado en los personajes de Cosette y Marius, y otra variante que está muy presente es el de la fe, la presencia de Dios en la novela es extensa, de suyo la transformación del personaje principal obedece a motivos religiosos, a la fuerte carga que tiene en éste su conciencia.

Además hay varios elementos religiosos como un crucifijo, un colegio de monjas, iglesias, la presencia un poco breve, pero muy intensa de monseñor Myriel un santo varón que aparece muy al principio de la novela y que es el punto de partida de la conversión del personaje central del argumento, Jean Valjean.

La obra también es una ficción de aventuras, centradas en su mayor parte en la figura de Jean Valjean, un exconvicto que lucha para reintegrarse a la sociedad y que es continuamente perseguido por el policía Javert.

Como el lector podrá comprender esta es una novela extensa y con una variedad de temas interesantes para discurrir sobre ellos, de modo que iré bordando sobre estos nudos artísticos, y espero que al final el lector se encuentre motivado ir y correr a buscar esta fabulosa creación literaria.

 

El consejo de Mario Vargas Llosa

Déjeme comenzar por el motivo que escogí para leer esta novela.

Estaba yo enseñando una clase de literatura latinoamericana y el último tema que abordamos fue el del ensayo de este continente y entre otros autores le dedicamos una clase a Mario Vargas Llosa, y en una de sus conferencia el Nobel peruano habló de la novela de Víctor Hugo y cómo le había causado un fuerte impacto cuando joven, especialmente por el tema de la aventura.

Así pues, me puse a leer Los miserables y quedé muy complacido con la obra, no tanto por el abordaje político, la forma en que ve la revuelta de junio de 1832, aunque en el número IV del libro sexto de la cuarta parte, afirma algo sumamente interesante: “el insurgente poetiza la insurrección, y era por un ideal que estaban allí; no contra Luis Felipe sino contra la monarquía, contra el dominio del hombre sobre el hombre. Querían París sin rey y el mundo sin déspotas”.

En efecto, lo que me cautivó fue el tema de la conversión y quizá más aun por el nudo de la evolución del personaje, Jean Valjean es un hombre que tiene un desarrollo, con muchas contradicciones, pero es el rol que más cambia en la la novela y pasa por muchas etapas y momentos de intensa emoción y por ello es, sin duda, la figura central de la historia dramática.

La otra cosa que me parece sumamente notable en la novela es como Hugo, padre del romanticismo francés, encuentra las voces narrativas para que cada uno de sus personajes tenga una vida creíble, una personalidad consistente y una actuación impecable a través de toda la ficción.

Inclusive un personaje como Javert, que podría parecernos despreciable por su trabajo de policía, es de una pieza y de una consistencia muy bien lograda, tanto que decide suicidarse una vez que a infringido la ley, a la cual servía con devoción y celo profesional.

Por alguna razón, cuando comencé a leer la novela, la figura de Monseñor Myriel me llevaba siempre hacia la presencia de Monseñor Romero, el obispo de los pobres en El Salvador, el integrante de la Curia que supo ser la voz de los sin voz. Un hombre humilde que dio su vida por su gente y que supo ser fiel a sus convicciones religiosas.

La parte menos interesante, para mí, pero entiendo que es producto de la época en que el libro fue escrito (1862 es la fecha de publicación) es la parte del amor, pues la pasión romántica ahora ya no se cuenta de esa manera.

Todo lo demás en la novela, me parece fenomenal y debo decirle al lector que no haya leído Los miserables que se está perdiendo de un texto maravilloso, y de varias horas de emoción con el aprecio de esta trama.

Hago votos para que lo tome de la biblioteca de mayor cercanía y comience a gozar de uno de los trabajos literarios más exquisitos que se han producido.

En cuanto a la estructura, la novela está dividida en cinco partes y cada una de ella en varios capítulos y estos en diversos apartados.

 

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Sergio Inestrosa (San Salvador, 1957) es escritor y profesor de español y de asuntos latinoamericanos en el Endicott College, Beverly, de Massachusetts, Estados Unidos, además de redactor permanente y miembro del comité editorial del Diario Cine y Literatura.

 

Una edición de «Los miserables» en castellano

 

 

Sergio Inestrosa

 

 

Imagen destacada: Victor Marie Hugo (1802 – 1885).