En este conjunto de pinturas he querido poner énfasis en esos sentimientos inexpresables, no por prohibidas, sino porque es únicamente a través del lenguaje plástico que puedo expresarlas y compartirlas. También exponen un profundo y a veces inconsciente diálogo entre mi yo como individuo y la práctica de crear. En exhibición desde el 5 hasta el 20 de abril, en la galería Espacio O del barrio Lastarria de Santiago.

Por Flavia Tótoro Taulis

Publicado el 6.4.2018

Para mí, pintar está estrechamente vinculado con mis emociones. Y, a través de ellas, nacen imágenes que represento en mi trabajo. No sé qué viene primero, si la emoción o la imagen, supongo que una detona a la otra y viceversa.

En este conjunto de pinturas he querido poner énfasis en esas emociones innombrables, no por prohibidas, sino porque es únicamente a través del lenguaje de la pintura  que puedo expresarlas y compartirlas. También exponen un profundo y a veces inconsciente diálogo entre mi yo como individuo y la práctica de crear.

Así es como, en el corazón de estos bosques y en las cortezas de sus árboles, aparecen otras lecturas que impiden definir con certeza lo que estamos mirando. El pan de oro y  de plata son parte del conjunto técnico y crean delimitados pero armónicos planos espaciales que se enriquecen y varían con los diversos ángulos de la luz y sus reflejos. Anomalías en el orden presupuesto que ofrecen nuevas posibilidades interpretativas.

Cuando las normas adquiridas ya no satisfacen la necesidad primaria que nos mueve a la acción, es necesario dejar atrás la alineación para intentar encontrar la autonomía que nos represente íntegramente. Considero que únicamente así podemos aspirar a la libertad y a contribuir en un plano colectivo.

(Anomia: del griego ἀνομία / anomía: prefijo ἀ- a- «ausencia de»  y νόμος / nómos «ley, orden, estructura»).

Pintura «Bosque habitado», de Flavia Tótoro Taulis

Imagen destacada: Pintura «Anomia», de Flavia Tótoro Taulis

Crédito de las fotografías: Flavia Tótoro Taulis