La novela de la narradora y artista visual española Paula Bonet (Anagrama, 2021) es una obra literaria que traspasa discursos y espacios manidos, y la cual da cuenta de los abusos que debe soportar el cuerpo femenino y las mujeres, en un texto que con un poderoso lenguaje desviste la fundamentación del abuso y de la agresión sexual encubierta.

Por Martín Parra Olave

Publicado el 9.7.2021

La artista y escritora valenciana, Paula Bonet (Villarreal, 1980), debuta en el género de la novela con La anguila (Anagrama, 2021), un relato por cuyas páginas transita un innumerable continente de aspectos autobiográficos.

Pero, ¿cómo describir un texto donde se habla de amor y de violencia a la vez?, ¿cómo hablar de una novela donde el sexo y la violación están presentes y forman parte de los elementos que componen esta narración?

A pesar del fuerte carácter autorreferencial, la misma Paula Bonet ha señalado que: “No son mis memorias. Es una novela porque hay mucha ficción pero sí hay parte de autobiografía. No me amparo en la ficción, sería ingenuo, pero necesito la ficción para explicarlo. Pero las partes de abuso ya estaban en ‘The End’, allí ya había personas tóxicas amparadas por un sistema que permitía que el abuso se ejerciera sin que pasara nada”.

Y este punto no deja de ser relevante porque tiene que ver con una sociedad que mira para el costado frente a ciertos acontecimientos que debiera repudiar. Hoy es cada vez más común que surjan denuncias contra hombres que ostentan el poder en diferentes ámbitos de la cultura, la política y de los negocios.

Muchos de ellos se escudaron durante décadas en el cómplice silencio de todo el entorno, pues de una u otra forma, el poder que ejercían era demasiado grande como para denunciarlos. Sin embargo, aquello está comenzando a terminar, ya sea porque las víctimas se atreven a levantar la voz o porque la misma sociedad ha empezado a acoger con mayor apertura a quienes han sufrido este tipo de situaciones.

Es por esto que el trabajo de Bonet se sumerge en todas las delicadas y problemáticas situaciones que rodean esta clase de abusos, porque su apuesta es revelar la hegemonía de un discurso único que debieron soportar las mujeres y los más débiles, una retórica llena de falsas promesas.

“Lo importante es la novela, la calidad literaria y que sirva a la larga, que no sea un dedo acusando a una persona que está viva”, sino que ayude a que se reflexione sobre las formas en que una sola verdad discursiva se ha impuesto durante siglos: la del hombre.

El abuso encubierto

Una joven mujer es controlada por su pareja de manera perversa y violenta; además un profesor universitario de prestigio la acosa: sin embargo, gracias a una beca logra huir a Chile.

En este ambiente de constante persecución el silencio social asombra, pues a pesar de que muchos se dan cuenta, nadie solidariza. Se suma a esto una violación realizada por un Premio Nacional de poesía, situación de tal significación valórica que para la narradora es difícil encontrar una correcta denominación a lo sucedido.

A pesar que la historia contada toca un tema que se ha ido repitiendo en innumerables narraciones, su trabajo no suena a repetitivo ni falso. Por el contrario, gracias a una prosa creativa bastante fuera de lo común, Paula Bonet logra adentrarse en los mundos de las victimas, recorrer esas oscuridades y situar al lector en una reflexión profunda, que lo llevará a poner atención en ciertas situaciones que parecen normales sin serlo.

En definitiva, La anguila es una obra que traspasa discursos y espacios manidos, que da cuenta de los abusos que debe soportar el cuerpo y las mujeres, es una novela que con un poderoso lenguaje desviste a la fundamentación del abuso y de la violencia encubierta.

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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Actualmente es estudiante del doctorado en literatura de la última Casa de Estudios.

«La anguila», de Paula Bonet (Editorial Anagrama, 2021)

Martín Parra Olave

Crédito de la imagen destacada: Noemí Elías.