Esta es la última obra dramática del escritor francés J. M.G Le Clézio, quien obtuvo el premio Nobel de Literatura durante la temporada 2008, y es el dueño de una bibliografía narrativa que consta de más de cuarenta volúmenes, entre novelas y ensayos inspirados en diferentes tópicos.

Por Martín Parra Olave

Publicado el 20.8.2021

“No voy a hacer un relato cronológico. Los recuerdos son aburridos y los niños no saben de cronología. Para ellos, los días se suman a los días, no para construir una historia sino para agrandarse, llenar el espacio, multiplicarse, fracturarse, retumbar”, señala el narrador en la segunda página, dándonos una pequeña pista de lo que va a encontrar el lector en las siguientes. Recuerdos tal cual vienen a la memoria, de manera esporádica, no lineales sino más bien asociados a las emociones.

J. M.G Le Clezio (Niza, 1940) es el penúltimo escritor francés en obtener el premio Nobel de Literatura en el año 2008, y es el dueño de una obra narrativa que consta de más de cuarenta volúmenes, entre novelas y ensayos sobre diferentes temas.

Su mirada acerca de lo que es la literatura queda reflejada en su respuesta acerca de lo que piensa que representa este arte:

“Para mí es un arte que hace vivir la imaginación e incentiva el hecho de que te permite crear personajes, inventar diálogos, inventar situaciones. La literatura no como distracción sino como una manera de vivir mejor y de conocernos mejor a nosotros mismos, y de encontrar a los otros en un terreno neutro. Te das cuenta que la vida es breve y de que hay que aprovecharla”.

Un camino hacia la madurez

Esta narración es un suerte de viaje sentimental por la tierra idílica de su infancia, que le sirve a la vez para reflexionar sobre la identidad, los nacionalismos y el territorio. Es el retrato de una niñez que le toca crecer en una sociedad azotada por la guerra y el sufrimiento. Hay una memoria emocional que no puede dejar de mencionar bombardeos y situaciones conflictivas que lo marcaron profundamente.

“Para mí, esa guerra (todas las guerras) no puede ser un acontecimiento histórico. No puedo concebirla como un hecho cuyas causas pueda analizar, cuyas consecuencias pueda deducir. No puedo hablar de ella objetivamente, relacionarla con una situación política o ética, convertirla en un argumento, pasar revista a su carácter inevitable, sacar de ella enseñanzas filosóficas. No tengo ninguna perspectiva para hablar de la guerra. Solo sentimientos, sensaciones, ese flujo en movimiento en que navega un niño entre el día de su nacimiento y el propio comienzo de la memoria consciente, a los cinco o los seis años.”

Canción de infancia (Lumen, 2021) es un texto que se adentra en un mundo perdido, en el mundo de las fiestas y las tradiciones campesinas, con hermosos campos frente al mar donde se desarrollaba un estilo de vida que hoy en día es poco común.

Sin embargo, la narración no se centra únicamente en aquel paisaje idílico, sino que también, es un recuerdo de los momentos más dolorosos que tuvo que vivir Europa: la guerra y las consecuencias que ella tuvo para millones de personas.

A pesar que esta es una narración de la infancia, es imposible no encontrar las pistas de un camino hacia la madurez, pero sobre todo una mirada lúcida sobre los cambios sociopolíticos y la progresiva desaparición de una forma de economía que hoy en día cuesta encontrar.

***

Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Actualmente cursa el doctorado en literatura de la última Casa de Estudios.

«Canción de infancia», de J. M. G. Le Clézio (Lumen, 2021)

Martín Parra Olave

Imagen destacada: J. M G. Le Clézio.