El autor inglés Graham Swift escribe un bello libro en torno al pasado, una mirada desde la adultez que quizás coincide con la del propio creador. Asimismo, esta obra escarba en el tiempo para hacer un recuento de lo que dejamos atrás y del paso inexorable de los años.

Por Martín Parra Olave

Publicado el 29.6.2022

El escritor inglés Garham Swift (Londres, 1949) es autor de una variedad de libros, entre los cuales destaca Últimos tragos con el cual obtuvo el premio Booker en 1996.

Asimismo, fue parte del grupo de escritores que en el año 1983 la prestigiosa revista Granta presentó como los más promisorios de esa época, y entre los que estaban Ian McEwan, Martin Amis, Julian Barnes y Salman Rushdie.

En este, su último libro, se nos cuenta la vida de tres personajes que actuaban en un teatro de variedades del paseo marítimo de Brighton durante los años 50: Jack, el maestro de ceremonias, un cantante algo oportunista que baila y cuenta malos chistes.

Por otro lado está Ronnie, un mago capaz de hacer toda clase de trucos, y Evie, la ayudante del ilusionista, una mujer encantadora, a la cual el prestidigitador atraviesa con espadas y parte en dos con un serrucho. Cuando son tres los que participan en una relación las cosas nunca terminan bien, pues saltan las envidias, desconfianzas y todos los males que portan los seres humanos.

Tres vidas que se cruzan

La infancia solitaria y las posibilidades del amor adulto dotan a la novela de un propósito interesante y de cierto encanto melancólico. Es un ir y venir en el tiempo. A partir de estos personajes más bien sencillos nos adentramos en las complejidades de las relaciones humanas.

Así, nos vamos dando cuenta cómo el pasado sigue repercutiendo de una u otra manera en el presente. No basta con querer dejar atrás ciertos aspectos de la vida, sino que más bien hay que realizar transformaciones profundas y delicadas.

Tres historias que se cruzan. Tres vidas cuyos caminos se entrelazan para formar un evento nuevo y distinto que les cambiará la existencia a para siempre. Son tres tiempos y tres momentos que desafían al lector, que lo obligan a repensar el modo en como se van sucediendo las cosas.

Al finalizar el relato, solamente escuchamos la voz de Evie, con 75 años de edad. Jack y Ronnie ya no se encuentran, uno ha desaparecido y el otro está muerto. Así se pasa la vida, sin darnos cuenta seres queridos que dejamos de ver, seres que alguna vez fueron gravitantes ya no están mas.

En una entrevista reciente el autor ha dicho que: «La gente tiene en su interior más de lo que dice, muestra e incluso sabe. No lo expresan porque no llega la oportunidad, así que una de las funciones de la ficción es sacar a la luz esas vidas ocultas y darles voz. Contar historias que de otro modo no habrían sido contadas», y algo de eso hay en Bueno, aquí estamos, historia de gente que lleva algo oculto en sus vidas.

Graham Swift escribe una hermosa historia sobre los recuerdos, una mirada desde la adultez que quizás coincide con la del propio autor. Es una obra que escarba en el tiempo para hacer un recuento del pasado y del paso de los años.

Por último, este libro es un espacio literario abierto, donde el lector podrá sumergirse en vidas ajenas pero en las cuales puede encontrar parte de la suya.

***

Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y actualmente cursa el doctorado en literatura impartido por esta última Casa de Estudios superiores.

«Bueno, aquí estamos», de Graham Swift (Editorial Anagrama, 2022)

Martín Parra Olave

Imagen destacada: Graham Swift.