[Ensayo] Mike Scott: Un grande de la creación musical

Al artista escocés siempre lo vemos con su sombrero de cowboy y sus botas camperas evocando su juventud en la que esos complementos ya formaban parte de su indumentaria, la vestimenta de un británico con «alma yanqui de corazón negro».

Por Jordi Mat Amorós i Navarro

Publicado el 14.12.2022

Son muchos los estilos musicales que me atraen y también numerosos los intérpretes a los que escucho agradecido. Y de entre todos ellos hay uno que se ha convertido con el paso del tiempo en el más apreciado, Mike Scott (Edimburgo, 1958), quien es un creador singular tanto en su etapa en solitario como especialmente siendo el alma de The Waterboys.

Un cantautor de letras motivadoras y que cuida minuciosamente sus originales melodías. Se nota ese talento en los sorprendentes cambios de ritmo y en los arranques y en los finales de muchos de sus temas, y así mismo en las distintas versiones que nos ofrece de algunos de ellos en un idéntico álbum.

Esta es una creatividad que se sublima si cabe en sus conciertos. Y es que The Waterboys emocionan en su entrega al máximo sobre el escenario, lo dan todo y en ese darse recrean sus melodías como si improvisaran en cada nueva actuación.

No obstante, para una gran mayoría del público, este escocés y su banda son solo conocidos por dos álbumes que reflejan una pequeña parte de su genio creativo. Dos trabajos discográficos de los diecisiete en estudio (de ellos dos en solitario) publicados desde 1983 hasta la fecha.

Uno es el excelente doble álbum This Is the Sea (1985) y de él su exitoso The Whole of the Moon que como sencillo llegó al tercer puesto en las listas británicas. Y el otro el también mítico doble LP Fisherman’s Blues (1988) del que es famoso el tema que da título al álbum.

Pero hay mucho más por descubrir en la extensa obra musical de Mike, un artista al que le gusta innovar en cada nuevo trabajo experimentando con distintos estilos, fusionándolos y renovándolos.

 

Del The Big Sound al Folk

Como The Big Sound fue bautizado el innovador sonido de los primeros tiempos del grupo, denominación correspondiente al título de uno de los temas de su primer álbum. Un estilo único que es y suena realmente grande, para Mike: «una metáfora para ver la autoría de Dios en el mundo».

Destacan canciones —además de las citados The Whole of the Moon y The Big Music— como The Woman in Me, A Girl Called Johnny , It Should Have Been You, This is the Sea, The Pan Within, Don’t Bang The Drum, The Waves, Beverly Penn, Glastonbury Song, The New Life o The Return of Pan.

Sonidos potentes y muy personales que en efecto tienen algunas resonancias «divinas», no en vano se aluden en sus letras al Pan mitológico o al propio Cristo.

Una muestra de esa poesía es la letra del magnético The Waves, un tema en el cual  la agradable voz de Mike tarda lo suyo en aparecer surfeando en su evocadora melodía acuática:

Cuando camino descalzo sobre el suelo por la mañana
puedo sentir el latido del corazón de la gloriosa tierra
bajo mis pies.

Y cuando subo alto entre las colinas, forjado en el asombro
puedo sentir la precipitación y el movimiento del alma del mundo
como me habla.

Y cuando caigo en los brazos de la ilusión, incluso en la oscuridad
todavía siento el poder de la luz inextinguible
como me sostiene.

Y cuando “muera”, volveré, volveré
en el “vagón” de mi alma a las altas y lejanas tierras de verano
donde comencé.

Paralelamente The Waterboys nos ofrecen canciones folk con «aroma» de taberna irlandesa o escocesa armoniosamente combinadas con otros estilos en los que se muestran también maestros como son el Blues o el Rock, temas muy variados en los que la guitarra, el piano y el violín son protagonistas destacados.

Allí están junto al espléndido Fisherman’s blues joyas como We Will Not Be Lovers, When Will We Be Married, World Party, Blues for Your Baby, You in the Sky, Too Closet o Heaven, If I Can’t Have You, Higher in Time, Custer’s Blues, A Man Is In Love o The Prettiest Girl in Church.

 

Introspección

The Waterboys se disolvió en 1993 aunque Mike por fortuna decidió resucitar su banda en 2001. En ese tiempo de impase editó en solitario dos álbumes más intimistas de cuyo contenido destaca el extraordinario Bring ‘Em All In.

Y resurgió la banda de sus cenizas cual ave fénix con dos excelentes trabajos: A Rock in the Weary Land, del que destaca el tema The Wind In The Wires y Universal Hall un álbum excepcional grabado en acústico.

En este último Mike nos regala melodías de gran belleza y cuyas letras son poesía casi mística que reflejan la profunda búsqueda que en él anida. Temas como Universal Hall que da título al álbum, Peace of Iona, Every Breath Is Yours o The Christ in You.

Como muestra de ese sentir, un extracto de la letra de Universal Hall:

Sacrifico mi poder en el altar de tu amor
que puede nacer de nuevo en otro mundo
En esta biblioteca podría perderme
transportes, pasarelas en cada estante
palabras oscuras, palabras brillantes de hielo y fuego
como si un ángel descendiera y usara al escritor como a un bolígrafo
Ven amigo, vamos a subir los sinuosos tramos de escaleras
a través de la puerta estrecha en la cámara desnuda
una sola vela arde mientras nos sentamos
las palabras toman forma en nuestras mentes y se repiten:
«mi amado y yo somos uno».

 

Yeats

En esa resonancia trascendente, Mike se propuso poner música al gran poeta William Butler Yeats. An Appointment with Mr Yeats vio la luz en 2011, en él bellas y vibrantes melodías dan relieve a la sublime poesía de este irlandés universal.

Destacan especialmente las de los poemas Song of Wandering Aengus, The Lake Isle of Innisfree, The Faery’s Last Song y Before the World Was Made.

Para aquellos que aún no conozcan a tan insigne figura literaria, valga como introducción su bellísimo Before the World Was Made:

Si pinto de oscuro mis pestañas
y los ojos más brillantes
y mis labios más púrpura…
o pregunte si me veo hermosa
de reflejo en reflejo
no será un gesto de vanidad:
estoy buscando el rostro que tuve
antes que el mundo fuera hecho.

 

Scottish cowboy

Tras este álbum de poética musicalizada, Mike mutó de nuevo incorporando el Funk a su extenso mosaico de estilos. Una nueva versión de los Waterboys se daba a conocer pues en el excelente triple álbum Out Of All This Blue (2017) del cual el crítico Terry Staunton de Record Collector escribió: «La ambición y el alcance de estas canciones son innegablemente impresionantes. Scott lo arroja todo en sus mezclas, sin restricciones ni límites».

En este triple se descubren impresionantes temas como Do We Choose Who We Love, If the Answer is Yeah, Love Walks In, The Girl in the Window, Hiphopstrumental 4, If I Was Your Boyfriend, Man What a Woman, Didn’t We Walk on Water o The Elegant Compain.

Canciones de melodías alegres cuyas letras ensalzan el amor humano. Es el caso por ejemplo de la cautivadora —a ritmo que evoca el simbólico tren de la vida—, The Elegan Compain que Mike dedica a su mujer, la reivindicativa artista nipona Megumi Igarashi, a quien le canta:

Esa elegante compañera mía
esa mujer de la lluvia
abrazándome mientras duermo
trazando el camino recto a mi corazón.

Ella ordena el clima
invoca una tormenta en la vieja tierra
y sonríe en medio de los restos
esa sonrisa podría detener una guerra.

Cuando estoy listo para estallar
ella me abraza
dice cariño, estoy tan feliz de habernos encontrado
ella calma mi rabia con su voz tan amable.

Esta nueva expresión musical del grupo ha seguido estando presente en sus trabajos posteriores en los que experimentan con el funk sin dejar de lado todos los estilos que los definen.

Sin duda Mike está en un momento creativo álgido, y es que además del triple mencionado The Waterboys ha publicado cuatro nuevos álbumes en estudio entre 2015 y 2022 con temas tan destacables como:

Ride Side of Heartbreak, Still A Freak, Where the Action Is, Ladbroke Grove Symphony, And There’s Love, My Wanderings in the Weary Land, Postcard from the Celtic Dreamtime, (You’ve Got to) Kiss a Frog or Two, In My Dreams o The Liar.

Mike Scott, todo un incombustible del arte musical que siendo grande no suele buscar protagonismo. Son pocos los vídeos promocionales de la banda y contadísimos aquellos en los que su imagen aparece. Uno de ellos es Ladbroke Grove Symphony, que a mi entender es su mejor (difícil elección esa) tema de este período.

Lo vemos con su sombrero de cowboy y sus botas camperas evocando su juventud en la que esos complementos ya formaban parte de su indumentaria. La indumentaria de un escocés con «alma yanqui de corazón negro», quizás como la de James Brown, el progenitor del funk que él renueva en su buen hacer.

 

Los otros Waterboys

Son varios los músicos que han acompañado a Mike en las distintas épocas de The Waterboys, citaré a dos:

El irlandés Steve Wickham es uno de los más destacables, un compositor que hace maravillas tocando el violín y que muestra gran química con el alma de la banda; Steve estuvo en los 80 y tras la refundación de la banda se ha convertido en todo un puntal de la misma.

Y el tennesiano Brother Paul Brown quien encarna el espíritu norteamericano de los The Waterboys del siglo XXI, él es su tercer puntal; un teclista excepcional (ha sido galardonado con un premio Gramy) que se deja la piel en cada interpretación.

Para finalizar, resaltar que los temas de Mike han sido interpretados por otros músicos de renombre. Es el caso de Tom Jones y el mítico The Sea, Ellie Goulding quien hizo famoso el intimista How Long Will I Love You y los vallisoletanos Celtas Cortos con su excelente versión en español del Fisherman’s Blues.

 

*Artículo escrito al son de mi playlist Waterboys en la cuenta paujor de Spotify con los 161 temas que más me gustan del grupo.

 

 

 

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Jordi Mat Amorós i Navarro es un pedagogo terapeuta titulado en la Universitat de Barcelona, España, además de zahorí, poeta, y redactor permanente del Diario Cine y Literatura.

 

 

Jordi Mat Amorós i Navarro

 

 

Imagen destacada: Mike Scott.