La nueva entrega narrativa de la autora trasandina Claudia Piñeiro (en la imagen destacada) está llena de temas y de encrucijadas que rondan el mundo íntimo de las mujeres y de los dilemas y problemas por los cuales deben atravesar, pero analizados en esta oportunidad, a través de la voz protagónica de una figura femenina conservadora y bastante reaccionaria en sus posturas culturales y morales.
Por Martín Parra Olave
Publicado el 15.12.2022
Claudia Piñeiro (Burzaco, 1960) es una destacada narradora, dramaturga y guionista argentina. En su nuevo trabajo narrativo, la novela El tiempo de las moscas (Alfaguara, 2022), regresa a la vida de Inés, la protagonista de una obra anterior de la escritora, Tuya (2005).
Han pasado dieciséis desde cuando esta mujer educada y totalmente determinada por el patriarcado, recupera su libertad después de cumplir en prisión la condena por haber matado a la amante de su marido.
Ahora el desafío que nos presenta Piñeiro es conocer la vida de un personaje que intenta incorporarse a una sociedad que ha sufrido transformaciones. Inés es una mujer de clase media, bastante conservadora, que cree fervientemente en los roles de hombres y mujeres.
Para la protagonista de esta ficción literaria las figuras femeninas son las que deben ocuparse de la casa y de criar a los hijos, mientras que a los tipos masculinos les corresponde proveer y mantener económicamente al hogar.
Sin embargo, al regreso de su condena ella debe enfrentarse a los cambios culturales y de valores que comienzan a percibirse en la sociedad trasandina. ¿Qué hacer frente a esto?, ¿cómo transformar la propia forma de pensar, de sentir y de vivir para enfrentar satisfactoriamente los nuevos códigos culturales que se están desarrollando?
Sororidad sin decirlo
Inés se asocia con otra mujer que conoció en la cárcel, la Manca. Juntas se empeñan en sacar adelante un negocio de fumigación con el cual pretender salir adelante y reinventar sus vidas. Esta alianza entre las féminas, algo así como sororidad sin decirlo, es la llave mágica para comenzar a vivir nuevamente.
La cooperación entre ambas es lo fundamental, pues a través de la historia que nos cuenta Piñeiro podemos observar la perseverancia que ponen ambas en este proyecto, el único que las puede mantener a flote en un mundo que para ellas ha ido perdiendo sentido.
El tiempo de las moscas está llena de temas y de encrucijadas que rondan el mundo íntimo de las mujeres, y de los dilemas y problemas por los cuales deben atravesar. Así, la autora intentó impregnar esta historia con algunas de las ideas del feminismo: maternidad, derechos sobre el cuerpo, aborto, igualdad de derechos, etcétera.
Pero lo más interesante es que la resistencia a los nuevos pensamientos —en estas páginas— no vienen solo desde la vereda de los hombres, sino que también desde el propio bando femenino, que sin lugar a dudas es uno de los reductos más fuertes, en su imaginario social y cultural, de la formación patriarcal.
¿Qué hacer frente a esto?, ¿cómo enfrentarse o de qué manera incorporamos a las mujeres que se resisten a estas transformaciones? Sin lugar a duda, este es uno de los ejes principales de la presente novela, que pretende incomodar y poner sobre la mesa una realidad que cada vez es más evidente.
En definitiva, los desafíos intelectuales, artísticos y creativos que exhibe El tiempo de las moscas (Alfaguara, 2022) es enfrentarnos a la destrucción de arquetipos propios de ciertas épocas, donde las resistencias y las oposiciones son muy intensos y provienen de todos los sectores.
La nueva entrega de la narradora argentina Claudia Piñeiro corresponde a la calificación de un libro interesante y muy bien estructurado, y en el cual las voces de sus protagonistas nos atrapan desde las primeras líneas, al internar o adentrar a su lector por los caminos de la incomodidad y de lo políticamente incorrecto.
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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Actualmente cursa el doctorado en literatura impartido por la última Casa de Estudios.
Imagen destacada: Claudia Piñeiro.