[Crítica] «Los vagabundos del Dharma»: El cuerpo como un resorte sensorial

Jack Kerouac fue uno de los primeros escritores en proponer que la vida misma es una experiencia estética, y la lectura de esta reedición nos entrega uno de los elementos que se han ido repitiendo en las manifestaciones artísticas del último siglo: la búsqueda de sentido de la existencia.

Por Martín Parra Olave

Publicado el 10.2.2023

Leer a Jack Kerouac (1922 – 1969) es profundizar en torno a vidas que están en permanente búsqueda. Las vidas de los jóvenes de la generación beat que no cesaron de estar quietas. Son jóvenes que buscaron romper y saltarse las reglas más conservadoras de su época.

Vivían en una sociedad norteamericana muy patriarcal, que se preocupaba de mantener vivos valores tradicionales como la familia, el matrimonio, el respeto a los adultos y el amor a la patria.

Sin embargo, todo esto fue poco a poco cediendo paso a las nuevas corrientes filosóficas y de liberación: ahora había que explorar todo, dejar atrás los miedos y las ataduras que sujetaban a los jóvenes a vivir de manera plana y sin la pasión que ellos requerían.

Explorar utilizando drogas fue uno de los elementos fundamentales de este grupo, que se dio a la experimentación de todo tipo de alucinantes y de estupefacientes, utilizando el cuerpo como uno de los resortes sensoriales de sus vidas.

 

Una leyenda de la escritura automática

Así como En el camino (1951), su libro Los vagabundos del Dharma (1958) es un texto de recorridos. En este caso el viaje es hacia el budismo y la vida mística.

Se trata del encuentro de dos jóvenes que buscan la purificación: desapegarse de las cosas mundanas y de las pasiones carnales. Ray y Japhy, los protagonistas de este libro, deciden emprender un camino hacia la iluminación espiritual, encontrarse con un estado de bondad y transparencia que les permita empalmarse con el universo.

Empero, este camino va a estar lleno de tropiezos y de caídas, pues se van a encontrar con dificultades propias de la vida humana. Kerouac es un experto en construir historias autobiográficas a partir de lo que él mismo ha pasado, no es casualidad que todos sus libros tengan el mismo componente.

De este modo, Los vagabundos del Dharma (Anagrama, 2022) es un rescate literario que permite poner en contacto a las nuevas generaciones con la literatura de uno de los escritores fundamentales de los años 50 y 60. Una leyenda de la escritura automática, de la experimentación y de la vida sin límites.

Kerouac fue uno de los primeros escritores en proponer que la vida misma es una experiencia estética. La lectura de este libro nos entrega uno de los elementos que se han ido repitiendo en las manifestaciones artísticas del último siglo: la búsqueda de sentido de la existencia.

Un texto que se quedará dando vueltas en la cabeza de los nuevos lectores.

 

 

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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Actualmente cursa el doctorado en literatura impartido por la última Casa de Estudios.

 

«Los vagabundos del Dharma», de Jack Kerouac (Editorial Anagrama, 2022)

 

 

 

Martín Parra Olave

 

 

Imagen destacada: Jack Kerouac.