La Colección Compactos de la Editorial Anagrama reedita esta novela difícil de encontrar en castellano de Julian Barnes, y un texto que retrata como pocos una cualidad que al despuntar el siglo XXI, se transformaría a posteriori en una forma de vida: la ambición individual desmedida y sin límites morales ni menos legales.
Por Martín Parra Olave
Publicado el 30.9.2023
El escritor Inglés Julian Barnes (Leicester, 1946) es sin lugar a duda uno de los últimos narradores burgueses de la vieja escuela inglesa. De un vasto y reconocido talento en Europa, este autor en el año 1998 se embarcó en la construcción de un relato distópico que hoy nos llega traducido de la mano de la editorial Anagrama.
Inglaterra, Inglaterra es la historia de un ideal purista, es un relato que intenta dar cuenta de ciertos valores que aparentemente tienen los británicos y que se encontrarían amenazados ante la inminente globalización.
El sueño de la pureza se encuentra amenazado y sir Jack Pitman, quien cree que puede hacer algo para evitar esta situación. Sus ambiciosos delirios pretender construir en la isla Wight un espacio aislado del resto del mundo, donde los valores y verdaderos ingleses puedan vivir en paz. Es tanta su desmesura que pretende que la familia real se vaya a vivir a ese lugar.
No se trata de un parque temático o un lugar turístico, sino que por el contrario se refiere a un lugar que además de poder asegurar la independencia de Inglaterra del globalismo, también sea un foco de atracción para intelectuales y artistas.
¿Cuál es la forma en que se conceptualiza este anhelo?, ¿hacia dónde apuntan las palabras críticas de Julian Barnes? ¿Qué validez literaria y estética tiene hoy en día, una novela como esta?
De miedos sociales
Sin lugar a dudas, la crítica implícita es hacia este afán de algunos multimillonarios a aislarse del mundo pero sin dejarlo totalmente. Es decir, los negocios y la explotación se mantienen con el exterior pero los ingresos al territorio propio serían absolutamente restringidos.
«El ego de sir Jack necesitaba tal cantidad de oxígeno que estimaba lógico y justo extraerlo de los pulmones de aquellos que tenía cerca. Sir Jack era un patrón normalmente exigente que pagaba bien y esperaba perfección: cuando no lo obtenía alguien debía pagarlo».
Sir Jack representa a ese tipo de hombres que piensan que todo lo pueden hacer, que no hay límites para cumplir sus deseos y concretar sus ambiciones. El mundo es un lugar donde no hay valores que respetar. Y esta premisa parece ser la que mueve al planeta hoy en día, una moral sin restricciones, donde el deseo y su pronta satisfacción es el motor que mantiene a su engranaje en funcionamiento.
En definitiva, Inglaterra, Inglaterra (Anagrama, 2023) es una obra que refleja lo que se transformaría posteriormente en una forma de vida: la ambición personal desmedida y sin límites morales ni menos legales.
Con una mezcla de ironía y de sátira, la obra de Barnes está construida sobre los miedos que invadieron a una sociedad que estaba comenzando a abrirse al mundo, y donde la excesiva libertad era un temor que rondaba en el ambiente europeo.
Sin lugar a duda, la presente es una buena oportunidad para que los lectores que no conocen a este autor, se sumerjan en una obra significativa, que a pesar de estar restringida a un país, es perfectamente extrapolable a cualquier sociedad de Occidente.
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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Actualmente cursa el doctorado en literatura impartido por la última Casa de Estudios.
Imagen destacada: Julian Barnes (por Graham Jepson).