[Crítica] «La partida»: Una novela de conmovedor realismo

Jorge Calvo ha sido capaz de crear una obra literaria —que se remoza con esta cuarta edición—, y de desarrollarla a través de los laberintos de una trama impregnada de rasgos de ficción policial y de espionaje interno, cuyo despliegue se resuelve en el siempre enigmático tablero de ajedrez, con sus infinitos escaques, al parodiar las múltiples decisiones posibles de la condición humana.

Por Edmundo Moure Rojas

Publicado el 27.10.2023

Como a varios de mi generación —teníamos poco más de 30 años en septiembre del 73—, la conmemoración de los 50 años del cruento golpe militar resultó opaca o desalentadora, si cabe.

El gobierno del Presidente Boric, de memoria demasiado joven, a través del aparato oficial, desplegó una serie de homenajes que carecieron de la emotividad e impacto masivos que esperábamos.

¿Dónde están las muchedumbres? —nos preguntamos, parodiando al poeta José Ángel Cuevas—; ¿dónde las asambleas populares, los auditorios sindicales, las plazas colmadas de multitudes?

Los medios masivos de comunicación aportaron con filmes y documentales alusivos al golpe y sus más evidentes consecuencias, todo dentro de una miscelánea al uso farandulesco y fútil, sin mayor profundidad, en esa procura velada por empatar situaciones sin posible equivalencia, como fuera el terrorismo genocida de un Estado aniquilador, contra la resistencia desesperada de grupos que enfrentaron al poderoso aparato militar y represor, financiado por el gobierno de Richard Nixon y su secuaz mayor, Henry Kissinger.

A los octogenarios de hoy —treintañeros de ayer—, habitantes del inaprehensible mundo de la literatura, nos quedó la catarsis o el consuelo de los libros testimoniales, su relectura o el hallazgo. En julio leí la última reedición de Tejas Verdes. Diario de un campo de concentración, de Hernán Valdés. Novela testimonial que revivió los peores recuerdos al iniciarse la feroz represión de los campos de reclusión y de tortura.

Hace un mes, recibí, de manos del Jorge Calvo (Santiago, 1952), la cuarta edición de su novela La partida, Signo Editorial, septiembre de 2023, escrita originalmente (y publicada) a finales de los 80.

Para mí, nueva y estremecedora lectura, construida por este notable narrador chileno, destacadísimo en su generación, merced a esa rara habilidad de contar y, a la vez, compartir una historia con el lector, sumergiéndole en los hilos narrativos, haciéndole partícipe y cómplice de lo acaecido.

 

Gestos íntimos y secretos

El autor elabora su relato a partir de un suceso real: el vil asesinato de un joven poblador, ocurrido en septiembre de 1973, acusado por infundadas sospechas, sólo por atribución de simpatías a quienes luchaban entonces por la libertad y la justicia social.

Al uso de evitar consecuencias desagradables, Jorge Calvo emplea la recurrida frase del deslinde de responsabilidad ideológica, amparándose en lo ficticio de su constructo literario: «Los personajes y situaciones de esta novela son completamente imaginarios… etcétera».

He aquí la maestría del autor: crear una obra literaria, desarrollarla a través de los laberintos de una trama impregnada de rasgos de ficción policial y de espionaje interno, cuyo despliegue se va resolviendo en el siempre enigmático tablero de ajedrez, con sus infinitos escaques, parodiando las múltiples decisiones posibles de la condición humana, entregándonos, en el mismo tiempo narrativo, una novela de conmovedor realismo, aunque sus filiaciones no posean un registro de identificación civil, como ocurre en otras narraciones de testimonios «comprobables».

Otro aporte notable de Jorge Calvo es el acertado manejo del lenguaje de la tribu, con sus acepciones, variantes y modismos, a través de los cuales observamos sus guiños de humor sutil, esos que aligeran su prosa y vuelven seres tangibles a los personajes.

Así, los seres moralmente detestables no son monstruos, sino seres humanos en quienes se exacerban odios y pasiones, sin llevarnos a perder la noción del barro de que estamos hechos.

Jorge Calvo es connotado ajedrecista. Lo demuestra aquí, en el juego hábil de consonantes y vocales, desplazándose entre los cuadros blancos y negros, para eludir asedio, incardinar jugadas y articular sorpresas decisivas.

Un renovado placer ha sido la lectura de esta magnífica novela de Jorge Calvo, a quien formuló una pregunta, como lector amigo:

¿Tendremos la oportunidad de afrontar nuevas partidas de esperanza, ahora que el Rey titubea y la Reina fue afrentada por el peón?

Tal vez sí, porque La partida es también una novela de amor, que se inicia y termina con un símbolo, frutal y terrestre, de esa unión sentimental y eterna, sacralizada por gestos íntimos y secretos.

 

 

 

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Edmundo Moure Rojas es escritor, poeta y cronista, asumió como presidente titular de la Sociedad de Escritores de Chile (Sech) en 1989, luego del mandato democrático de Poli Délano, y además fue el gestor y fundador del Centro de Estudios Gallegos en el Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago de Chile, casa de estudios superiores en la cual ejerció durante once años la cátedra de Lingua e Cultura Galegas.

Ha publicado veinticuatro libros, dieciocho en Sudamérica y seis de ellos en Europa. En 1997 obtuvo en España un primer premio por su ensayo Chiloé y Galicia, confines mágicos. Sus últimos títulos puestos en circulación son el volumen de crónicas Memorias transeúntes y la novela Dos vidas para Micaela.

 

«La partida», de Jorge Calvo (Signo Editorial, 2023)

 

 

 

Edmundo Moure Rojas

 

 

Imagen destacada: Jorge Calvo.