Hasta el próximo sábado 23 de noviembre se presenta en el Centro GAM este montaje que protagonizado por las destacadas actrices Antonia Zegers y Patricia Rivadeneira, se encuentra basado en el libro «Teoría King Kong» de la autora francesa Virginie Despentes.
Por Patricio Altamirano Arancibia
Publicado el 19.11.2024
Nos situamos frente a una mujer que se construye en una activa rebeldía, forjada desde un hogar en la ciudad de Nancy, y quien toma las ideas feministas de izquierda de Francia, se nutre de las lecturas que le recomiendan sus profesores. Elabora una juventud en conflicto con la adultez, fue internada en un hospital psiquiátrico, arrestada varias veces.
Esta mujer adopta el seudónimo de Virginie Despentes (1969), reivindicando sus vivencias en el barrio de Los Pentes Croix-Rousse, de la ciudad de Lyon. Se construye contra toda idea de cómo son las mujeres, de cómo son los hombres. Superando las nociones machistas, como las conceptualizaciones feministas.
Junto a una amiga fueron violadas, en la obra de teatro que se exhibe en el GAM, dirigida por Alexandra Von Hummel, con guion de Manuela Oyarzún Grau, y encarnadas por las actrices Antonia Zegers y Patricia Rivadeneira, se sostiene que ejerció la prostitución como terapia psicológica y de reparación económica ante los efectos de la agresión sexual que sufrió.
Producto de esa situación Virginie Despentes se relaciona con grupos de problemática afectividad, contrarios a la violencia sexual. Llego a ser crítica de cine pornográfico, en ese contexto conoció a la conocida actriz del género, Coralie Trinh Thi, acrecentando lazos con esta temática.
En el año 1998 escribió la novela “Fóllame”, que se puede comprar en Chile, pero, no se encuentra ni en la Biblioteca Nacional, ni en la Biblioteca de la Universidad de Chile, ni tampoco en la Biblioteca de la Pontificia Universidad Católica, siendo un déficit para el acceso público sobre esta literatura.
Se constata una escasez de reacción de la intelectualidad chilena, tanto conservadora como progresista frente al asunto. Esta notable novela fue una respuesta a la violación que sufrió Despentes, siendo un crudo thriller, donde las violadas se vengan de todos, no se salva nadie, y donde solo queda viva la personaje de Nadine.
Este libro fue llevado al cine bajo el nombre de Baise-moi (Fóllame), el guion lo escribió Despentes junto a la actriz pornográfica Coralie Trinh Thi. Despentes prosigue con la temática en una serie de novelas y películas.
Como síntesis, hasta ahora de su vida, de su producción de novelas y cinematografía, escribe el libro Teoría King Kong, en francés en año 2016, en ingles aparece en el año 2010, y en español el año 2018.
El texto se puede adquirir en Chile, y se puede acceder al libro a través de la Biblioteca Nacional, también está en la Biblioteca de la Universidad de Chile, y de la Universidad Católica, lo que es un acierto, porque posibilita su lectura, sin embargo, existe un solo comentario, el de Rodrigo Olavarría en la Universidad de Chile, además de la tesis de Pía Valderrama Salvo, titulada: Rastreando los límites de la pornografía: sexualidad, violencias y censuras.
Nuevamente se aprecia una escasez en la reacción crítica de la intelectualidad chilena —tanto conservadora como progresista—, frente a la instigadora y cuestionadora bibliografía debida a Despentes.
La representación de una afectividad invisibilizada
Virginie Despentes en el libro la Teoría King Kong, escribe desde una mujer de los barrios franceses populares, que se forja en una autoformación ilustrada, cultivando un lenguaje directo y sin rodeos, creando una excepcional feminidad de clase, que cuestiona la perspectiva de los feminismos de las capas medias.
Virginie Despentes entiende que el patriarcado, la violación y la pornografía masculinizante, son funcionales al capitalismo.
En la escenificación de Von Hummel y de Oyarzun, a través de la representación interpretativa de Zegers y de Rivadeneira emerge el discurso de que: «la violación es un programa político preciso: esqueleto del capitalismo, es la representación cruda y directa del ejercicio del poder. Porque desde el momento en que se llama a una violación, violación, todo el sistema de vigilancia de las mujeres se pone en marcha», sostiene Virginie Despentes.
Así, la obra se exhibe en una coyuntura política chilena excepcional, durante este año 2024, donde este discurso y su escenificación resultan un nocaut a cualquier gobierno «feminista», cuyo subsecretario de seguridad pública resulta enjuiciado por violación: ante esto el progresismo, y el feminismo de capas media queda desfondado.
Volviendo con Virginie Despentes, ella toma la imagen del king kong de la película de Peter Jackson del año 2005, para conceptualizarse a sí misma como una fémina primitiva, una fémina king kong, más bárbara, más mujer y animal que mujer socializada en la adultez del capitalismo contemporáneo.
Como una fémina primitiva (king kong) que no ha sido culturalizada por los feminismos de capas media. Además, en la representación teatral de Von Hummel y de Oyarzún, especialmente en la primera parte, y en base a las entretenidas conversaciones entre Zegers y Rivadeneira va quedando claro que Virginie Despentes se construye fuera del molde de mujer y hombre que el capitalismo requiere.
En efecto, para ella solo existen mujeres y hombres sometidas al machismo y al capitalismo, siendo ella más cercana a los pueblos bárbaros como los francos paganos, que al civilizado pueblo francés católico y capitalista, sin embargo, Despentes no logra transformarse en una sujeta histórica desde Europa, sino que recurre al King Kong de la Universal Pictures, núcleo central la industria cinematográfica de Hollywood, de Los Angeles, EE.UU., y de la ideología capitalista.
El título de la obra representada por Zegers y Rivadeneira es Una mujer llena de vicios, y en en ella se destaca brillantemente la pornografía fémina que construye Despentes, que es su forma de escapar del total control del machismo y del capitalismo, en una crítica radical en contra de la pornografía masculinizante, y en cuya retórica devela el vacío que el feminismo tiene acerca del goce pornográfico de las mujeres.
Para Despentes las mujeres desean practicar su sexualidad, es su rasgo más de mujer animal que de mujer civilizada, más propia de las culturas bárbaras europeas donde la sexualidad fue más libre, y donde las mujeres tenían mayor goce, mayores derechos, mayor igualdad con los hombres bárbaros. Esto se puede apreciar los personajes femeninos de la serie Vikingos, sobre todo en el personaje de Ladgerda.
Con todo, para Despentes las féminas, en el espacio de la intimidad, pueden derrotar al capitalismo, esto queda brillantemente representado actoralmente a través de la dupla conformada por Antonia Zegers y Patricia Rivadeneira, cuando caracterizan el orgasmo masculino centrado en eyacular, en diálogos directos sin matices, con una cruda descripción, criticando que el orgasmo masculino en la pornografía es habitual, y el cual se impone en su caracterización sobre el orgasmo femenino, lo invisibiliza.
Uno de los aspectos del orgasmo femenino se manifiesta en el aumento del tamaño de los senos hasta en un 25%, lo cual queda escenificado de manera excepcional por Zegers, ante la mirada atónita de Rivadeneira, ante un público incrédulo, que asimila de una manera jocosa esa situación, como un ejemplo de nuestra baja cultura sexual, lo cual es un acierto total de esta escenificación.
El juego narrativo actoral de Zegers y de Rivadeneira nos llevan a ese mundo invisibilizado, relegado de las féminas, donde existen: «contracciones rítmicas e involuntarias de los músculos perivaginales y perineales, sensaciones de placer en la vagina y la pelvis, contracciones del útero, retracción del clítoris hacia el hueso púbico», manifestaciones anatómicas que están presentes en la sexualidad humana,
Sensaciones y emociones que deberían constituir un curso de humanización básico, impartido en los liceos del país, que sin embargo, solo se puede encontrar en la cinematografía de sexualidad fémina, que tanto disfruta Despentes.
La cual no proviene del mercado habitual de la pornografía, sino de la pornografía alternativa, aquella que enseña a la mujer a disfrutar de su cuerpo, convirtiendo ese espacio de intimidad, en una liberación total contra el machismo y el capitalismo, aspecto que se grafica entre otras escenas, cuando el personaje de Zegers le pregunta a su par interpretativo encarnado por Rivadeneira: ¿si le gusta el porno?.
Gracias a Alexandra Von Hummel, a Manuela Oyarzún, a Antonia Zegers y a Patricia Rivadeneira por hacer disfrutar de las ideas de Virginie Despentes.
Ficha artística:
Basado en Teoría King Kong de Virginie Despentes | Dramaturgismo: Manuela Oyarzún Grau | Dirección: Alexandra von Hummel | Elenco: Patricia Rivadeneira y Antonia Zegers | Participación especial: Francisco Silva | Diseño iluminación: Julio Escobar | Diseño de sonido: Antonio Blondel | Diseño de vestuario: Francisco Silva | Producción ejecutiva: Patricia Rivadeneira | Una producción original del Teatro Nescafé de las Artes.
El montaje Una mujer llena de vicios se presentará hasta el próximo sábado 23 de noviembre de 2024, de jueves a sábado, a las 20.00 horas, en la Sala A2 (Edificio A, piso 1), del Centro GAM (Av. Libertador Bernardo O’Higgins 227, Santiago, Chile).
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Patricio Altamirano Arancibia realizó sus primeros estudios en el Instituto Nacional General José Miguel Carrera, para luego ingresar a la carrera de sociología en la Universidad ARCIS, donde se especializó en la investigación académica sobre la clase alta chilena. En esa misma casa de estudios obtuvo el grado de doctor en procesos sociales y políticos en América Latina.
Desde entonces, ha publicado y presentado diversos trabajos en congresos de sociología tanto en el país como en el extranjero, por citar: «La ruta de la modernización agraria chilena: capitalista, reaccionaria y extranjerizante», «El capitalismo ilustrado del siglo XXI» y «Las ocho sombras de los mayorazgos modernos en el siglo XXI», entre otros.
En septiembre de 2021 presentó la monografía La casta Larraín en la burguesía chilena (Ojo Editores).
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Crédito de las imágenes utilizadas: Sebastián Domínguez.