Lleno de citas literarias, pictóricas y cinematográficas, el nuevo y esperado filme del realizador español Pedro Almodóvar tuvo su estreno en las salas nacionales durante esta semana, y se encuentra protagonizado por las famosas actrices Tilda Swinton y Julianne Moore, además del renombrado intérprete estadounidense John Turturro.
Por Cristián Uribe Moreno
Publicado el 6.12.2024
Pedro Almodóvar debe ser el director español más importante en la actualidad. Ícono artístico del destape español, activo desde los años 70, con realizaciones absolutamente provocadoras en los 80, en los 90 su desparpajo subversivo se fue domesticando, aunque sus filmes siguieron abordando temas controvertidos, sus relatos se convirtieron en intrincados melodramas, estéticamente notables.
Todo esto fue coronado en el año 1999 con Todo sobre mi madre, obra que lo convirtió en un fenómeno mundial y que fue honrado con un Oscar.
Esto para recordar la dilatada carrera y logros de un cineasta que desde que triunfó en Estados Unidos se demoró más de dos décadas en aterrizar en el país del norte para rodar un crédito audiovisual.
Si bien en su obra anterior, el mediometraje Extraña forma de vida (2023), ya dio una señal al trabajar con dos actores que están en plena función dentro de la industria cinematográfica norteamericana: Ethan Hawke y Pedro Pascal. Una película filmada en Almería que homenajeaba, a su manera, a los western de antaño.
Con todo, su última realización La habitación de al lado (2024) es un drama que transcurre en Nueva York. Ingrid (Julianne Moore) y Martha (Tilda Swinton) son dos amigas que no se ven desde hace tiempo.
Martha tiene cáncer e Ingrid, al saberlo, comienza a visitarla, reviviendo una amistad pausada por años, debido a sus propias carreras. En sus conversaciones afloran historias de vida de amigas que han estado años sin verse.
De la enfermedad de Martha que cada día se vuelve más terrible, ella toma una drástica decisión y pide a Ingrid que la acompañe, que esté presente, en la habitación de al lado. De esto surge un extraño viaje en que emergen temas como la muerte, el amor, la amistad y el destino.
La evocadora frase final de un cuento
Desde un comienzo se vislumbran las características del cine almodovariano: un cuidadoso tratamiento de los colores, destacando el rojo, verde y amarillo; espacios cerrados donde los personajes sobrellevan sus dolores; el papel de la madre como figura esencial; acentuación de los aspectos patéticos en las desventuras de los protagonistas; juego de roles de masculino y femenino en el relato; la muerte y el sexo como parte básica de la existencia.
Todo esto y más, pero pasado por el cedazo de los años.
En Almodóvar, los personajes suelen hablar mucho. Los roles conversan de sus deseos, sus fracasos y sus logros. Y aquí, en seres humanos que están frente al final de sus días, las síntesis de sus propias vidas, es el motivo que justifica que aborden este tipo de asuntos tan críticos.
Así, Ingrid es una escritora que celebra la vida y que ve en la muerte una «negación» de lo natural que es el don de la existencia. Por eso, para ella es tan difícil la travesía que propone su amiga.
La diferencia con Martha es evidente. Ella como corresponsal de guerra, convivió constantemente con la muerte. Por lo que para la periodista, lo natural es el fin de la vida. En ese aspecto, Almodóvar logra construir en las existencias de ambas, espejos, simetrías opuestas que la imagen cinematográfica, pulcramente va marcando.
Pedro Almodóvar filma sobre obras maestras que refiere en el relato. Por un lado, se alude de manera sutil a Viaje a Italia de Roberto Rossellini.
Ingrid y Martha se asemejan a la pareja que antes conformaran Ingrid Bergman y George Sanders, como matrimonio, enfrentando su crisis en unas vacaciones en Italia. Por otro lado, aparecen Los muertos (1987) de John Huston basada en el relato «Dublineses» del escritor irlandés, James Joyce.
La obra cinematográfica es citada directamente, en el bello final que creó Huston, con las palabras tan atingentes a la situación de Martha, que se escuchan al cierre de la película.
Además, el cineasta español se basa en la obra pictórica del artista Edward Hopper para reforzar la idea de soledad e incomunicación que viven las protagonistas.
Inspirándose en la estética del pintor norteamericano, específicamente de su cuadro Gente al sol, las líneas rectas, los tonos apagados y esas personas al calor de la tibia luz que los baña, recreadas magistralmente en el filme, se amplifica el aislamiento en que las amigas están sumidas.
La narración no pierde su tono melancólico, incluso cuando se presenta el personaje de Damian Cunning (John Turturro), expareja de ambas, para cargar contra el calentamiento global y la derecha, porque el escepticismo de su personaje está en el tono desesperanzado de la vida que agoniza y desea el fin.
Como dice Martha durante el relato «Cuando agonizas no eres dueño de ti mismo». Por esta razón, el acompañamiento que espera de su amiga, en el final de sus días, sea el acto más humano de ella, pese a las férreas creencias pro vida que Ingrid pregona en el principio del relato.
El filme de Almodóvar en algún momento juega con las expectativas que se tiene de sus propias películas como marca registrada. En algún momento se espera esas escenas de sexo apasionado que suele explotar en la pantalla. Y pese a que se habla de ello, lo resuelve de forma bastante más delicada que otras veces, incluso con autorreferencias, sin caer en los excesos de otras épocas.
Para quienes hemos crecido viendo sus realizaciones, Almodóvar pareciera que se ha despojado de la exageración y del vértigo que poseían sus anteriores obras y se ha concentrado en los elementos trascendentales que evocan solo lo necesario. Esa exuberancia que brotaba como un volcán antiguamente, se está comprimiendo y densificando hacia adentro.
En La habitación de al lado, esto se refleja en las menciones directas a piezas culturales: libros, películas, fotografías y pinturas que cobran importancia tanto en los parlamentos de los personajes como en la composición misma de la realización cinematográfica.
Por esto, en algunos momentos, se asiste a una perfección visual, bellamente concebida, que deja todo lo superfluo fuera de campo. Igual que si se estuviera contemplando una obra de arte pictórico.
Hacia el final del viaje, que otros llaman vida, las cosas que son importantes, para Pedro Almodóvar, pareciera que son muy pocas y banales: contemplar un cuadro, una foto o ver caer la nieve. O disfrutar la evocadora frase final de un cuento.
El guion de La habitación de al lado se basa en la novela Cuál es tu tormento (What Are You Going Through, 2020), de la escritora estadounidense Sigrid Nunez (1951), y la cual fue publicada en español por la Editorial Anagrama durante el año 2021.
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Cristián Uribe Moreno (Santiago, 1971) estudió en el Instituto Nacional General José Miguel Carrera, y es licenciado en literatura hispánica y magíster en estudios latinoamericanos de la Universidad de Chile.
También es profesor en educación media de lenguaje y comunicación, titulado en la Universidad Andrés Bello.
Aficionado a la literatura y al cine, y poeta ocasional, publicó también el libro Versos y yerros (Ediciones Luna de Sangre, 2016).
Tráiler:
Imagen destacada: La habitación de al lado (2024).