[Ensayo] «Confabulario»: La epopeya doméstica de una pareja

Esta obra singular y personalísima constituye el libro más representativo del narrador y artista visual mexicano Juan José Arreola, autor al cual se considera —junto a Juan Rulfo— como uno de los puntales de la literatura hispanoamericana en el contexto del siglo XX.

Por Luis Miguel Iruela

Publicado el 31.1.2025

En 1952, el escritor mexicano Juan José Arreola (1916 – 2001) publicó Confabulario, una excepcional colección de relatos, cuentos y microrrelatos, donde brillaba lo más granado de su literatura: fantasía e imaginación («El miligramo prodigioso», «El guardagujas»), sutileza, elegancia, ironía y un original sentido del humor («Carta a un zapatero que compuso mal unos zapatos»).

Pero era en el pasaje titulado «In memoriam», donde el autor elaboraba una especie de mito divertidísimo sobre la constitución de la pareja.

Si partimos de la idea de que una pareja la forman dos seres humanos enlazados por una intensa y un afecto exclusivo, podríamos describir las características de la misma de esta manera:

Proximidad emocional, es decir, un reconocimiento sentimental mutuo, no racional.

Intimidad absoluta, no solo física. Hay un acceso al secreto personal de cada uno. Se queda, por tanto, al descubierto y sin defensas. En pareja se va desvelando uno frente al otro.

Por eso se lucha para conservar una parte del secreto indemne y, por eso, es tan dolorosa la ruptura, ya que es una reprobación a la persona entera, y también por eso genera odios implacables: se soporta con dificultad ser conocido y reprobado.

Tensión sexual y erótica, aunque haya entre ambos una sexualidad blanca.

Exigencia. Se espera todo del otro y ser complementado. Para la pareja, lo primero es la pareja.

 

Ese «castigo formidable»

Estas características dan lugar a una especie de «leyes de la pareja», que se imponen a los individuos tanto o más que las de la sociedad. Dichas reglas son: la sinceridad, la confianza y la lealtad. Lo que peor perdona una pareja es: «la traición».

Así, y en definitiva, en la pareja se cede libertad, entendida generalmente como espontaneidad, como sentimiento de independencia y existencia suficiente a cambio de: seguridad, amor, protección, compañía, apoyo e incondicionalidad. Todo ello vivido como «la felicidad».

Este es, en el fondo, el conflicto que nace dentro: una lucha entre lo individual (entre una voluntad de desarrollo personal) y el nacimiento de una nueva entidad más amplia.

Se trata de una versión más de la pugna individuo y sociedad que se encuentra en Hobbes y en Rousseau.

Juan José Arreola lo ilustra con fina comicidad en uno de los cuentos ya referidos («In Memoriam»), el cual narra la peripecia de un antropólogo ficcional, el barón de Büssenhausen, cuyo legado deja una obra monumental Historia comparada de las relaciones sexuales.

Allí se cuenta que en las sociedades primitivas todos y todas tenían relaciones libres entre ellos para evitar la endogamia. Pero observaron que algunos y algunas formaban parejas exclusivas y se escondían para llevar a término su afición.

Con todo, a estos se les castigaba a permanecer el uno junto al otro por obligación:

«A los que sucumbían al ansia prematura o ilegal de posesión —escribe Arreola—, se les condenaba en buena especie a la saciedad atroz del manjar apetecido. Encarcelados, los culpables sufrían las inclemencias de la intimidad absoluta, mientras sus prójimos se entregaban afuera a los irresponsables deleites del más libre amor».

Y más adelante: «y el matrimonio, que en un principio fue un castigo formidable, se volvió poco después un apasionado ejercicio de neuróticos, un increíble pasatiempo de masoquistas».

Termina calificando el matrimonio de «epopeya doméstica», lo cual parece una brillante calificación.

 

 

 

 

 

***

Luis Miguel Iruela es poeta y escritor, doctor en medicina y cirugía por la Universidad Complutense de Madrid. Especialista en psiquiatría, jefe emérito del servicio de psiquiatría del Hospital Universitario Puerta de Hierro (Madrid), y profesor asociado (jubilado) de psiquiatría de la Universidad Autónoma de Madrid.

Dentro de sus obras literarias se encuentran: A flor de agua, Tiempo diamante, Disclinaciones, No-verdad y Diccionario poético de psiquiatría.

En la actualidad ejerce como asesor editorial y de contenidos del Diario Cine y Literatura.

 

«Confabulario definitivo», de Juan José Arreola (Ediciones Cátedra, 2006)

 

 

 

 

Luis Miguel Iruela

 

 

Imagen destacada: Juan José Arreola.