“Hija de tigre”: Retrospectiva sobre el vínculo Padre e Hija

Una de las principales características de este montaje en cuanto a su propuesta dramática radica en que se enmarca dentro del llamado Teatro Biográfico y Documental, el cual requiere tanto de una investigación previa en torno a las temáticas tratadas, como de la participación activa de los actores en la construcción de la performance, y cuya historia personal sirve de material para la elaboración del argumento desarrollado, lo cual se complementa con el especial dispositivo escenográfico acá utilizado.

Por Jessenia Chamorro Salas

Publicado el 24.6.2018

El Teatro Camilo Henríquez se complace en volver a traer a la cartelera teatral, el conjunto de obras con las que el colectivo Laura Palmer [1] ha querido celebrar sus diez años de trayectoria en el campo escénico. Entre los montajes que reestrenarán se encuentran Los que vinieron antes, Doblevé – Cé e Hija de tigre, representativas de cada uno de los directores que han participado del colectivo, Jorge Arecheta, Ítalo Gallardo y Pilar Ronderos, respectivamente.

El colectivo “La Laura Palmer” nació el 2008 por el deseo de un grupo de estudiantes de teatro de la Universidad de Chile, por montar una obra para el célebre Festival de Dirección y Dramaturgia “Víctor Jara”. Aquella obra fue premiada y alabada, y se convirtió en el puntapié inicial para diez años de trabajo teatral, que pese a las dificultades propias que debe pasar un colectivo de teatro independiente, ha sabido permanecer en el tiempo. Ocho montajes se han realizado durante la trayectoria del colectivo, el último fue Esto (no) es un testamento, sobre la compañía ICTUS, pieza reconocida por la crítica y por los espectadores.

Hija de tigre es la retrospectiva del vínculo entre Padre e Hija, desde la perspectiva de estas hijas adultas que rememoran la relación con sus padres, conflictuada por tres motivos representativos: el abandono, la separación y la muerte. Se trata de hijas que exponen su biografía familiar con el fin no solo de develar las articulaciones problemáticas que se hayan tras sus vínculos filiales paternos, sino de comprender la dimensión profundamente humana de sus padres, y así valorar su rol con los claroscuros que pudo haber tenido. Se trata además, de deconstruir con un relato personal, la figura idealizada de los padres (padre y madre), sustentada en valores y convenciones excesivamente estructuradas, que por su fragilidad y carácter aleccionador, cualquier “error” fractura el modelo.

Una de las principales características de Hija de tigre en cuanto a su propuesta dramática radica en que se enmarca dentro del llamado Teatro Biográfico y Documental, el cual requiere tanto de una investigación previa en torno a las temáticas tratadas, como de la participación activa de los actores en la construcción de la performance, cuya biografía sirve de material para la elaboración del argumento, muy en la línea del Teatro Biodramático (El año en que nací, de Lola Arias, por ejemplo). De esta manera, la mirada teórica desde donde se proyecta La Laura Palmer y su realización Hija de tigre, se complementa con el dispositivo escenográfico, el cual utiliza fotografías – personales –, proyecciones, voz en off, video grabadora, y elementos simbólicos –una maleta, una caja, una silla– los que contribuyen a generar una atmósfera íntima y conmovedora, en donde los espectadores no son un mero público, sino que se transforman en cómplices-testigos del relato que perciben. Tales recursos escénicos y multimodales destacan por el efecto delicado y sensible que producen, así como también por lo correcto de su ejecución y la sintonía que logran con el espectador.

En este sentido, el trabajo fotográfico y fílmico recrea, reconstruye y rememora el pasado familiar vivido por las actrices/personajes, cuestionándolo y sobre todo reflexionando sobre aquellas huellas de su niñez que aun resuenan en su memoria y les hacen replantearse el rol convencional de la paternidad. Un padre que abandona a su hija porque tiene otra familia. Un padre que descubre en su adultez que es homosexual. Un padre que muere dejando una hija adolescente. Hija de tigre devela las problemáticas en torno a la paternidad, no a modo de crítica, sino como una reflexión en torno a las significancias que tal rol implica, y sobre todo, la determinante influencia que la figura del padre tiene para la construcción subjetiva de una hija, la cual va más allá del Complejo de Electra diagnosticado por Sigmund Freud, pues apela a la forma en que la hija asumirá sus relaciones personales en el futuro y se verá a sí misma (autoestima, seguridad, etcétera).

Hija de tigre ahonda desde una mirada cotidiana, realista y libre de prejuicios y estereotipos, el complejo vínculo filial padre e hija, apelando a una empatía, una comprensión y una valoración por el rol paterno. No obstante, subrayar en los sentimientos de abandono, soledad y tristeza que padecieron las protagonistas antes de mirar con distancia y madurez la importancia del rol paterno y lo que significó para ellas.

Hijas que indagan sobre su herencia biológica, cultural y social, y con ello despliegan el mapa de la paternidad, cuyas fronteras parecen difusas, se abren, se cierran, se cruzan y se separan, al igual que las fronteras entre la realidad y la ficción, tensionadas y siempre rozando puntos liminales, de lo cual se nutre la propuesta escénica del montaje. Hija de tigre es una bildungroman femenina, un biodrama sobre el proceso de crecimiento de la mujer y el vínculo indeleble con la paternidad.

La compañía “La Laura Palmer” nuevamente sorprende con un montaje sólido, conmovedor e innovador que deja la atmósfera del teatro estremecida, no solo por los recuerdos personales que afloran sobre la propia historia – de padres, abuelos, tíos – sino por la reflexión que provoca y que lleva a comprender que ser padre no se aprende en un manual, que no es un instinto perfecto, que no es unívoco y estable, sino que es profundamente humano e imperfecto como lo somos cada uno y la vida en sí misma.

 

[1] La compañía toma su nombre de Laura Palmer, quien es el personaje principal de la serie de televisión Twin Peaks, realizada por David Lynch y Mark Frost y emitida por primera vez en el medio ABC entre los años 1990 – 1991.

 

La actriz Daniela Baeza en una escena del montaje dramático «Hija de tigre», del colectivo «La Laura Palmer»

 

Ficha técnica:

Dirección y dramaturgia: Pilar Ronderos

Elenco: Daniela Baeza, Ebana Garín, Carolina Díaz y Pilar Ronderos

Dirección audiovisual: Pilar Ronderos e Italo Gallardo

Switch audiovisual: Italo Gallardo

Diseño escenográfico y fotografías: Rodrigo Ruiz

Diseño de iluminación: Laurene Lemaitre

Producción: Mónica Drouilly

Funciones y horarios: Desde el 21 al 24 de junio y desde el 28 de junio al 1 de julio de 2018, a las 20:00 horas.

Sala: Teatro Camilo Henríquez, calle Amunátegui Nº 31, Santiago Centro, Santiago.

 

 

Crédito de las fotografías utilizadas: Mónica Drouilly Hurtado