A propósito de la película «French Kiss»: Para vencer el miedo a dejarse ir

Esta bella comedia dirigida por el realizador Lawrence Kasdan -a partir de un guión de Adam Brooks-, y que data de 1995, se encuentra interpretada por un elenco actoral de lujo encabezado por Meg Ryan, Timothy Hutton, Kevin Kline, Jean Reno, Suzan Anbeh y Françoise Cluzet, y su estética artística y audiovisual se manifiesta y se expresa, a través de la esencia de la vida: el amor. En el siguiente texto ofrecemos un análisis a la simbología y a los significados ocultos de su hondo argumento dramático.

Por Jordi Mat Amorós i Navarro

Publicado el 8.5.2018

Esta bella comedia dirigida por Lawrence Kasdan a partir de un guión de Adam Brooks y bien interpretada por Meg Ryan, Timothy Hutton, Kevin Kline, Jean Reno, Suzan Anbeh y Françoise Cluzet nos habla de la esencia de la vida: el amor. Amor en varias de sus facetas: como amistad, como la familia a la que se pertenece  y como el amor de pareja simbolizado en la resonancia pasional del beso francés (french kiss) entre los protagonistas. También trata sobre temas muy relacionados con el amor: el miedo a dejarse ir, el juego de “poder” entre sexos, la entrega absoluta, el ¡sí! y el “a pesar de…”.

 

Argumento

Kate (Meg Ryan) vive en Toronto en casa de su prometido Charlie (Timothy Hutton) con la intención de casarse y formar un hogar. El debe viajar a París y como Kate tiene mucho miedo a volar declina acompañarlo. En la ciudad de la luz Charlie conoce a Juliette (Suzan Anbeh) y corta con Kate.

Kate con valentía vuela a París dispuesta a recuperarlo. En el avión conoce a Luc (Kevin Kline) un ladrón que consigue distraerla en el temido despegue y que le da una nueva visión sobre la vida y el amor. Luc esconde en el bolso de Kate su doble tesoro: una cepa de vid y un collar de diamantes.

Al llegar al aeropuerto ella pasa la aduana mientras que él como viejo conocido por la policía es interrogado y su equipaje revisado por su amigo Jean Paul (Jean Reno) a quien Luc salvó la vida.

Kate llega al hotel donde se aloja Charlie y lo ve junto a Juliette desmayándose y cayendo al suelo del hall, momento que aprovecha Bob (François Cluzet) un ladrón amigo de Luc para robarle su bolso. Llega Luc y le ayuda a reponerse, averiguando que el bolso ha desaparecido y que ha sido su amigo el ladrón.

En el apartamento de Bob recuperan el bolso pero casi todo ya ha sido vendido, Luc consigue su cepa y el dinero de la venta de los bienes de Kate. En la calle Kate se siente utilizada por Luc, quien le dice que la cepa de vid es su futuro: quiere crear un gran viñedo. Se despiden y ella coge el dinero de sus cosas. Luc se da cuenta que falta el collar, vuelve con Bob y este le dice que no lo tiene que quizas lo tenga ella escondido en su bolso…

Kate Llama a la hermana de Charlie y le explica todo lo ocurrido, esta le dice que se van a casar y su viaje de novios será a Cannes pero que no ha invitado a su familia.

Vuelve al hotel de Charlie y consigue saber el hotel de Cannes donde se alojará la pareja, también poco después Luc llega al hotel y se entera de que Kate va a coger un tren a Cannes. Luc entra en la estación y ve a Kate comprando billete. También ve a Jean Paul que le está buscando al saber que tiene un collar robado gracias a la confesión de Bob.

Luc se escabulle y logra subir al tren con Kate. Allí se van conociendo y Luc se compromete a ayudarla a recuperar a Charlie. Cuando Kate se duerme, Luc intenta cogerle el bolso y ella en sueños lo confunde con Charlie abrazándolo y besándolo apasionadamente.

A la mañana siguiente Kate se siente indispuesta y deciden apearse en un pueblo que es el de la familia de Luc. Allí él se reencuentra con los suyos pese a sus reticencias y ella disfruta del ambiente familiar. Luc le muestra donde va a instalarse para elaborar su vino. Antes de volver a subir al tren, Kate le enseña su collar que en ese momento lleva puesto.

En Cannes Kate con la ayuda de Luc logra reconquistar a Charlie, pero ella lo rechaza al darse cuenta que es volátil y falso. Jean Paul contacta con Kate y le pide que Luc devuelva el collar robado, por otra parte Luc le enseña a Kate la joyería donde va a venderlo para así comprar la finca vitivinícola. Ella le convence para ir en su lugar y decide entregar todos sus ahorros (que guardaba para comprar su hogar) para poder simular que la joyería le paga el collar ante la perplejidad de Jean Paul que inteviene en la farsa.

Jean Paul le explica todo a Luc y este corre al aeropuerto donde Kate se dispone a volar rumbo a America. Allí se consuma todo, Luc le pide que se quede con el y ella acepta.

 

Miedo a dejarse ir, a amar plenamente

El amor es una preciosa flor, pero se necesita tener el valor de ir a buscarla al borde del precipicio.
William Shakespeare

Baila en medio de la lucha, baila en tu sangre, baila y sé libre.
Rumi

 

Kate se nos presenta como una chica “buena” y hogareña que solo una vez ha hecho algo ilegal: fumar un porro y encima la detienen.

Conforme se desarrolla la trama vamos viendo como Kate va sacando su faceta “mala” para así poder amar plenamente gracias a la ayuda de Luc, y como este logra cambiar gracias a ella.

De esta forma vemos que:

Cuando Kate está en un centro de simulación de vuelo para vencer su miedo a volar, una voz le pregunta en que piensa y ella responde que en acero retorcido, una bola de fuego, un bebe desnudo pidiendo a gritos a su madre… y se dice a sí misma estamos cayendo repitiendo que no quiere morir. Kate dice que su seguridad es una casita de piedra, que no le gusta Paris ni los franceses y que no quiere hacer este viaje. En el rótulo de la escuela leemos “puedes volar, nada hay que temer sino el propio miedo”.

El miedo a volar suele simbolizar el miedo a dejarse ir para disfrutar plenamente la vida. Al despegar el avión que le lleva a Paris, Luc le dice a Kate que tras su miedo a volar está el miedo a vivir, el miedo al amor pleno, el miedo al sexo… y que lo ve en su forma de vestir con “tanto botoncito”. A continuación se nos muestra un plano del avión por fuera y es de color rojo pasión (al final de la película el rojo fuego está ya dentro en la tapicería de los asientos como reflejo de que Kate ya ha superado el miedo a dejarse ir).

En la primera llamada de Charlie desde Paris, ella está viendo la televisión y le dice que le ha “salvado” de las noticias; él comenta entusiasmado que es una ciudad que hechiza, que ha cenado con una salsa con gusto increíble como nunca ha probado; ella replica que es para camuflar la carne de caballo, que lo vio en televisión; el dice que si sigue viendo estos programas jamás saldrá de casa (como simbolismo de la seguridad de lo conocido).

En una escena posterior vemos a Kate hablando con la hermana de Charlie, esta le comenta que nunca se compraría una casa porque se convierte en tu vida entera. Todo transcurre en la cocina de los padres de Charlie, Kate cocina con un jersei de rayas azul-negro y la hermana prepara los ingredientes con un jersei rojo fuego. Es entonces cuando se produce la que será la última llamada telefónica de Charlie y este le dice que se siente feliz porque ha conocido una diosa, una aparición que “mea aún teniendo a alguien detras” (un modo de expresar lo salvaje).

En el hall del hotel parisino Kate le comenta a Bob lo de la diosa que puede mear con alguien detrás y el ladrón interpreta que ella es una diablilla a pesar de su cara de ángel. En ese instante baja en el ascensor central transparente “su” Charlie arrimado a Juliette quien lleva un vestido corto provocativo rojo que se ilumina mediante el reflejo de la gran lámpara de lágrimas. Al salir se morrean, Kate les mira estupefacta cayendo desmayada en la moqueta laureada roja (como señal de rendición a la gran fuerza del fuego pasional que encarnan la pareja).

Luc roba un coche rojo para ir con Kate a recuperar su bolsa, hablan de la diosa que rompe el corazón de Charlie y Luc le dice que se deja humillar en la cara (en ese instante suena la alarma del coche robado como símbolo de la llamada al fuego pasional) Kate le comenta que ha venido a rescatar al hombre que ama, que viéndola a ella podrá recuperarlo y juntos volverán a tener una “vida perfecta”.

Cuando llegan al barrio de Bob aparcan el coche sobre la acera delante de una sex shop. Al llegar al domicilio del ladrón, este sostiene un libro en cuya contraportada figura una X y mira una imagen de una mujer joven desnuda de pie en la orilla de un mar en calma agarrada a unas cuerdas con forma de dos copas iguales como si fuera una balanza de justicia… (puede tener diferentes interpretaciones, a mi entender simboliza al eterno eros femenino que encarna la libertad y la paz verdaderas, ahora atado).

Se despiden en una esquina en un fondo de cajas de fruta vacías (dejando ver que aún no hay pasión) Con la melodía de Wonderfull de Paolo Conte como fondo, vemos a Kate ya de noche paseando buscando taxi y a Luc en una moto robada buscándola a ella. Una de las estrofas nos dice: vente, vente, vente conmigo / entra en este amor oscuro lleno de hombres / vente, vente, entra y date un baño caliente / hay un albornoz azul, / fuera llueve un mundo frío (una clara alusión al amor pasional que quiere nacer).

Cuando Kate ve por segunda vez a Charlie y Juliette, se nos muestra un camarero vestido de blanco y en el fondo un aplique de luz también blanco en forma de concha laureada. Vemos a Juliette vestida de verde con motivos frutales rojizos dándole de comer a Charlie en la boca y luego chupándose ella los dedos, él le entrega una rosa roja y ambos beben champagne (esta escena es un modo de representación del mundo de eros, del paraíso dionisíaco).

En el tren rumbo a Cannes vemos que tiene puertas rojizas, allí Kate y Luc ya rien cómplices. Ella se va mostrando como es realmente (más allá de la máscara de “carita de ángel” tan bien descrita por Bob), le dice que sabe que es un ladrón y Luc le responde que los trucos son como respirar (como simbología de la magia vital, del desprendimiento, de la sorpresa…) Kate habla del besar como lo más íntimo: los labios de dos seres unidos, su aliento, un poco de su alma… un beso es donde reside el romance (que es aquello que rehusa Luc, incapaz de comprometerse plenamente con una mujer).

Ya de noche ella se duerme con un libro: Calma y comprensión, momento que Luc aprovecha para buscar el collar en su bolso. Entre sueños Kate cree que es Charlie y le besa apasionadamente, Luc queda impresionado de lo que ha sentido y ella se duerme feliz. Por la mañana en el vagón restaurante él ya la ve con otros ojos y ella está con una camiseta blanca de tirantes y manga corta (simbolizando mayor libertad y paz), está de muy buen humor y dice que le encanta el queso francés y el paisaje (el placer sensual). Kate comenta que se siente fresca y que ha tenido un sueño delicioso que no recuerda, se nota transformada (ella empieza a mostrarse más suelta, gozando la vida aunque aún no se fía/entrega plenamente; también Luc comienza a cambiar, al enamorarse de Kate se va desmoronando su fachada de “Don Juan” pasota).

En la habitácion de Luc del hogar familiar, vemos a Kate bebiendo vino tinto que él le ofrece pidíendole que lo describa. Ella dice que es un vino atrevido, con un matiz sofisticado y sin pretensiones y le suelta que en realidad está hablando de ella misma. Luc le dice que el vino es como las personas, absorve las influencias de la vida alrededor y adquiere su personalidad. Luc le da a oler las botellitas de una vieja caja que guarda de su juventud: romero, una seta, lavanda… ella las acierta todas; él dice que estas esencias crecen en esa región, en la tierra y en el aire… Se miran y sonrien con complicidad. Luc comenta que para elaborar un gran vino hay que tener alma de jugador… (el vino como néctar esencial de la tierra-femenina mimada por el hombre, el vino dionisíaco del placer de vivir; y el juego de azar como entrega total a la vida).

Vemos a Kate en el hotel de Cannes observando a la pareja. Un camarero deja un carro de pasteles tras Kate y esta al querer incorporarse tropieza y se embadurna toda ella de dulce, sale a gatas ante el asombro de los comensales. Charlie se levanta para ver, Kate llega al hall y Luc la ve, coinciden ambos buscándola y chocan de espaldas vistiendo Charlie de blanco y Luc como siempre de oscuro (aunque de modo inconsciente, Kate ya juega al amor pleno siendo Charlie el objetivo visible mientras que Luc aún no es plenamente visto).

En la habitacion del hotel él le dice sin decir que Juliette es sexy, Kate responde que ella no es una morritos sino que expresa lo que siente y le recrimina que quiera una mujer misteriosa, sexy, manipuladora… En la siguiente escena ella se ducha (agua-sentimientos) mientras él está en el balcón con brisa marina (aire-pensamientos) ambos ensimismados. Kate sale con un camisón blanco en el que se lee “Love Paris” donde la A es la tour eiffel, se mete en la cama espectante pero él se va al sofá y mientras Luc se desviste ella apaga la luz (Kate se debate en ser o no ser la diablilla, él está respetando a la mujer y superando su falta de compromiso).

Ella empieza su actuación con Charlie y Juliette en la playa sentándose con ellos desenfadada comiendo una zanahoria y su ex le dice que parece distinta. Kate explica que vino a Francia a por él pero que no hay hogar seguro ni relación estable y se juntó con Luc al que presenta (el ahora va vestido de blanco crudo) Luego ella está satisfecha porque los ha dejado hechos polvo y se ha sentido liberada. Luc le dice que cene con Charlie y que mañana volverá a ser la reina. En la habitación ella se viste para cenar con un bello vestido corto, Luc la mira diciéndole que está maravillosa y le pone su collar porque la diosa es ahora ella. Luc le comenta que va a seducir a Juliette para ayudarla y a ella la vemos con cara de desagrado. En la cena Charlie cree que Kate le odia y ella dice que antes sí pero ahora ya no, él la mira sorprendido. Charlie le propone bailar y le dice a Kate que parece que alguien hubiera encendido una luz en su interior y se pregunta por qué no ha sido él, se besan pero ella hace cara de circunstancias (Kate ya ama a Luc).

Se ven ambas parejas en la cama, Juliette nota algo y le dice a Luc si todo va bien hasta que Luc le llama Kate y se rompe la magia. Mientras, Charlie repite perdóname a Kate y esta le dice que pare de sobarla preguntándole por qué no fue él quien encendió su luz y por qué prefirió a Juliette. Lo aparta y le dice que es la misma que quiere un hogar y una familia, plantar raíces y verlas crecer, le dice que lo siente pero que ya no lo quiere. A la mañana siguiente Luc vestido blanco crudo entra en la habitación de Kate que está desayunando con albornoz blanco. Ella le dice que Charlie quiere volver con ella, Luc la felicita. Kate le pregunta si el viejo toro lidia otra vez y él contesta que olé (ninguno de los dos está satisfecho ni dice la verdad).

Después de vender el collar, Luc ve a Charlie y Juliette otra vez juntos y sabe por Jean Paul la verdad. Vemos a Kate triste sentada en el avión, cierra los ojos, oye la voz de Luc y sonrie. Luc le pregunta si ya no le da miedo volar y contesta con la cabeza que no, le pregunta si aún piensa en la casita de piedra y ella le dice que está en una colina junto a un hermoso viñedo, pero que no pensaba en eso que pensaba en él. Luc la coge diciéndole que no debería volar a ninguna parte porque la necesita. Se besan y se ven ya en los viñedos abrazados con la canción la vie en rose de fondo (Luc reconoce que necesita la mujer-la femeninidad auténtica para vivir con plenitud y Kate se ha entregado a quien la ha encendido para volar juntos).

 

Juego de “poder” entre sexos

La película refleja la más antigua de las guerras: la guerra de sexos por la conquista de la/el amante. Kate inicialmente es la encarnación de la inocencia y el buenísmo santón, y encuentra a Luc que es el “Don Juan” truhan que nunca se compromete con la mujer.

A Luc le fascinan los morritos de las francesas, el “no pero sí”, que ve como provocativo al poner al hombre en un estado de excitación y ansiedad. Mientras que Kate se siente auténtica y no ve la necesidad de fingir/jugar.

Pero, a medida que avanza la acción, Kate va sacando su lado pícaro. Juega inteligentemente con Luc (por ejemplo cuando le muestra el collar antes de subir al tren) y con Charlie (cuando lo ve en la playa con Juliette y cuando cenan los dos solos).

Luc realiza el proceso inverso a partir del momento en que besa a Kate, se enamora de verdad y la ve/siente muy diferente a las otras mujeres de su vida: la respeta, la valora, la ayuda, la admira, la vive…

Kate se va enamorando de Luc al darse cuenta de que tras la máscara del truhan hay un hombre muy sensible, tierno, protector, divertido… Y cuando recupera a Charlie se da cuenta definitivamente que es Luc el hombre a quien quiere, el único que ha encendido su luz.

Pero el juego sigue y ambos se mienten tras la noche de desengaños. De hecho es Kate quien arriesga al máximo convirtiéndose en jugadora maestra al dar todos sus ahorros, su proyecto de hogar, su seguridad material en la falsa venta del collar (en la joyería Cartier, nombre que está asociado a los naipes, al póquer) Y la jugada arriesgada da sus frutos con la colaboración del buen amigo Jean Paul, Luc es capaz de decirle que la necesita ofreciéndole todo lo que tiene y es.

¿Quién gana? Ambos, es una X de empate y de pasión sensual (como la del libro que ojea Bob). Kate gana al sacar su diablilla, al desprenderse de su seguridad material y al estar con un hombre como Luc. En definitiva al vencer su miedo a volar, a vivir plenamente. Este gana al poder entregarse y sentir plenamente a una mujer, a Kate y al ser quien ha sido capaz de encenderla. Los dos se han transformado mutuamente en beneficio indvidual y de la pareja. ¡Bello!

 

Entrega absoluta

Amar es entregarlo-se todo hasta el punto de saltar al vacío como hace Kate al dar todos sus ahorros a Luc simulando que ha vendido el collar.

En la joyería Jean Paul le dice a Kate que la ilusión es completa, y le pregunta por qué lo hace si no está con Luc ni probablemente lo vuelva a ver, ella responde con cara de ilusión: “no sé”.

Pero sí sabe, sabe quien es Luc y confia. Y lo sabe porque lo ha vivenciado durante estos días que han estado juntos en París, en el pueblo familiar y en Cannes. Kate confía en la verdad, en el amor auténtico y en la respuesta del tiempo…

 

¡Sí! (La Tour Eiffel)

Desde el principio de la película Kate quiere ver la Tour Eiffel. Y mientras está en París casi lo consigue por tres veces estando sola (una alusión simbólica al tiempo: pasado-presente-futuro, tiempo como factor necesario en todo proceso de transformación) Es al salir de Paris rumbo a Cannes junto a Luc cuando puede contemplarla al fin y ríe, ambos ríen cómplices.

La Tour Eiffel encierra distintos simbolismos: celebración universal (la exposición original por la que se erigió), la A del inicio de algo nuevo (la vemos en la camisa de dormir de Kate) y el falo “triunfador” (ella le muestra una reproducción hinchable a Luc de forma pícara).

Luc confiesa que lleva una temporada muy tensa y no puede trempar, este es un problema común en nosotros los hombres cuando hay tensiones. La vid que Luc pasea está como destrempada, otra clara alusión a su situación actual.

Queda claro que así como Luc enciende a Kate, ella hace lo propio solucionando su “problemilla” definitivamente.

 

La familia “a pesar de”

A menudo la familia resulta conflictiva. El padre, la madre, los hermanos… nos provocan sentimientos negativos. Las historias vividas nos pesan y no podemos con esa carga o no sabemos que hacer para liberarnos de ella. Las dinámicas generadas durante tiempo están impregnadas en nosotros. A veces optamos por irnos físicamente (como Luc) pero la problemática sigue en nosotros. Otras veces realizamos terapias psicológicas o de otros tipos que pueden ayudarnos hasta cierto punto. Pero a mi entender la única manera de liberarse de la carga (y ayudar a liberar a los demás) es el darse cuenta de lo que hay, comprender-empatizar con el “culpable”, perdonarlo y perdonarse abrazándose. Y seguir, a veces resulta durísimo perdonar tanto daño pero es la única forma de renacer.

En la película Luc no quiere hablar de lo que ocurrió con su familia, y Kate le dice que las personas sanas expresan sus sentimientos. Para ella los que no expresan y se encierran, se enconan (momento en el que vemos pasar una simbólica cabra negra) se consumen, se pudren por dentro.

En otra escena donde Luc se pelea con su hermano este le explica por fín la problemática familiar que se centra en la rivalidad con él (Luc se acostaba con su mujer y este le ganó todas sus posesiones en una partida de póquer) Caminando por las tierras de su infancia Luc dice que todo ha terminado, su familia le odia, le desprecian… en el instante que un anciano y cinco mujeres de todas edades aparecen en su camino y le abrazan con alegría. Luego están en una gran mesa familiar al aire libre donde los dos son agasajados, Kate ironiza y le dice que pobre Luc que ha tenido que crecer aquí.

Cada caso es cada caso… pero la solución no es encerrarse, hacer ver que no, irse bien lejos… He aprendido que la solución es aceptar, comprender y abrazar… todos necesitamos amar como canta sabiamente John Lennon.

Quiero dar las gracias a todas las mujeres de mi vida que tanto me han enseñado y me han puesto a prueba, en especial a su faceta de “malas”. También quiero agradecer a todas y todos los poetas, artistas, músicos, payasos, comediantes… porque sin ellos la vida no tendría mayúsculas.

 

 

El afiche promocional del filme «French Kiss», en el momento de su distribución comercial por las salas del planeta (1995)

 

 

Imagen destacada: Los actores Meg Ryan y Kevin Kline en un fotograma del filme «French Kiss» (1995), del director norteamericano Lawrence Kasdan