La publicación reúne textos y ensayos que tensionan las nociones patriarcales sobre la afectividad corporal, la felicidad, la reproducción y la moralidad. Traducida por primera vez al castellano, y ya disponible en las librerías de Chile, la obra de la autora alemana se recopila por primera vez en un libro, cuyo mensaje todavía resulta contingente.
Por Cine y Literatura
Publicado el 3.3.2020
“Durante demasiado tiempo ha tolerado la mujer silenciosamente al cómplice de las prostitutas y ha permitido arruinarse físicamente a sí misma y a sus hijos por el hombre; ha permitido manchar su cuerpo, y destruir su alma. Hace ya demasiado tiempo que la mujer ha callado ante este escándalo, esta atrocidad, esta aterradora y repugnante inmundicia, ante la terrible, espantosa difamación contra la mujer, contra la humanidad; ante la ridícula, miserable, indignante, conmovedora y atroz farsa de su moral y su moralidad. Es hora de hablar, ¡no!, de gritar, para que se escuche, que resuene en sus oídos, en los oídos de los fuertes, los superiores, los morales. Que por lo menos ocurra eso, ese es el único propósito de mi escrito”.
Johanna Elberskirchen, en Anarquía sexual, feminismo y homosexualidad
La filóloga de origen polaco Magdalena Antosz compiló y tradujo los textos incluidos en Anarquía sexual, feminismo y homosexualidad (Paidós, 2020) obra de Johanna Elberskirchen (1864 – 1943) que por primera vez será publicada en lengua castellana. Este libro tensiona las nociones patriarcales sobre el sexo, la felicidad, la reproducción y la moralidad, cuestionando —con argumentos que conjugan medicina, derecho y política— la posición del hombre en la sociedad y su supuesta primacía social y biológica.
En efecto, este volumen recopila por primera vez textos y ensayos de la activista feminista más importante del primer movimiento homosexual de Alemania. Anarquía sexual, feminismo y homosexualidad contiene escritos potentes e insurrectos que, a pesar del paso del tiempo, hoy resultan contingentes y necesarios para la búsqueda de la emancipación de mujeres y de homosexuales.
Para la traductora de este libro, Magdalena Antosz: “en varios aspectos de su pensamiento y discurso Johanna Elberskirchen fue una verdadera pionera […] Su trabajo, por lo general, es muy significativo para la historia de la emancipación homosexual, sobre todo la de las lesbianas. Esta parte de su investigación es sobresaliente e innovadora”, comenta. “Puede ser considerada la precursora de la vida sexual lesbiana consciente”, añade la investigadora.
“Lo que me parece más valioso y fascinante de su discurso —que, además, se traduce a su estilo de vida y viceversa— fue su constante y muy valiente intento de unir las distintas luchas; el hecho de involucrarse en todas las causas en contra del abuso e injusticia”, destaca la traductora.
En cuanto a las dificultades del proceso de traducción, Antosz comenta que éstas tuvieron relación con: “un estilo muy propio de la autora. El espíritu libre de Johanna Elberskirchen, su desapego de las normas, su cuestionamiento de las convenciones se traduce en cierto grado también en su forma de escribir, o por así decirlo, sus escritos reflejan su forma de pensar compleja y libre”.
La publicación de esta obra constituye un esfuerzo por ampliar el catálogo de títulos clásicos del feminismo y contribuye en la construcción de un pensamiento que incluya y conecte las realidades femeninas de diversas épocas. Todas cruzadas por la opresión y la vejación.
Los textos de Elberskirchen demoraron casi un siglo en ser traducidos y difundidos en esta parte del mundo. Antosz plantea las que desde su perspectiva serían las causas de esta tardanza:
«Johanna Elberskirchen fue redescubierta muy tarde por el nuevo movimiento feminista de la década de los setenta. En el movimiento de las mujeres de su época, al vivir abiertamente su lesbianismo, fue marginada […] Creo, y me parece horrible que así fuera, que el mayor problema es la hostilidad hacia las lesbianas, las de entonces y las de ahora».
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Johanna Elberskirchen (1864 – 1943) fue la feminista y activista femenina más importante del primer movimiento homosexual en Alemania. En 1881 se mudó a Suiza para estudiar primero Medicina y luego Derecho, ya que en Alemania las mujeres no tenían acceso a estudios universitarios. Se involucró no solo en las luchas feministas y del movimiento homosexual, sino también en aquellas relacionadas a los derechos de trabajadores. Fue una luchadora solitaria, inconformista y controversial.
Magdalena Antosz es una traductora e intérprete nacida en Polonia. Licenciada en filología alemana y española en su país natal, máster en traducción de la Universidad de Viena. Estudió también filología clásica. Hace seis años vive en Chile. Traduce literatura polaca, alemana y latinoamericana.
Imagen destacada: Johanna Elberskirchen.