El volumen es un excelente libro para adentrarse en el concepto de la demencia a través de una visión literaria. Esto significa que la mirada clínica o positivista del siglo XIX, queda relegada más bien a un trasfondo donde lo subjetivo se plantea como la base de lo que consideramos una «enfermedad».
Por Rodrigo Torres Quezada
Publicado el 11.10.2018
La Editorial Santiago-Ander se ha caracterizado por darle espacio a temáticas que unen el mundo musical con la literatura. Asimismo, en su catálogo ha explorado el lado gris, sucio de la ciudad y también de la mente humana. Es por ello que esta vez han sacado a la luz esta Antología de la locura que cuenta con ocho cuentos, siete escritores y una escritora, que se pueden catalogar dentro del espectro “clásico”. Asimismo, la ilustración de la portada de Hernán Apablaza, refleja con propiedad lo que se encontrará dentro del volumen: la angustia y la desesperación de quien está bajo aquello que la sociedad nombra por locura.
Los cuentos en el libro toman un orden particular, como si se nos arrastrara por el vórtice de una espiral, símbolo superlativo de la locura. Así, se empieza con un clásico, El corazón delator de Poe, quien de alguna forma personificó en sus letras y en vida aquel halo de misterio y de locura que se suele atribuir a los escritores. La antología continúa con los relatos de Guy de Maupassant y Charlotte Perkins Gilman. En ambos hay una visión de la mujer como una víctima del siglo XIX, atrofiada por las directrices patriarcales y por confiar demasiado en el amor familiar. Así, la familia se configura como la artífice de la llamada “histeria” femenina que condenó a muchas a que la sociedad las tildara de “locas”.
Luego, el cuento El loco de Gibran Jalil Gibran, aparece como una transición, un breve lapso para descansar luego de tanta vorágine de demencia. De hecho, este pequeño cuento habla sobre los “locos del exterior de un manicomio”, esos preocupados de su trabajo y sus supuestas actividades «cuerdas».
Ya una vez que hemos tomado aire, como pasa con los discos de música que luego de una canción fuerte aparece una lenta, nuevamente entramos en la espiral. Esta vez con LuXun y Charles Dickens, poniendo a prueba nuestra cordura mediante los diarios, o manuscritos, de personas locas. Ambos relatos están hermanados por el hecho de que aquí son estas personas “enfermas” quienes nos hablan de sus objetivos y temores. ¿Les encontraremos razón y nos uniremos a sus pensamientos caóticos?
Los dos cuentos siguientes, que cierran esta antología, El descubrimiento de la circunferencia y El deseo de ser un hombre, de Leopoldo Lugones y Villiers de L’ Isle Adam, respectivamente, son obras tremendamente originales y repletas de simbolismos. En el primero un hombre busca la inmortalidad mediante vivir encerrado en un círculo y en el segundo, un actor, en la búsqueda de darle un sentido a su vida, decide echar mano al fuego como un recurso que lo haga sentir culpable y odiado. Y así, sentir que su vida adquiere un propósito.
En conclusión, la Antología de la locura es un excelente libro para adentrarse en el concepto de la locura a través de una visión literaria. Esto significa que la mirada clínica o positivista del siglo XIX, queda relegada más bien a un trasfondo donde lo subjetivo se plantea como la base de lo que consideramos locura. O sea, la locura más allá del diagnóstico médico, puede ser un conjunto de experiencias y de situaciones que detonen en cualquier momento dentro de la mente de cualquier persona. Nosotros, por ejemplo.
Por cierto, esta antología está disponible en la librería del GAM, Qué Leo Tobalaba, Librerías UC, Proyección, Ulises de Lastarria y Nueva Altamira.
El volumen ya se encuentra disponible en varias librerías de Santiago
Rodrigo Torres Quezada (Santiago, 1984) es egresado del Instituto Nacional “General José Miguel Carrera” y licenciado en historia de la Universidad de Chile. Ha publicado los libros de cuentos Antecesor (2014) y Filosofía Disney (2018) bajo el sello Librosdementira. También ha dado a conocer distintos relatos de su autoría en La Maceta Ediciones (2017) y la novela titulada El sello del pudú (Aguja Literaria, 2016). Lanzó, asimismo, el volumen de ficción Nueva narrativa nueva (Santiago-Ander, 2018), y obtuvo el primer lugar en el concurso V versión Cuéntate algo de Biblioteca Viva (2012). El año 2016, en tanto, se quedó con el primer lugar en el I Concurso Literario del Cementerio Metropolitano.
Crédito de la imagen destacada: Editorial Santiago-Ander.