Cine trascendental: «Wildlife», de Paul Dano: Del desamparo y de la madurez

El actor y realizador estadounidense dirigió en 2018 esta magnífica película dramática -basada en la novela «Incendios» de Richard Ford- y ambientada en los EE.UU. de los años 60 del siglo pasado. El filme retrata con maestría el derrumbe de un matrimonio cuyo único hijo adolescente sobrelleva la situación con gran madurez. Mediante ritmo reposado, bellas imágenes y cuidada banda sonora, el director nos sumerge en un mundo donde la soledad es co-protagonista. Destacan las excelentes interpretaciones de los tres actores que encarnan a la familia: Jake Gyllenhaal (Jerry), Carey Mulligan (Jeanette) y Ed Oxenbould (Joe) .

Por Jordi Mat Amorós i Navarro

Publicado el 5.10.2019

 

Preliminar

Para aquellos lectores que no hayan visto esta película y quieran hacerlo: quizás sea mejor leer este artículo tras su visionado dado que en él se explican detalles esenciales de su argumento (incluido el final).

 

Una familia

Se nos muestra al matrimonio y a su hijo viviendo en armonía. Joe está muy unido a su padre con quien comparte juego y a quien ayuda en su trabajo. Pero pronto Jerry es despedido porque a su jefe no le gusta su cercanía con los clientes y aparecen poco a poco las sombras no reconocidas de esa pareja aparentemente ideal.

Jerry tiene un largo historial de despidos y de mudanzas en busca de nuevos horizontes y trabajos. Jeanette siempre le ha secundado y lo hace también ahora aunque sin saber la verdad que Jerry le oculta. Él no duda en mentirle, dice no saber por qué le han despedido pero claro que lo sabe, ha sido por su actitud. A Joe –que observa perplejo su mentir- si se lo ha explicado comentándole: “Soy de trato personal. Eso es lo que a la gente le gusta de mí, soy muy querido. Ese es mi problema. Ellos no quieren que la gente pequeña como nosotros se supere”. En Jerry anida un rebelde frente al mundo de los poderosos, rebeldía que a mi entender oculta su inmadurez para asumir su propia realidad.

La inmadurez se hace patente en cómo afronta el problema. Así, Jerry rechaza volver a su trabajo cuando con disculpas el jefe se lo ofrece de nuevo, rechaza también otros trabajos porque los considera impropios para su edad, y poco a poco se aísla en sí mismo descuidándose y descuidando a su familia.

Ante ello, Jeanette se pone a trabajar como monitora de natación y Joe a ratos libres ayuda al fotógrafo de la localidad. Jeanette sigue confiando en Jerry, le dice a su cada vez más preocupado hijo: “Ha estado sin trabajo antes y siempre encuentra su camino. Tenemos que confiar en él”, se lo dice a él y se lo dice a sí misma intuyendo una nueva huida que pronto va a ser cierta.

 

«Wildlife» (2018)

 

Incendio (fue-egos)

En las montañas vecinas se ha generado un incendio que amenaza la población, muchos hombres van a trabajar allí para colaborar en su extinción. El incendio amenazante del bosque que se entiende como imagen del incendio que va a producirse en el hogar. Jeanette presiona para que Jerry asuma sus responsabilidades y discuten. Joe se levanta observando que su padre está en la sala viendo la tele con el sofá preparado para dormir y le pregunta si todo va bien. Jerry pretende ocultarle la verdad con una sonrisa y sigue mirando el programa sobre el incendio local al que comparan con la guerra.

Entiendo como muy simbólicas las palabras de un policía entorno al incendio, comenta a los chavales entre los que está Joe: “Ahora, el fuego puede ser una fuerza positiva. Despeja el sotobosque y ayuda a que el bosque se regenere. Pero estos incendios están ardiendo fuera de control”. O el incendio en la familia como una oportunidad de regeneración si se entiende y en ese entender se sofoca conjuntamente o como un triste final si se deja-abandona.

Lamentablemente Jerry decide abandonar, ir a trabajar a las montañas para apagar el incendio exterior antes que enfrentar el conato de incendio interior. Jerry actúa egoístamente sin valorar cómo les va a afectar esa nueva decisión unilateral -esa escapada de tanto riesgo para su vida- a su mujer e hijo.

Para Jeanette esta última quijotada supone un fuerte golpe que la desequilibra. Es la gota que colma el vaso haciendo que aflore la sensación de inestabilidad –inseguridad que siempre ha estado latente. La mujer no va a esperarle, asume su realidad –tienen pocos medios materiales- y reacciona también egoístamente buscando su “salvación” sin valorar tampoco las necesidades de Joe. Decide ir a la caza de Miller un viudo adinerado al que da clases de natación.

Antes de lanzarse de lleno a su conquista, lleva a Joe a ver el incendio. Son bellas las imágenes de las carreteras vacías por las que circulan, de la naturaleza del paisaje, del humo que se funde con las nubes. Por el camino hablan y se hace patente la elevada sensibilidad de Joe quien se preocupa-duele por los animales del bosque. Al llegar allí, Joe quiere buscar a su padre pero el objetivo de Jeanette no es ese, ella pretende que él se dé cuenta de lo peligroso que es un incendio. En una de las mejores escenas del filme, vemos a Joe saliendo del coche para acercarse a observarlo y de fondo el inquietante sonido de la combustión, la madre detrás sin moverse del coche preguntándole si le gusta, los ojos llorosos de él y su no como respuesta, y Jeanette hablándole de Jerry : “Habría que ver lo que él encuentra tan importante, siento que no podamos empatizar con él”.

Jeanette está cada vez más perdida-desorientada-desesperada, vemos como no tiene reparo en mentir a su hijo afirmando que trabaja para Miller, para ella Joe ha pasado a ser casi una carga. Y en la primera cena que comparten los tres en casa del viudo, Jeanette sin la menor consideración por su hijo coquetea con el hombre y despotrica de Jerry. Al marchar la madre le comenta a Joe que se lo pasó bien y le pregunta al dolido chaval si él también, triste y patético egocentrismo.

Miller irá con asiduidad al hogar familiar para acostarse con Jeanette, a pesar de su disimulo Joe lo descubre. Él quiere saber si ella aún ama a su padre: “ojalá estuviera muerta, si tienes un plan mejor para mi dímelo, lo intentaré”, le responde, y en la respuesta entiendo que deja ya de ser madre para convertirse en casi hija del chico.

Ambos padres con sus actitudes inmaduras y egocéntricas, con sus “pobre de mí” han olvidado que tienen un hijo que les necesita. Y “a pesar de” semejante caos, Joe se mantiene sereno y va a saber qué hacer.

 

Joe

Joe es un buen chaval cuya madurez supera a la de sus progenitores. A pesar de que está harto de tanta mudanza – de tantos lugares y amigos dejados atrás- lo acepta -entiendo que en gran parte- por su amor incondicional a los padres. Antes del incendio lo vemos feliz observándolos enamorados.

Pero a pesar de esta felicidad en Joe anida un cierto desamparo que con el derrumbe parental se hará del todo evidente. El chico juega al fútbol americano para agradar a su padre, para entrar en su mundo y poder compartir más con él. Cuando le confiesa que no está seguro de que le guste el fútbol, Jerry no entra allí desviando la conversación: le pregunta si ha hecho amigos en el equipo. Joe contesta que él es el nuevo, que los demás se conocen o la realidad –su soledad forzada por tanta mudanza- que el padre no quiere ver-doler. Joe, ante la no respuesta y la falta de asunción de su situación por parte de Jerry, nada dice aunque su cara habla y hablará de su creciente desconcierto.

La perplejidad de un buen chico que se entrega a sus progenitores y que poco recibe a cambio. Un chico maduro que se ve forzado a ser adulto antes de tiempo para intentar cubrir los huecos que ellos dejan. Mientras los padres se derrumban-alejan-mienten y se centran en ellos, Joe sigue valiente en pie “a pesar de” tanto caos, con gran madurez. Joe sigue asistiendo a la escuela, haciendo las tareas del hogar y cumple con su trabajo. Él va a ser cada vez más el verdadero puntal y referente familiar.

Joe es el más centrado. Él les pregunta y los pone en evidencia, él está allí observándolos. Sus preguntas a menudo no son respondidas por los desubicados padres.

Al ver que su madre ya ha decidido estar con ese hombre, Joe coge algunas pocas cosas y sale con la intención de buscarse la vida pero providencialmente empieza a nevar –sabe que eso significa que el padre regresará- y él desiste para esperarle. Le abraza, el pobre creía que no volvería a verle, está muy unido a él.

Pero ya nada será como antes, la familia está totalmente rota. Jerry les dice que tiene un nuevo trabajo en otro lugar, es decir una nueva mudanza. Y Jeanette les comunica que se queda y que si Joe quiere puede estar con ella. Jerry acaba sabiendo toda la verdad y ciego de ira se dispone a incendiar la casa de Miller quien esa noche está con otra mujer. Joe no puede más y sale corriendo oyendo tras de sí el desconcertante “todo está bien” de un padre perdido.

Afortunadamente la cosa se queda en incidente. Ya en casa Joe pregunta a su padre: “¿Qué va a pasar con nosotros?”, y como es habitual no hay respuesta, repite la pregunta a su madre quien le dice que no lo sabe y avergonzada añade: “no te culparé si me odias”.

Al final vemos como Joe vive en el pueblo con su padre. Joe está feliz y sigue siendo muy amigo de Ruth una chica que conoció al poco de llegar allí. Jeanette vive en otro estado y viene a verle. Comen los tres juntos, se hace evidente que ella aún se siente avergonzada y no se ha repuesto plenamente, en cambio Jerry se ve más seguro en su nuevo trabajo. Joe los mira satisfecho y les propone a ambos acompañarle al estudio donde ahora él hace ya las fotografías.

Allí Joe les pide que se sienten para tomar una foto los tres juntos, una foto para él. La madre se resiste y le propone hacer ella la foto a los dos pero Joe seguro de sí mismo le dice: “Quiero una con nosotros en ella”. Vemos a la ex-pareja con cara de circunstancias, como se miran y como Jeanette visiblemente nerviosa rápidamente aparta la vista. Joe se sienta entre ellos e inicia la cuenta atrás y hace la foto final: son sus padres “a pesar de” tanto.

 

«Wildlife» (2018)

 

Tiempos

La obra nos retrata tres personajes protagonistas que viven en distintos momentos de la tríada temporal. Jerry proyecta continuamente su hacer en el futuro, en la búsqueda de encontrar su lugar en la sociedad-Mundo huye sistemáticamente del aquí y ahora. Esa actitud temporal se evidencia también en su lenguaje, así al intentar tranquilizar a Joe por su nuevo despido le dice que: “no tendrás que preocuparte de nada” (no tendrás en lugar de no tienes).

A mi entender la actitud de priorizar el futuro suele ser común de lo masculino -en mujeres y hombres- mostrando una tendencia a planificar-proyectar en exceso quizás como forma de buscar controlar la naturaleza femenina de la vida que afortunadamente es creativamente imprevisible y sorprendente.

En cambio Jeanette escapa al pasado. En el momento en que llega al límite de tolerancia ante las continuas huidas de Jerry surge la nostalgia del tiempo que fue, de la juventud “perdida”, de la difícil aceptación de la realidad presente (edad, aspecto físico, responsabilidades-obligaciones…). Esta nostalgia entiendo que puede asociarse a la feminidad ya sea en mujeres como en hombres, la vuelta al origen que es la matriz femenina, la madre o el hogar donde nos sentimos protegidos.

Y Joe que aún es niño a pesar de su madurez, como tal niño vive siempre en el momento presente. Mientras sus padres escapan atrás o adelante en el tiempo, él siempre les recuerda con su presencia y con sus acertadas preguntas que el momento fundamental es el presente. Y cuando Miller le pregunta qué piensa hacer de mayor él no lo sabe, no es para nada su prioridad pensar en el futuro (bastante tiene con el caótico presente al que le han abocado).

Joe, con ese temple con el cual sabe sobrellevar el caos paterno se convierte en el referente al que ellos pueden mirar. Situado en el presente, asumiendo lo que hay, entiendo que ha ayudado a Jerry a centrarse, y quizás con el tiempo Jeanette también logre hacerlo.

 

Jordi Mat Amorós i Navarro es pedagogo terapeuta por la Universitat de Barcelona, España, además de zahorí, poeta, y redactor permanente del Diario Cine y Literatura.

 

 

 

Tráiler:

 

 

Imagen destacada: Un fotograma del largometraje de ficción Wildlife (2018), del realizador Paul Dano.