El debut del ciclo 2018 dedicado a la música cantada en el ex Teatro Baquedano exhibió las alternativas estéticas de un escogido programa centrado en los compositores germanos Johannes Brahms, Anton Bruckner, Max Reger y Joseph Rheinberger. Aquí, la crítica de «Cine y Literatura».
Por Jorge Sabaj Véliz
Publicado el 22.6.2018
El jueves 14 de junio escuchamos a la Camerata Vocal de la Universidad de Chile, en un programa que estuvo dedicado a la música del romanticismo alemán e incluyó a compositores alemanes del siglo XIX. El mayor de ellos, Anton Bruckner (Ansfelden, 1824 – Viena, 1896) compuso un conjunto de motetes para coro de los cuales se interpretaron Christus factus est, Locus iste y Os justi. De Johannes Brhams (Hamburgo, 1833 – Viena, 1897) se interpretó el bellísimo ciclo de canciones Liebeslieder Walzer, Op. 52 canciones de amor con letras del poeta alemán Georg Friedrich Daumer, inspiradas en el amor sentido por el compositor hacia Clara Schumann. De Joseph Gabriel Rheinberger (Vaduz, 1839 – Munich, 1901) se ejecutó, en tanto, Abendlied. Finalmente, de Max Reger (Brand, 1873 – Leipzig, 1916) se escucharon los dos motetes Op. 110.
I) Anton Bruckner
– Christus factus est: Inicio un poco duro las cuerdas no sonaban homogéneas, les costó armar el sonido. Los cambios dinámicos les producían desbarajustes. Los tenores se oían mejor en los piano que en los forte. Los bajos sonaban desequilibrados. La cuerda más homogénea fue la de las sopranos. Buen final de los bajos con sus notas graves.
– Locus iste: Gran comienzo. Excelente los bajos. Los tenores cantando sus frases en staccato. Todas las cuerdas se soltaron subiendo su nivel. Excelente armonía final.
– Os justi: Gran comienzo con equilibrio polifónico. Dosificando y fraseando adecuadamente se apreciaron todos los registros en el momento adecuado. Lo más destacable fue el fraseo musical de cada una de las cuerdas. Los mejores momentos los logran en los unísonos en mezzopiano. Los cambios dinámicos fueron más graduales, excelente final.
II) Max Reger
– O Tod wie bitter bist du: Buen comienzo. Gran manejo dinámico. Lidiaron bien con las armonías poco convencionales. Correctísimos los comienzos y cortes de frases musicales. Sonaron más las mezzosopranos, en cuanto a sopranos y bajos mantuvieron el alto nivel de sonido, los tenores cumplieron con un volumen más bajo que el resto de las cuerdas. Por lo mismo el coro sonaba mejor en los piano, pianísimo y mezzopiano por que el volumen y color de las cuatro cuerdas se amalgamaba. Motete difícil por la longitud y exigencias de afinación. Magnífico acorde final.
– Mein odem ist schwach: Al principio las cuerdas se dividen para presentar el tema. Se logró la atmósfera y la intención quedó más patente que en otras obras. Los bajos mantuvieron un nivel maravilloso. Uso del cromatismo. Cambios dinámicos. La Camerata alcanzó un punto altísimo en este motete. Los tenores destacaron en sus entradas solos en Forte. La fuga final fue grandiosa, con los tempos y timbres muy cuidados y equilibrados. Obra extensa y difícil.
III) Joseph Rheinberger
– Abendlied: Las cuerdas vuelven a dividirse, incluso aparecen unos solistas. El compositor le da la oportunidad a cada cuerda para mostrar sus cartas. Obra breve pero con un grado de dificultad mayor.
IV) Johannes Brahms
– Liebeslieder Walzer, Op. 52:
Repertorio romántico sentido por el coro. 2. Acompañado por un piano a cuatro manos. 3. Gracias al piano el rango dinámico de la Camerata disminuyó. 4. Bello sonido de sopranos. 5. Les faltó un poco más de fuerza a las Mezzos en sus frases con las Sopranos. Se notaba la diferencia de intensidad en los distintos colores. 6. Buen comienzo de tenores, color y tono adecuados. Buena dicción del texto de todos los integrantes. Uso adecuado del rubato. Las sopranos sobrepasaban a las demás cuerdas en su canto por su volmen opacando al resto de los colores. 7. Mejor las mezzos en el dúo con las sopranos. 8. Número de puro amor adolescente. En general los bajos muy tímidos en su entrega, muy controlados en el Brahms. 9. Un cuento cantado como una canción de cuna en la primera voz más suave y tierno. La segunda voz con un crescendo expresa las ansias del amante. Buena compenetración dl piano con los cantantes en las dinámicas, también en los tempos. 10. Número cristalino como el agua del río. 11. Número casi hablado como una declamación contra los chismes de la gente, muy interpelador, sobre todo desde las sopranos y el piano. 12. Número de ira y enojo contra las habladurías. 13. Número en que intervienen solo mujeres. Un canto extremadamente lírico de sopranos con una base de mezzos. 14. Dulce declamación de amor contemplativo. Esta vez son los tenores los que, acompañados por bajos, en un segundo plano, llevan esta declaración a buen término. 15. Ambas voces, masculinas y femeninas, fluyen en una clara exploración de sus deseos. Las cuatro voces se compenetran en una sola voz. 16. Canto doliente por las penas de amor. Muy pronunciado por sopranos y con unos bajos más activos. 17. Comienzo suave y lírico en un número solo para tenores. Encuentran el equilibrio en las cuatro voces aunque algunos timbres resaltan más que los otros. Dulces y afinados. 18. Grandes cambios rítmicos y dinámicos en líneas melódicas bellamente construidas y que cada cuerda coloreaba para expresar el sentimiento contradictorio del amor.
Como bis repitieron un número de los Liebeslieder Walzer de Brahms.
El concierto 2 de la Camerata Vocal de la Universidad de Chile se realizará el próximo jueves 12 de julio, a las 19:40 horas, cuando la agrupación ofrezca a su incondicional público un repertorio titulado «Música inglesa: Del renacimiento al siglo XX».
Tráiler:
Crédito de las fotografías utilizadas: Centro de Extensión Artística y Cultural de la Universidad de Chile