La presente obra es un montaje apto para todo público, jóvenes y adultos, e incluso niños y personas mayores: su formato envuelve al espectador y lo inserta en un espectáculo que es entretenido a la vez que promueve el análisis y la reflexión. A pesar de esto, en ocasiones el exceso de canciones y la extensión de alguna de éstas no aportan al desarrollo de las acciones ni al argumento, volviéndolas reiterativas e incluso agotadoras, lo cual perjudica tanto la atención como el interés de un público no habituado al género, en un exceso de musicalización que resta tensión a una puesta en escena lúdica y audaz.

Por Jessenia Chamorro Salas

Publicado el 16.10.2018

En el contexto de la celebración de los 75 años de vida de la sala de Teatro UC, se presenta orgullosa, entretenida y desafiante, una realización escénica escrita para festejar este aniversario y que recuerda los años dorados del teatro universitario. Se trata de Condicional, la cual lleva al espectador a ser parte de un verdadero espectáculo, lleno de luces, música y diálogos tan vivaces como contingentes.

La Editorial del Programa N° 70 del Teatro UC, escrito por su director artístico, Andrés Kalawski, sostiene que uno de los elementos fundamentales por la cual fue elegido el montaje Condicional para celebrar los 75 años de la institución, es por el tema que lo articula: Crecer, porque para Kalawski crecer implica transformarse, tal como lo ha hecho el Teatro UC a lo largo del tiempo, mutar conservando la esencia que lo vio nacer, aunque adecuándose a los nuevos tiempos, al igual que el joven protagonista de esta obra, a quien en el trascurso del argumento vemos crecer, pasar de ser solo un joven rebelde a ser un joven consciente del mundo y del aporte que su ímpetu puede realizar en éste.

El equipo que ideó y estuvo a cargo del proyecto teatral Condicional está compuesto por el inquieto periodista Álvaro Díaz en la dramaturgia, quien ha incursionado en TV (31 Minutos), en medios escritos e incluso en el cine (guionista de El bosque de Karadima); Elvira López en la dirección, quien ha participado en variados proyectos que conjugan teatro y música, a través del rol de coach vocal e intérprete en las obras Juana Rock, Lennon, Morir de amor, Momento-variación y Happy End, mientras que como directora, en el montaje En la luna (Vicente Huidobro). Y por último, el compositor, productor, músico e interprete, Pablo Ilabaca (Chanco en Piedra, 31 Minutos), encargado de la dirección musical, quien junto a su banda elaboraron la composición musical de Condicional, incorporando diversos ritmos en las canciones, las cuales no son solo el telón de fondo del montaje, sino que se sustentan como el eje articulador de éste, construyendo una atmósfera lúdica, electrificante, juvenil y revolucionaria.

Condicional es una comedia musical, pero una comedia que evita lo burdo, estereotipos falaces, y esa comicidad gratuita que tan poco aporta al género. Es una comedia musical ágil, dinámica, que se sustenta tanto en los diálogos como en las canciones, cuyo estilo rock & pop plantea beligerantes textos, plagados de ironía, humor, ácida crítica, y la paradójica combinación propia de la juventud: el escepticismo y la utopía, es decir, un descreimiento hacia las instituciones y todo lo que representan, a la vez que una esperanza ilusoria acerca del futuro y ese “querer cambiar al mundo” tan propio de la juventud y que ha llevado a enormes revoluciones a lo largo de la Historia, porque el ímpetu de la juventud es el único motor que puede (des) estabilizar al sistema y (des) construirlo. Una comedia musical a la chilena, cuyo imaginario estético y musical resulta sumamente cercano al espectador, además de contingente, porque tal parece que cada generación tiene su referente en el género: en los 70´y 80´Grease (Brillantina), en los 2000 High School Musical como referente gringo, Rebelde en Latinoamérica, y Amango en Chile, y bien sería ahora considerar a Condicional como un representante del género en la actualidad.

El argumento de Condicional puede ser sencillo: Un adolescente rebelde y problemático es castigado con la condicionalidad en su colegio, luego de haber sido acusado de burlarse con su dibujo de uno de los auxiliares. Sin embargo, este eje argumental resulta el puntapié inicial para el proceso de aprendizaje y desarrollo que lleva a cabo Esteban, el protagonista de la obra, a quien vemos crecer en escena como si se tratara de una bildungroman teatral, crecer en el sentido de transformarse, de mutar su arrebatadora rebeldía en el ímpetu de la juventud que lo llevará a querer cambiar el mundo, no solo destruirlo.

De modo refrescante el presente montaje reflexiona sobre un sistema educativo que coarta el espíritu y produce autómatas útiles, cuya mediocridad es el estándar de medición de los talentos y habilidades, y en donde es mejor callar y seguir al rebaño que mirar desde otra perspectiva la realidad. Precisamente eso es lo que realiza Esteban, joven intrépido que se enfrenta primero al poder foucaultiano de la voz que lo sentencia a la condicionalidad tras malinterpretar la intención del dibujo que ha realizado de Carlitos (Luis Dubó), y luego desafía a Silvia, la profesora de arte (Gabriela Aguilera), mentora con quien Esteban, a fuerza de enfrentamientos, aprenderá tanto del mundo como de sí mismo. El último obstáculo que debe enfrentar es el profesor reemplazante, Sergio (Jaime McManus), un hombrecillo gris cuyos sueños han sido aplastados y absorbidos por el sistema, convirtiéndose él mismo en un engranaje de aquél.

Condicional analiza críticamente la educación, la institucionalidad, y por extensión, a la sociedad en su conjunto, evidenciando tanto sus falencias como las carencias que genera y reproduce en las nuevas generaciones. Una educación que no promueve talentos ni desarrolla habilidades en los estudiantes, sino que pretende entrenar para un futuro puesto de trabajo con el cual uno debe conformarse, como una forma de encajar en el sistema y convertirse en un engranaje funcional de éste, olvidando sueños, proyectos y utopías.

Toda comedia musical sobre la juventud, además de la rebeldía contra-sistémica y el rock & pop debe tener una dosis de sentimiento y de emoción, la cual está dada en la obra por el incipiente romance entre Esteban (Francisco Dañobeitía) y Teresa (Daniela Benítez), la alumna que ingresa de oyente a la clase de arte, joven soñadora y sensible de la cual él se enamora a primera vista y ella va correspondiendo poco a poco. Un romance adolescente musicalizado con bachata le otorga una cuota de delicadeza al montaje, recordando que el ímpetu de la juventud es rebelde y apasionado.

Un conjunto de alumnos acompañan las aventuras de Esteban, conjunto histriónico cuyas danzas y cantos a veces recuerdan al Coro griego, y otras al Broadway americano, y cuyos integrantes representan a los distintos estilos que se hallan en cualquier sala de clases: la chica ruda punk, la joven fan del k-pop, el chico nervioso e inseguro, el alumno antisocial, la “copuchenta”, la rapera, el “nerd”, la “pelolais”, la tierna, la dispersa y excéntrica, y el “emo” amigo del protagonista. Conjunto de alumnos que en momentos parecen animales salvajes, otras borregos, y que están justo en medio de la lucha entre Esteban y el Sistema, una especie de pueblo Fuenteovejuna, de masa colectiva que encauzada entre barandas, de la cual en ocasiones surge un espíritu que desea transformar el orden de las cosas.

Por último, cabe señalar que Condicional es un montaje apto para todo público, jóvenes y adultos, e incluso niños y adultos mayores, su formato envuelve al espectador y lo inserta en un espectáculo que es entretenido a la vez que promueve el análisis y la reflexión. A pesar de esto, en ocasiones el exceso de canciones y la extensión de alguna de éstas no aportan al desarrollo de las acciones ni al argumento, volviéndolas reiterativas e incluso agotadoras, lo cual perjudica tanto la atención como el interés de un público no habituado al género, un exceso de musicalización que resta tensión y entretención a un montaje audaz. Pese a esto, Condicional es una pieza lúdica que combina teatro y música en una comedia refrescante.

Jessenia Chamorro Salas es licenciada en lengua y literatura hispánica de la Universidad de Chile, profesora de lenguaje y comunicación de la Pontificia Universidad Católica de Chile, magíster en literatura latinoamericana de la Universidad de Santiago de Chile, y doctora (c) en literatura de la Universidad de Chile.

Ficha técnica:

Elenco: Gabriela Aguilera, Daniela Benítez, Francisco Dañobeitia, Luis Dubó, Jaime McManus, Mónica Echeverría, Agustina Fernández, Constanza Rojas, Valentina Tapia, Carla Baeza, Carla Jiménez, Juan Luis de Camino, Christian Vergara, Xabier Usabiaga, Emilia Borlone y Darío Oyarzún.

Músicos: Pablo Ilabaca, Mauricio Galleguillos, Martín Benavides

Asistente de dirección: Patrizio Gecele

Dirección musical: Pablo Ilabaca

Dirección coreográfica: José Luis Vidal

Asistente coreográfico: Darío Oyarzún

Escenografía e iluminación: Rodrigo Ruiz

Vestuario: Andrea Contreras

Producción: Teatro UC

Funciones: Desde el 6 de octubre hasta el 1 de diciembre, de miércoles a sábado, a las 21:00 horas.
Duración: 1 hora y 30 minutos.

Edad recomendada: +7 años

Sala 1 «Ana González» del Teatro UC.

Dirección: Jorge Washington Nº 26, Plaza Ñuñoa, Ñuñoa, Santiago.

Crédito de las imágenes utilizadas: Teatro UC.