La obra del autor que presentamos a continuación, recuerda en algunos de sus pasajes a Carlos Pezoa Véliz: versos sencillos, pero profundos y potentes en la emocionalidad artística que se desprenden de sus imágenes, y donde se rescata la importancia de la voz narrativa en el estilo y en la estética utilizada por el hablante lírico. Más abajo, ocho de las piezas que componen su última entrega, «El estado de las cosas», divulgadas gracias a una especial concesión efectuada para el Diario «Cine y Literatura», a cargo del responsable de este atentado celeste.
Por Cristián Brito Villalobos
Publicado el 6.1.2019
Se busca
Un poema grueso
directo a la llaga
que no dé lugar a dudas
que entierre su espada
y que queme la herida
que todo lo que toque
lo cambie
un poema brutal
que a nadie deje indiferente
un poema frontal y valiente
un poema que vaya de frente
un poema total
un poema bello y miserable.
El estado de las cosas
Entonces le dijo al oído la revelación suprema
aquello que tenía guardado
ya no lo aguantaba era como una daga
él la miró de reojo
y le dijo que ya no podía amarla
que su alma había muerto que él estaba muerto
que este era un reino de muertos
que la vida era sólo para aquellos que se sentían vivos
ella lo escuchó y no pudo llorar
ya era parte del reino de los muertos.
El hombre y el poema
Mientras tanto el poema lo arrincona
lo toma del cuello y lo estrangula
el poema es una bestia que lleva dentro
sin control navega el poema desatado
el poema lo ataca sea de noche
de día de madrugada o al alba
el poema es astuto
da sus puñaladas cuando todo está oscuro
y el hombre insomne se rinde
escribe poesía porque se le va la vida
verso a verso
desvelo tras desvelo
como poseso
el hombre.
Envejecer
Conversaré con las hojas secas
les preguntaré cómo se envejece tan bello
les contaré que nosotros nos afeamos
que caemos, finalmente, como ellas
las hojas levantarán el vuelo al menor viento.
Los pies bien puestos sobre la tierra
los hombres deberán venerar a las hojas
cada tallo contiene vida, llanto de niños sanos.
Las hojas se elevan y vuelan libres
sentado las observa y lo sabe:
él ha envejecido.
Música bailable
Observa feliz cómo baila sola en su habitación
que es su pequeño reino
su pelo negro y brillante en trenzas gira por el aire
la madre se aferra a la esperanza de tenerla siempre
de que nunca le pase nada
piensa en ella y se la imagina hecha una mujer
con hijos y un buen marido
se la imagina exitosa y feliz.
La madre observa a su hija y se proyecta en ella
y cree lograr todo lo que le fue negado
mientras finaliza la música la niña la mira
y estirando sus brazos
le pide un abrazo.
Hogar dulce hogar
Sentir la ciudad ajena
eso es estar en casa.
Estrella
Vamos planificando la muerte
calcular fríamente los actos
intentar no sentir nada por nada
ni nadie
no abrazar el deseo en sueños
tropezar en cada intento
Duerme sabiendo que, a fin de cuentas,
fuiste la luz de una estrella muerta.
Amor eterno
A mi tío Jaime
Veo fotos antiguas
que con el tiempo se tornan grises
tus ojos me miran desde lejos
como si estuvieras vivo.
No sé mucho sobre la vida
sé lo que es el lamento
oigo tu voz en sueños
me llamas para que juguemos,
y soy un niño de nuevo
te abrazo y la risa resopla en el viento
te echo tanto de menos.
El reloj desconoce el tiempo
mi infancia fue tu reino.
Fui feliz gracias a tus inventos
creaste mundos tan bellos.
No me conformo
quisiera abrazarte
arrancarte de las manos de la muerte
quiero que vuelvas
¡pero te fuiste tan lejos!
Dios te cuide en su reino
mi amor por ti
eso, tío, es eterno.
Cristián Brito Villalobos (Antofagasta, Chile, 1977), además de poeta y escritor es periodista titulado por la Universidad Católica del Norte y magíster en literatura de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Ha publicado los siguientes poemarios: Palos de ciego (2010), Papeles en los bolsillos (2012), Mala poesía (2015), Sala de espera (que se lanzará en Madrid este 2019) y El estado de las cosas (2018), volumen al cual corresponden las ocho creaciones que se han reproducido en esta oportunidad.
Imagen destacada: Los actores Carey Mulligan y Jake Gyllenhaal en un fotograma de la cinta «Wildlife» (2018), del realizador estadounidense Paul Dano.