Esta novela de la autora azteca Cristina Rivera Garza no es solo la historia de una persona o de una familia, sino que podría ser la radiografía de su país durante las últimas décadas, un lugar donde la corrupción política y social, además de la violencia de género y el narcotráfico, se han apoderado de toda una pujante sociedad.
Por Martín Parra Olave
Publicado el 22.1.2023
A través de la obra de Cristina Rivera Garza (Tamaulipas, 1964) nos hemos enfrentado al mundo de la violencia en sus diferentes formas y manifestaciones.
La bibliografía de la escritora mexicana ha sido galardonada con diferentes premios y reconocimientos a nivel internacional, entre los que destacan el prestigioso Sor Juana Inés de la Cruz en el año 2009 por su novela La muerte me da (2007), y el Premio iberoamericano de Letras José Donoso en el año 2021 por la totalidad de su trayectoria creativa.
Autobiografía del algodón, como casi todas las obras de su género, es una narración que nos habla de viajes y recuerdos, de momentos relevantes que han dejado algún tipo de marca en quien escribe el texto.
En este sentido, a través de las páginas que componen la presente narración, nos encontramos con compañeros de viaje, con parajes donde hay largas carreteras con pequeños poblados que como espejismos surgen cada cientos de kilómetros.
Además, está la frontera con Estados Unidos, ese mundo plagado de historias, y en el cual la muerte se respira en todos lados y en cada momento.
Una aventura literaria
El hilo conductor de esta obra es la búsqueda de la historia familiar por el lado materno y paterno a la vez, un relato de inmigración, donde se escarba en archivos que muchas veces no contienen nombres ni apellidos.
Por lo tanto, toda autobiografía es un viaje en dos sentidos: primero a lugares que existen o existieron, y en segundo término, una conversación con seres humanos que ya no están o que se han marchado a vivir a lugares lejanos.
Si bien es cierto que muchos pasajes son agradables, no es menos cierto que el dolor y el sufrimiento transitan por estas páginas: hay huelgas obreras, violencia en todas sus formas, y por supuesto, está presente esa mancha que enluta diariamente a la sociedad mexicana, los femicidios.
En una reciente entrevista la narradora mesoamericana reflexionó: «Yo creo que la novela y la literatura en general, nos permite abordar y explorar lo personal en interconexión con lo comunal. Es tal vez, uno de los pocos espacios y prácticas que nos permiten hacer una producción detallada e íntima de esas interconexiones constantes», explica Rivera.
«Dos cosas —prosigue la autora azteca— para mí la escritura siempre es una práctica crítica de lo que nos rodea, del espacio, del territorio en el cual se produce. La escritura que a mí más me interesa es esa, la que siempre pone en cuestión las mismas circunstancias que hacen posible la producción literaria, por decirlo así. Entonces, mucho de lo que yo he escrito, aspira a llevar a cabo esta serie de subversiones internas de oposiciones, de negociaciones; que son todas estrategias, que en todo caso, se articulan con el poder», concluye la escritora.
Por todo lo anterior, esta autobiografía es una narración muy íntima y delicada, un registro de una de las voces más inteligentes de la literatura latinoamericana. En este libro no hay respuestas, sino más bien preguntas que se van abriendo a través de las páginas que uno va leyendo.
Asimismo, esta no es solo la historia de una persona o de una familia, sino que podría ser la radiografía del México de las últimas décadas, donde la corrupción, la violencia de género y el narcotráfico se han apoderado de toda una sociedad.
Quien se embarque en tamaña aventura literaria saldrá más que satisfecho por haberlo hecho, pues acá no hay pérdida, sino que por el contrario, lo que vemos es un profundo análisis de cómo nos hemos transformado en un mundo cada vez más desesperanzado, lleno de dolor y de sufrimientos, donde la globalización y el neoliberalismo extremo, lo único que han hecho es exacerbar el individualismo y la competencia.
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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Actualmente cursa el doctorado en literatura impartido por la última Casa de Estudios.
Imagen destacada: Cristina Rivera Garza.