En esta nueva entrega del escritor nacional Ramón Díaz Eterovic inspirada en el sempiterno detective Heredia nos encontramos con el caso del manejo de las vacunas que en la pandemia por el Covid-19 llegaban lentamente a Chile, y donde el negocio fraudulento consistía en ingresar droga junto a la medicina tan esperada.
Por Cristián Brito Villalobos
Publicado el 24.11.2024
Ya suman veinte los volúmenes de las ya clásicas historias de Heredia, el detective creado por Ramón Díaz Eterovic (Punta Arenas, 1956). Desde la publicación de La ciudad está triste (1987), el autor magallánico ha sabido desplegar una serie que va acorde con los tiempos que corren.
Así, la saga policial, no sólo es un cúmulo de historias detectivescas, sino que además se presenta como un documento histórico que narra los principales acontecimientos delictuales ocurridos en Chile desde el gobierno autoritario de Pinochet.
En Dejaré de pensar el mañana (LOM Ediciones, 2024) nos encontramos con el caso del manejo de las vacunas que en la pandemia llegaban lentamente a Chile. El negocio fraudulento consistía en ingresar droga junto a la medicina tan esperada.
Sin embargo, una serie de cabos sueltos se van hilvanando. Esto deja asesinatos en extrañas circunstancias. Pero, aparte de esta lucha en contra del poder tan acostumbrada en la labor de Heredia, se suma el paso del tiempo.
La memoria de un país
Heredia ya no es el mismo de antes. El tiempo transcurre y con la pandemia se estanca trayendo consigo recuerdos y tragedias, como es la muerte de Anselmo, el quiosquero, uno de los personajes más entrañables de la saga y el mejor amigo del detective.
Se trata del confidente del detective con el que comparten diversas cosas en común como el gusto por la hípica, pero, sobre todo, una hermandad cimentada en la confianza. El viejo y querido Anselmo no logra escapar de las garras del virus y finalmente su desenlace se produce en tristes circunstancias.
A eso se le suma el envejecimiento y fallecimiento de su gato Simenon, su mascota que lo ha acompañado desde el inicio de sus andanzas y que desempeña el rol de su conciencia. El gato siempre tiene un consejo o algún pícaro comentario que le da más soltura al relato.
Para quienes hemos seguido las aventuras de Heredia, este libro es una bisagra ya que ahora el detective se da cuenta de que no puede trabajar solo y especula con una asociación con Chacón, un policía pronto a retirarse.
El contacto con su hijo Goran continúa y la vida de Heredia retoma lentamente su curso normal preparándose desde ya para una nueva aventura y el regreso de un viejo amor.
Con todo, en Dejaré de pensar en el mañana, Ramón Díaz Eterovic reafirma el enorme aporte que ha hecho a la memoria del país. Una lectura apasionante.
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Cristián Brito Villalobos (Antofagasta, Chile, 1977), además de poeta y escritor es periodista titulado en la Universidad Católica del Norte y magíster en literatura de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Imagen destacada: Ramón Díaz Eterovic.