[Crítica] «Detén el invierno»: La banalidad de ciertas formas narrativas

El debut literario del ingeniero y artista nacional Andrés Valdivia es un esfuerzo por relatar un hecho trágico y lamentable, el cual sin embargo queda a la deriva con tanta frase insustancial, y donde las referencias a los físicos de las enfermeras o a sus deseos sexuales son elementos imposibles de soslayar para el narrador

Por Martín Parra Olave

Publicado el 7.7.2022

La escritura autobiográfica es una forma de narración que se mantiene presente a lo largo del tiempo en las vitrinas editoriales. Contar algo de la vida de uno siempre suena atractivo, pues tiene el aderezo de ser historia real, un elemento que en la ficción no es relevante ni asegura calidad, pero que parece ser muy atractivo para un amplio público lector.

Andrés Valdivia (Santiago, 1976) es un ingeniero civil que ha trabajado en diversos medios de comunicación, además de ejercer la docencia y participar en distintos proyectos digitales. Detén el inverno (Emecé, 2022) es su primera novela, un relato donde se cuenta la dolorosa enfermedad por la cual debió pasar un de sus hijos y cuyo proceso afecta a todo el grupo familiar.

Un narrador en primera persona que se identifica con el nombre del autor es quien nos va contando los pormenores de esta historia, la de un hijo pequeño que le detectan leucemia linfoblástica aguda. Una enfermedad que inmediatamente produce un golpe familiar, desestabilizado la rutina y la vida que llevaban hasta ese momento.

 

Voces que se desmoronan

A partir de esta nefasta noticia el relato irá mostrándonos el devenir hospitalario por el cual deberán atravesar: visitas y entrevistas con diferentes profesionales de la salud informándose acerca de la gravedad por la cual está pasando este niño.

Largas temporadas en la clínica, idas y venidas cuando el deteriorado estado de salud de J. lo necesitaba, y la permanente incertidumbre de saber si un tratamiento resulta o no son las nuevas rutinas de este grupo familiar.

Comenzar a vivir de un día para otro en la incertidumbre permanente es vivir bajo el acecho de una tormenta o de un invierno crudo y frio. Si bien es cierto que este relato es una narración dolorosa por momentos, donde la tristeza invade y desestabiliza, también es cierto que la voz narrativa desgasta e interrumpe la continuidad del lector, con frases y comentarios que nos parecen fuera de texto.

Y lo que sucede es que la misma prosa se encarga de ir borrando la intensidad propia de una historia trágica como es la enfermedad de un hijo. Por ejemplo, cuando el narrador recibe el abrazo de las visitas interpreta las caras con frases como: «qué pena todo, pero igual tai rico», o más adelante: «verte llorar me calienta», oraciones que parecen tener una intención graciosa pero que no logran conseguir su objetivo.

O más adelante nos encontramos con frases como: «Las enfermeras más ricas eran las de maternidad…» o: «La cajera de la tardes en la cafetería central era un fierrazo…», y así una serie de frases más que no contribuyen demasiado a generar una continuidad para el lector que trata de centrarse en una historia gris.

En definitiva, esta primera novela de Andrés Valdivia es un esfuerzo por relatar un hecho trágico y lamentable, el que sin embargo queda a la deriva con tanta frase insustancial, donde las referencias a los físicos de las enfermeras o a los deseos sexuales son elementos imposibles de soslayar para el narrador.

Las pocas veces que se logra una cumbre narrativa es la misma voz de Andrés la que se encarga de desmoronarla con el tipo de frases antes señaladas. Detén el invierno (Emecé, 2022) requiere un esfuerzo y voluntad del lector para finalizar.

 

 

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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y actualmente cursa el doctorado en literatura impartido por esta última Casa de Estudios superiores.

 

«Detén el invierno», de Andrés Valdivia (Emecé Editores, 2022)

 

 

Martín Parra Olave

 

 

Imagen destacada: Grupo Planeta.