Uno de los grandes estrenos fuera de competencia del Festival de Cine de Zúrich —que se desarrollará hasta el próximo domingo 8 de octubre, en Suiza—, es el último largometraje del realizador noruego Kristoffer Borgli, y el cual se encuentra protagonizado por un Nicolas Cage, quien nos recuerda con su actuación, a su galardonado rol de «Adiós a Las Vegas».
Por Rafael Recuenco Gutiérrez
Publicado el 1.10.2023
Paul Matthews (Nicolas Cage) es un aburrido profesor universitario de ciencias naturales y padre de familia, que se convierte de la noche a la mañana en el centro onírico de la sociedad. Millones de personas de todo el mundo empiezan a verlo en sus sueños y de ahí su camino al estrellato.
El docente que mandaba callar a sus alumnos y les incitaba a participar en sus tediosas lecciones magistrales se transforma en el maestro cool, que llena las clases mientras es recibido entre aplausos por sus estudiantes. Pero cuando sus apariciones nocturnas toman un giro de pesadilla, Paul se ve obligado a navegar por su nueva vida de paroniria y fama.
Aquel es el argumento de la nueva película del cineasta noruego Kristoffer Borgli, quien se ha encargado de la dirección, el guion y la edición de esta joya de comedia negra.
Nicolas Cage encarna con maestría lo que llamaríamos un fracasado: un simple profesor con un ego intelectual estratosférico por tener un doctorado en algo que nadie tiene la menor curiosidad de investigar. Sin embargo, Paul es un tipo feliz porque le apasiona lo que enseña.
Eso sí, cuando sus antiguos compañeros de universidad le copian sus investigaciones previas y publican en prestigiosas revistas científicas, entra en cólera. Eso sí, la vida le recompensa porque tiene para él otro camino: el de ser viral.
Recibe miles de mensajes de anónimos por Facebook, los noticiarios televisivos abren con su cara sonriente acompañado del texto «la persona más interesante del mundo» y sus alumnos le piden selfies (y sus hijas también). No obstante, no es oro todo lo que reluce.
Crítica social hecha por un gran guion
La aspiración actual de ser viral, en la generación Tik Tok, ya forma parte del imaginario colectivo. Ya lo decía Warhol: «En el futuro, todos serán mundialmente famosos por 15 minutos».
En este caso, el sueño de Paul Matthews se tuerce porque también existen personas malévolas, lunáticas y con enfermedades mentales que quieren hacerle daño. Pero, no son los únicos, ahí aparece el empresario hipster y pretencioso que quiere apropiarse de su imagen a través de la publicidad, mientras que él está buscando una editorial que quiera publicar su libro.
Tal es la notoriedad de Paul que hasta algún retorcido se las ingenia para disfrazarse de él por Halloween. Eso sí, la falsa creencia de la importancia externa por aparecer paseando en los sueños de todos se rompe cuando los episodios oníricos se convierten en pesadillas con todo tipo de brutalidades: desde el ahorcamiento hasta la violación.
Es en ese momento cuando entra en acción uno de los fenómenos más controvertidos y actuales: la sociedad de la cancelación, que, como sabemos, no deja títere con cabeza. Ahí es cuando empieza la verdadera pesadilla del protagonista, cuando lo soñado adquiere más peso que lo vivido, pero Paul Mathews ya no puede despertar.
Los 101 minutos de cinta son de una agudeza narrativa y visual especial, que sorprenden al espectador y lo hacen disfrutar de una historia rebuscada y sin clichés. Un texto tan rico, con unos personajes a la altura de su guion hacen de Dream Scenario una comedia ácida e inteligente, que te hace reír en innumerables ocasiones y volver a casa dándole vueltas al tipo de sociedad en la que estamos habitando.
Además, un simple ruido en un momento de tensión sexual hace estallar la sala en una carcajada conjunta. Nunca había oído una risa tan eufórica con el sonido de un pedo.
Adentrados en el tercer acto, se produce una especie de parodia publicitaria de una pulsera que te permite viajar y construir tus sueños, con una fugaz interpretación de Nicholas Braun (nuestro querido primo Greg en la exitosa serie de HBO Succession). A mi parecer, un anuncio en vano, pues no aporta nada: ni un giro de guion o algo que añada un poco de leña al fuego.
Si me tengo que quitar el sombrero lo haría por tres motivos: la interpretación de Cage, a la altura de Leaving Las Vegas, la dirección de fotografía de Benjamin Loeb y la gran edición de su guionista y director Kristoffer Borgli.
Y si pudiera escoger una, me quedaba con la última.
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Rafael Recuenco Gutiérrez es graduado en periodismo por la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona, España).
Tráiler:
Imagen destacada: Dream Scenario (2023).