En la Nochebuena de 1995, el entonces mejor amigo del ahora escritor español Miguel Ángel Hernández asesinó a su hermana y se quitó la vida, en un hecho de sangre que ocurrió en un pequeño caserío de la huerta de Murcia y donde nadie supo jamás la razón de la masacre, pero en esta novela, y más de dos décadas después, su autor intenta reconstruir a través de la ficción el singular acontecimiento y así buscar una explicación plausible del mismo.

Por Martín Parra Olave

Publicado el 13.7.2023

La trágica muerte de un amigo del autor y de su hermana asesinada por este mismo, son las razones y motivos que tiene Miguel Ángel Hernández (Murcia, 1978) para hacer un viaje al pasado intentando reconstruir aquellos trágicos acontecimientos y develar lo que realmente sucedió al respecto.

Sin embargo, todo viaje siempre está expuesto a sucesos no previstos. Con la memoria sucede exactamente lo mismo, en el proceso de reconstrucción van saltando hechos y acontecimientos inéditos, recuerdos que explotan sobre nuestro pasado y abren un forado que nos sitúan en momentos de nuestra vida de los cuales no teníamos conciencia.

Y el objetivo de casi todo viaje al pasado es generalmente comprender el presente o dar forma más precisa a algo que se encuentra entre las tinieblas. La amistad que tiene el narrador con este joven es absoluta y lo recuerda con mucha claridad:

«Cuando pienso en él, no sé porque razón, lo imagino siempre vestido con un chándal de tactel de tonos violáceos. Y lo recuerdo también ensimismado, callado, cerrado, taciturno. Porque sin duda, eso era lo que por encima de cualquier cosa definía a Nicolás», reflexiona Hernández.

El asesino se trataba de un muchacho más bien silencioso y retraído, el que sin embargo a veces explotaba con una fuerza desconocida, con una rabia guardada en el fondo de su corazón y que le otorgaba una potencia descomunal, generando miedo y desconcierto a su alrededor.

Nicolás asesinó a su hermana la noche del 25 de diciembre de 1995 sin aparente explicación o causa alguna. La golpeó con un objeto contundente mientras dormía y luego se lanzó por un barranco cercano para suicidarse.

Hasta ahí, los hechos concretos que el autor intenta reconstruir, explicar y entender.

El universo infausto

¿Cuál es la razón de este triste hecho? ¿Qué le sucedió a Nicolás? ¿Qué complejos mecanismos emocionales se activaron en su mente para reaccionar así? ¿Qué pensó mientras lo hacia? ¿Fue un acto planeado o solamente un arrebato circunstancial de locura?

Nada quedó absolutamente claro y el narrador, con dieciocho años en aquella época intentó dar vuelta rápidamente la página para no caer en depresión por la pérdida de uno de sus mejores amigos.

Sin embargo, llegado el momento, decide volver al universo de esos años infaustos para intentar comprender lo que sucedió.

Entonces, Hernández se encuentra con muchos elementos que había olvidado de su propia formación de aprendizaje existencial: la escuela y la influencia de la Iglesia Católica, un pilar central en la educación y en la vida de esos juveniles años.

Se trata, en efecto, de una sociedad española que ya no existe como tal, y donde la fuerza de la tradición y de las costumbres marcaban a fuego los primeros pasos y el crecimiento integral de las personas.

A través de una narración de corte autobiográfica el autor va reflexionando acerca de los sucesos inexplicables de aquellos días y de su presente como escritor. También, es una verdadera fuente estética del proceso escritural, pues al momento de relatar va entrelazando los dilemas y los conflictos morales que se le presentan cuando concibe las páginas de su texto.

Sin lugar a duda, este trabajo literario es una interesante forma de abordar el pasado y el presente a la vez, una manera de exploración en dos sentidos vitales, y la cual va dando cuenta de la forma en que todos y cada uno de los acontecimientos que marcaron nuestras vidas nos siguen dando vueltas, incesantemente.

Los lectores se quedarán con una potente reflexión acerca de la escritura y por supuesto en torno a los misterios y secretos del comportamiento humano.

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Martín Parra Olave es licenciado en gobierno y gestión pública de la Universidad de Chile y magíster en letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Actualmente cursa el doctorado en literatura impartido por la última Casa de Estudios.

«El dolor de los demás», de Miguel Ángel Hernández (Editorial Anagrama, 2023)

Martín Parra Olave

Imagen destacada: Miguel Ángel Hernández (por Nacho García).