Esta nueva entrega de la autora hispana Irene Vallejo reúne una serie de 126 columnas, publicadas en el diario español «Heraldo de Aragón», que recorren los más diversos temas, aunque todos atravesados por dilemas sociales y a veces políticos de nuestro presente.
Por Rodrigo Barra Valenzuela
Publicado el 28.6.2023
En mayo de este año se publicó la primera edición en Chile del libro El futuro recordado, de la célebre escritora española Irene Vallejo (1979).
Fue con El infinito en un junco: la invención de los libros en el mundo antiguo que el nombre de Irene Vallejo comenzó a recorrer el mundo literario; en ese libro, que bien podría ser una declaración de amor a la literatura, Vallejo concibe una historia minuciosa del libro, su fabricación y perpetuación, no solo como objeto sino también como concepto.
En El futuro recordado nos encontramos con una experiencia muy distinta de lectura: aquí no hay ninguna unidad temática, sino más bien una serie de 126 columnas, publicadas en el periódico español Heraldo de Aragón, que recorren los más diversos temas, aunque todos atravesados por dilemas sociales y a veces políticos de nuestro presente.
La fórmula de los textos se repite una y otra vez: se presenta un tema más o menos contemporáneo, de tintes humanistas, o simplemente anecdóticos e interesantes, e Irene los desarrolla muy en breve (una página), sea remitiéndose a alguna anécdota o dato de la historia antigua, de la filología, o de la historia de la literatura.
Sin embargo, lo artículos que escapan a esta fórmula son los últimos dos escritos, «La ruta de los cuentos», un poco más extenso y que es una columna sobre el escritor Pedro Alfonso, y el último que es el discurso que la narradora pronunció para la Feria del Libro de Zaragoza del año 2019, una suerte de oda literaria a Zaragoza (cuyo valor se mostraba en su puesta en escena en la feria, siendo en el libro ya un discurso muerto).
Una colección de anecdotarios
La experiencia de lectura resulta, en definitiva, bastante incompleta; a diferencia de lo que de un libro se puede esperar, o sea como el trabajo dedicado a una unidad de pensamientos e ideas en cuyo desarrollo se busca alcanzar una reflexión más o menos contundente, aquí lo que aparece es una reunión dispersa y antojadiza de textos que funcionan más bien para lo que fueron escritos: una publicación rutinaria de periódico.
No se cumple el objetivo de libro, pues el tamaño de cada texto hace que no alcance a sintetizarse ninguna reflexión importante, algo que el lector pueda al menos llevarse a masticar por unos días.
Y si la extensión pudiera salvarse por reflexiones con cierta densidad, este no es el caso: más bien encontramos reflexiones simples que a ratos se muestran más como una colección de anecdotarios con breves instantes de lucidez sobre el presente.
El libro parece, antes que una obra personal, una construcción editorial destinado a la venta. En definitiva, no es el crédito más recomendable de la notable Irene Vallejo.
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Rodrigo Barra Valenzuela (1997) es egresado de filosofía, lector y escritor.
Crédito de la imagen destacada: Alba Vigaray.