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[Crítica] «El peso de la paja»: La amnésica nostalgia de Terenci Moix

Con el subtítulo de «Memorias completas», este volumen de mil doscientas páginas recoge las tres partes en las cuales el recordado autor catalán dividió sus impresionantes recuerdos: «El cine de los sábados», «El beso de Peter Pan», y «Extraño en el paraíso».

Por Eduardo Suárez Fernández-Miranda

Publicado el 2.5.2023

La editorial barcelonesa Tusquets ha publicado, dentro de su prestigiosa colección Tiempo de memoria, el libro titulado El peso de la paja, del escritor Terenci Moix (Barcelona, 1942 – 2003).

Con el subtítulo de Memorias completas, este volumen de mil doscientas páginas recoge las tres partes en las que Terenci Moix dividió sus suculentas memorias: El cine de los sábados, El beso de Peter Pan, y Extraño en el paraíso.

Como el propio escritor recordaba en una entrevista: «En El peso de la paja intento explicar que toda mi vida ha transcurrido entre un mundo antiguo que me rodea y las cosas que reclamaban una cierta modernidad. El primer factor me venía dado por el barrio donde nací, y el otro por el cine. Me interesaba el cine que tiene la antigüedad como reclamo —César y Cleopatra— y que reflejaban las películas, que aquí [España] no llegaban».

En estas memorias Terenci Moix se convierte en cronista de una Barcelona gris: «sometida al trauma de la posguerra y en la que las sesiones del cine de barrio propiciaban el sueño de una vida mejor».

Así, el cine ha sido un elemento fundamental en la vida y la obra literaria de Terenci Moix, como lo fue para escritores cuya literatura se vio inundada por la fascinación que sintieron por el séptimo arte, en concreto, por la época dorada de Hollywood.

Bajo ese prisma de la cinefilia, pensemos en escritores como el narrador argentino Manuel Puig —con quien Moix compartió una gran amistad—, o en el inolvidable autor cubano Guillermo Cabrera Infante.

 

Las crónicas de un tiempo doloroso

El peso de la paja es, además, un recuerdo de sus andanzas, en ocasiones tragicómicas, que le llevaron a recorrer Londres, París, Roma y Egipto —una de sus grandes pasiones— durante los años 60, y que supuso una apertura a un mundo por él sólo imaginado.

Terenci Moix fue un escritor prolífico y de éxito. Desde La torre de los vicios capitales, que el gran crítico Rafael Conte definiría como: «el libro más importante de un autor joven de aquellos años», hasta la singular trilogía compuesta por Garras de astracán, Mujercísimas y Chulas y famosas.

Asimismo, obtuvo el Premio Planeta en 1986 con su novela No digas que fue un sueño. También, fue autor de libros de viajes como Terenci del Nilo y Tres viajes románticos.

En definitiva, como el propio escritor barcelonés reconocía: «Mis memorias son las de un señor que se mira al espejo y piensa que es guapísimo, y comparado con lo que le rodea, se encuentra maravilloso. Ahora bien, también reconozco que lo he pasado mal y que tengo taras y me disponga a analizarlas».

De esta forma, El peso de la paja cuenta con los prólogos de Boris Izaguirre y del poeta y académico de la Real Academia Española, Pere Gimferrer. Dos personalidades distintas que han querido compartir su visión de estas memorias.

Boris Izaguirre señala que estamos ante unas crónicas: «de un tiempo doloroso e injusto pero al mismo tiempo brillante, erudito y valiente como cada día que pasa lo es más el propio Terenci».

Para Pere Gimferrer: «es éste un libro profundamente melancólico, un libro de soterrada tristeza, la elegía de un mundo borrado que el tiempo convierte acaso en paraíso perdido; pero, pese a que de ello nazcan emoción y poesía genuinas, al cabo triunfa, en el ánimo del lector, algo que es más que vivacidad, más que simple gusto por lo chocante o pintoresco, más que humor o versatilidad expresiva, algo que es verdaderamente grande, hermoso y auténtico. Triunfa la literatura».

 

 

 

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Eduardo Suárez Fernández-Miranda es licenciado en Derecho de la Universidad de Sevilla (España).

 

«El peso de la paja», de Terenci Moix (Tusquets Editores, 2023)

 

 

 

Eduardo Suárez Fernández-Miranda

 

 

Imagen destacada: Terenci Moix.

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