El emblemático montaje escénico —que en esta oportunidad dirige el realizador nacional Ramón Gutiérrez—, se exhibe hasta fines del próximo mes de mayo en el Teatro Municipal de Las Condes, en una producción a cargo de la compañía chilena Darshan.
Por Miguel Alvarado Natalí
Publicado el 25.4.2022
Veinticinco actores y diecinueve músicos en escena, con cambios notables de escenografías y vestuarios. Una iluminación perfecta y el tema que se escucha en vivo Sí yo fuera rico, es lo que podemos ver en esta magnífica producción con un elenco totalmente nacional de El violinista en el tejado, que se se presenta hasta el próximo 29 de mayo en el Teatro Municipal de Las Condes.
Estrenada en Broadway en el año 1964 y basada en la novela Las hijas de Tevye del escritor ruso Sholom Aleichem, fue llevada al cine en 1971 por Norman Jewison quien la produjo y dirigió, y el cual mantuvo la música compuesta por Jerry Bock y la letra Sheldon Harnick, para luego ganar tres premios Oscar.
Ahora, la versión chilena es producida por Darshan Teatro y protagonizada por Daniel Muñoz, Sara Pantoja, Francisco Dañobeitía, José Antonio Raffo, María Pedrique, entre otros, y dirigida por Ramón Gutiérrez, que cuenta la historia de Tevye, un lechero, en la época de la Rusia Imperial de 1905, específicamente en el poblado de Anatevka, cerca de la ciudad Kiev en Ucrania —sí, hoy en guerra— y una comunidad que lucha por mantener las tradiciones culturales y religiosas del pueblo judío en un momento en que los tiempos cambian irremediablemente.
Un montaje de reflexión política y cultural
Tevye, interpretado por Daniel Muñoz, es padre de cinco hijas y su intención es casarlas con hombres que les den un buen pasar económico y así terminar con la pobreza de la familia, pero las tres mayores comienzan a revelarse con esa tradición eligiendo ellas con quien casarse y por amor.
Mientras que en San Petersburgo las protestas contra el Zar eran acalladas por la Guardia Imperial, que también llegó a esta localidad lo que hizo que todas las familias judías dejaran Anatevka.
Desde que la obra comienza y se describen las tradiciones judías y el rol que tiene cada integrante de la comunidad: las mujeres cocinan, limpian y crían a los hijos, en tanto, los hombres trabajan y estudian la Torá.
El público es cautivado por este gran despliegue escénico, tal vez solo comparado con el musical Jesucristo Superstar y en Chile por La pérgola de las flores. Todos los movimientos de los bailarines, todas las entradas de los actores, cada sonido de los músicos y los sucesivos cambios de ambientes en el escenario son realmente extraordinarios, pese a que la escenografía es simple, es esta simpleza la que posibilita que el montaje sea glamoroso.
La recreación de un sueño —que tiene el protagonista—, y de pronto me pareció estar viendo al Circo soleil, hasta con fantasma incluido que vuela sobre la cabeza de los actores. Para los personajes una pesadilla, pero para los asistentes un verdadero espectáculo.
Al hablar de las actuaciones puedo quedar corto.
En el papel de Tevye está Daniel Muñoz (56) con una trayectoria de doce películas y la misma cantidad en teleseries, más una discografía de seis álbumes, no hay dudas de que era el indicado para estar casi tres horas en el escenario, no solo una vez más demostrando su gran capacidad actoral, sino también como cantante y bailarín, siendo uno de los intérpretes más versátiles de nuestro medio.
Por su parte y quien la acompaña durante casi todo el montaje es la actriz y profesora de voz hablada Sara Pantoja, interpretando con mucha naturalidad y lucidez a Golde, la esposa de Tevye y madre de las cinco hijas, quien está más radicalizada en las tradiciones y las costumbres del pueblo.
Cabe además señalar el gran aporte al montaje del actor José Antonio Raffo, el cual es Perchik, este estudiante universitario que llega a la comunidad desde la ciudad de Kiev para hacer volar las mentes de las hijas del lechero, con sus palabras de igualdad de género e ideas revolucionarias, que hace que ahora las mujeres y los hombres bailen juntos.
Y les enseña que ellas pueden decidir sobre sus vidas.
El violinista en el tejado es un musical de una belleza única, con una atmósfera que lleva a los techos de ese pueblo. Con toques de humor y dramatismo, de amor y de esperanzas, donde el baile y la música nos invitan a conocer dos culturas diferentes como son la judía y la rusa.
Ver que la historia a veces es cíclica y hoy seguir siendo testigos de cómo pueblos enteros son desplazados de sus tierras. Así, esta obra es una puesta en escena totalmente vigente y una producción de primer nivel, entretenida y amena, con un juego escénico pocas veces visto y hasta acrobático, donde el tejado inclinado siempre es parte del acto.
Este montaje, finalmente, es un espectáculo potente donde los diálogos van en perfecta sintonía con el canto y las alegres melodías, en fin, un estelar imperdible y necesario por estos días.
Ficha técnica:
Producción general: Darshan Teatro.
Producción ejecutiva: Magdalena Bulnes.
Producción artística: María Pedrique.
Director general: Ramón Gutiérrez.
Asistente de dirección: Phelix Williamson.
Dirección vocal: Francisco Kamei.
Coreógrafo: Gonzalo Beltrán.
Director de orquesta: Sebastián Espinoza.
El elenco de la producción que presenta el Teatro Municipal de Las Condes está formado por Daniel Muñoz (Tevye), Sara Pantoja (Golde), Francisco Dañobeitia (Motel), Florencia Arenas (Tzeitel), José Antonio Raffo (Perchik), María Pedrique (Hodel), Bernardita Nasar (Chava), Daniel Recabarren (Ricardo) y Jocelyn Barrios (Bielke).
Temporada hasta el 29 de mayo de 2022.
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Miguel Alvarado Natalí (Santiago, 1968) es periodista de profesión y escritor por oficio y vocación. Ha publicado los poemarios Estaciones (1997) y Barrio Yungay (2012), y la novela Calle Dieciocho (2001).
Imagen destacada: Darshan Teatro.