El nuevo volumen del investigador alemán Reiner Stach —el autor de la biografía definitiva en torno al escritor centro europeo, publicada por la misma Editorial Acantilado— se asemeja a las piezas de un rompecabezas que nos exhiben el rostro de un mito literario más cercano de lo que habíamos imaginado.
Por Eduardo Suárez Fernández-Miranda
Publicado el 5.9.2021
“A muchos les impacienta o inquieta, pues encripta sus textos y parece alegrarse de conducir al lector por caminos tortuosos, a través de los aparentes laberintos formados por dédalos de pensamientos de los que no hay escapatoria. Un tal Gregor Samsa, que se transforma en insecto, y un Josef K., a quien detienen sin ningún motivo, son sus invenciones más célebres. Lo que les sucede a estos dos personajes es emocionante, fantástico, da que pensar y, no obstante, frustra todas las esperanzas”.
Estas palabras de Reiner Stach (Rochlitz, Sajonia, 1951) forman parte del prólogo a su última obra publicada en España, ¿Éste es Kafka? 99 hallazgos, editada por la barcelonesa Acantilado (2021).
Stach es considerado el cronista definitivo de Kafka, gracias a la monumental biografía sobre el escritor checo. Se trata de un libro de más de dos mil páginas (Editorial Acantilado) que le llevó años de intenso trabajo de documentación —en bibliotecas y archivos de Praga e Israel— no exento de dificultades.
Recordemos en este sentido, las dificultades de su labor investigadora al no poder consultar durante mucho tiempo aquellos manuscritos de Kafka que habían ido a parar a manos de la heredera de Max Brod, fuente de un largo litigio no resuelto hasta hace poco tiempo; estos hechos quedaron recogidos en el libro El último proceso de Kafka, de Benjamin Balint.
La intimidad de un símbolo
En ¿Éste es Kafka?, Reiner Stach ha reunido, fruto de esas investigaciones, noventa y nueve fragmentos en los que ofrece una visión múltiple de la vida del escritor checo, ofreciendo una imagen mucho más cercana de Kafka de la que se ha podido tener hasta ahora.
«Peculiaridades», «Emociones», «Ilusiones», «Otros lugares», «Leer y escribir», son algunos de los capítulos en los que Stach ha agrupado los 99 hallazgos. Éstos se componen de fotografías, fragmento de diario, cartas, que el autor comenta y contextualiza para ofrecer una visión más esclarecedora.
Encontramos en el libro a un Kafka interesado en el dibujo: “¿Qué tal mi dibujo? Mira, hubo un tiempo en que era un gran dibujante, pero luego empecé a aprender dibujo académico con una mala pintora, y todo mi talento se estropeó. ¡Figúrate! Pero espera un poco, la próxima vez te enviaré algunos viejos dibujos, para que tengas algo de lo que reírte. Aquellos dibujos, en una época —de esto hace ya años—, me dieron más satisfacción que cualquier otra cosa”.
A lo que Reiner Stach comenta: “Es poco lo que ha quedado de los esfuerzos de Kafka como dibujante, y aun ese poco se lo debemos a la pasión coleccionista de Max Brod (…)”.
O el Kafka viajero en París. En uno de los fragmentos del libro recuerda un viaje en metro: “A los forasteros se les reconoce porque al llegar arriba, al último peldaño de la escalera del metro, se desorientan, a diferencia de los parisinos, que pasan directa e imperceptiblemente del metro a la vida callejera”.
Stach señala que: “en compañía de Max Brod, Kafka viajó dos veces a París, cada una de ellas por pocos días; desde el 9 al 17 de octubre de 1910 y del 8 al 13 de septiembre de 1911”.
Dentro del capítulo titulado «Peculiaridades» aparece el fragmento «¿De qué color eran los ojos de Kafka?» donde se formula una especie de encuesta a los amigos y conocidos del escritor checo sobre el color de sus ojos:
“Los ojos de Kafka impresionaron mucho a varios de sus contemporáneos. Por eso llama la atención que incluso las personas más cercanas a Kafka no coincidan en cuanto al color de sus ojos. (…) Una solución diplomática a esas contradicciones la ofrece el pasaporte de Kafka, donde se registró que el color de sus ojos era GRIS AZULADO OSCURO”.
Como se puede apreciar, cada uno de estos textos se asemeja a las piezas de un rompecabezas que nos muestran el rostro de un Franz Kafka más humano de lo que habíamos imaginado, porque en la imaginación de cada uno nosotros se encuentra su inquietante obra reflejada en el escritor.
¿Éste es Kafka? contiene unas notas biográficas de personas que acompañaron al escritor praguense a lo largo de su vida y que resultan de gran interés. Completan el libro una cronología y unas notas bibliográficas. La editorial Acantilado ha publicado las siguientes obras de Kafka: La condena y El fogonero, y En la colonia penitenciaria.
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Eduardo Suárez Fernández-Miranda es licenciado en Derecho de la Universidad de Sevilla (España).
Imagen destacada: Franz Kafka (1883 – 1924).