[Crítica] «Inmaculada»: La maldad de los lugares santos

El director estadounidense Michael Mohan dirige esta nueva obra de ficción audiovisual, protagonizada y producida por Sydney Sweeney, y que cuenta en su reparto con las actuaciones estelares de Álvaro Morte, Simona Tabasco y Benedetta Porcaroli.

Por Carmen Galdames Jiménez

Publicado el 31.5.2024

Michael Mohan (The Voyeurs, 2021) dirige esta nueva obra de ficción audiovisual, protagonizada y producida por la actriz Sydney Sweeney (Euphoria), y un filme que exhibe un su elenco, las interpretaciones de Álvaro Morte, Simona Tabasco y Benedetta Porcaroli.

La historia sigue a la hermana Cecilia, una joven estadounidense que quiere ser monja y viaja a un convento en Italia para realizar sus votos. El lugar es hermoso, rodeado por la campiña Toscana. Hay luz y sombras. Una comunidad que parece agradable.

Camila es recibida con alegría y entusiasmo, aunque se siente una extrañeza, que va a ir en aumento cada vez un poco más. El idioma ayuda, todos hablan en italiano, salvo algunos que hablan inglés también, esto hace que el misterio se mantenga, porque la protagonista muchas veces no entiende lo que los demás dicen.

 

La locura de los acontecimientos

El largometraje funciona bien, conserva la tensión y el misterio y, a diferencia de muchos filmes de terror, esta tensión por el miedo imprevisto se mantiene hasta el final. Aunque no diríamos que Inmaculada es un crédito que es de terror realmente, pues no es una obra audiovisual que asuste, y no hay jump scares, lo cual se agradece.

Así, el título del realizador estadounidense Michael Mohan es más bien una historia de suspenso, de oscuridad y de decepción. Es interesante cómo va mutando y algo que parece ser un milagro de Dios, se va transformando en un acontecimiento diabólico. Este filme le hace guiños al Bebé de Rose Mary de Polanski y a La monja y a su secuela.

Siempre es interesante llenar de terror algo sagrado, algo supuestamente luminoso. Y con los símbolos religiosos funciona muy bien. Finalmente, para los que creen, Dios y el Diablo están muy cerca, porque sin uno no existe el otro.

En efecto, existe mucho fanatismo entre los personajes, y el fanatismo ciega. No ser capaz de ver más allá de la doctrina provoca que los acontecimientos se transformen en locura. Dios no está en todos lados, y a veces en los lugares más santos hay demasiada maldad.

 

 

 

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Carmen Galdames J. Nació en Santiago en 1982. Ha publicado las novelas El cielo que pintamos (Neón, 2015) y El amor acaba (Emecé, 2024).

También ha publicado el cuento «Kooks» para la antología Cuentos para Bowie (Pez Espiral, 2016) y el cuento «Feriado» para la antología Todo se derrumbó (Santiago-Ander, 2018). Además escribe guiones para cine e imparte talleres de escritura.

Hoy se encuentra trabajando en su próxima novela.

 

 

 

 

Tráiler:

 

 

 

Carmen Galdames Jiménez

 

 

Imagen destacada: Inmaculada (2024).